El Juicio Final: Duelo De Panteones

Duelo 4 (Capitulo V): Escudo Roto.

Las Deidades en las gradas del Laberinto de Creta se mantuvieron en silencio, lo que acababan de ver los dejó sin palabras, Hanuman, el Dios Hindú de la Fuerza, se encontraba sangrando por la nariz tras recibir un puñetazo de su contrincante, pronto el silencio comenzaría a verse interrumpido por los vitoreos y los gritos de apoyo de los Dioses que cada vez más comenzaban a apoyar al Dios de la Guerra, mientras las Deidades del Panteón Hindú se mantenían sin poder creerlo las Deidades pertenecientes al Panteón Sudama comenzaban a demostrar su alegría,

Momo -¿Cómo... Cómo puede ser posible?... ¡Hanuman, el Dios del cuerpo Invulnerable acaba de ser dañado por el Dios Mapuche, el Dios Hindú derramó sus primeras gotas de sangre!-

Curupira -¡Bien hecho Epunamun!-

Caipora -No se como lo logró, pero ésto cambia mis expectativas-

[Ngen-winkul
Panteón Sudama: Diosa del Volcán].

Ngen-winkul -Por fin se lo toma en serio ese Idiota-

[Ngen-kütral
Panteón Sudama: Diosa del Fuego].

Ngen-kütral -Dale mérito Hermana, ni siquiera sabemos como hizo para dañar a Hanuman-

[Elche
Panteón Sudama: Dios de la Humanidad].

Elche -Eso es cierto, además bien saben que Epunamun no puede utilizar todo su poder desde el inicio de una batalla-

Ngen-winkul -Si lo se... Pero pasamos una gran vergüenza ante los ojos de la Tierra Prometida-

Ngen-kütral -Un poco si me sentí avergonzada-

[Ngenechén
Panteón Sudama: Dios del Todo].

Ngenechén -Pero ahora el combate se pondrá más interesante, Epunamun les demostrará el Espíritu de las Deidades Mapuches-

Aristeo -¿Cómo pudo haber dañado Epunamun a Hanuman?-

Pan -No tengo idea-

En el Jardín del Edén el Dios Mapuche se encontraba de frente a su rival, siendo por primera vez en el combate quien sonreía de manera burlona ante la incredulidad del Dios de la Fuerza, éste tras limpiar la sangre de su nariz cerraría con fuerza su mano apretando su puño y con furia se lanzaría al ataque sin embargo Epunamun esquivaría con facilidad su embestida saltando hacia un lado y conectaría tres puñetazos veloces en un mismo punto del Dios Hindú quien se tomaría del lado en que su rival lo golpeó, Hanuman no sabía como pero de alguna manera su contrincante había aumentado su velocidad, el Dios de la Guerra no se detendría y lanzaría un derechazo directo al rostro de su rival el cual apenas lograría rozar a Hanuman quien lo esquivaría a tiempo pero en su lugar se llevaría un rodillazo en la boca de su estómago para luego recibir una patada que, a pesar de que éste colocaría su antebrazo para reducir el daño, el golpe de su contrincante lo lanzaría hacia su izquierda, el Dios representante del Panteón Hindú se pondría velozmente de pié y se mantendría estático utilizando una postura defensiva, de alguna manera Epunamun había tomado las riendas del combate obligando al Dios de la Fuerza a tan solo defenderse, en las gradas las Deidades del Panteón Hindú parecerían preocupadas, tal parecía que Hanuman estaba siendo superado,