Duelo 4 (Capitulo X): Más que una Montaña.

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En las gradas del Laberinto de Creta, las Deidades de la Tierra Prometida se encontraban observando el cuarto Duelo del Duelo de Panteones, el público de todas las mitologías se preguntaba quién sería el ganador en esta ocasión, ¿Acaso sería Hanuman, el Dios Hindú de la Fuerza? O el vencedor sería el Dios representante del Panteón Sudama, Epunamun, Dios Mapuche de la Guerra, mientras la mayoría de Deidades escogían un bando, a sabiendas de que el combate se acercaba a su fin, otro grupo de Dioses se preguntaba ya ¿Quién sería el próximo en combatir?
En especial, el Panteón Egipcio, quienes eran el único Panteón que todavía no había formado parte de ninguno de los Duelos,

Horus -La fuerza de esos dos es monstruosa... ¡Espero enfrentar a alguien así!-

Anubis -Tranquilo, seguro te tocará un rival formidable-

Horus -Mierda, nuestro Panteón todavía no ha podido combatir... Eso me molesta-

Anubis -Es cierto... No debe faltar demasiado, incluso te aseguraría que podemos llegar a ser los siguientes-

Horus -No sábes como me gustaría... ¿Quién crees que podría ser nuestro primer representante de ser así?... Espero ser yo-

Anubis -Je... Algo me dice que tendrás que esperar más hermano Horus... Por otro lado, tal vez... Pueda ir yo en primer lugar-

Horus -¿Cómo que tal vez?... En fin, parece que este Duelo por su parte está llegando a su final, ¿No te lo parece?-

En el Jardín del Edén, ambos Dioses representantes se encontraban frente a frente, Epunamun, el Dios Mapuche de la Guerra se había puesto en pié tras recibir un ataque de su contrincante, sin embargo, el Dios se hayaba sonriente, Hanuman aún así no se detendría y comenzaría a correr a su alrededor a una velocidad inmensa, logrando conectar varios ataques en el Dios Mapuche el cual parecía estar obligado a defenderse sin más, Epunamun intentaba bloquear las patadas y los puñetazos ardientes de su rival sin éxito, pues el Dios representante del Panteón Hindú parecía encontrarse en un estado de Frenesí, atacando como un animal desbocado a su presa indefensa la cual no podía hacer nada más que mantenerse al margen en lo que sus músculos eran chamuscados por los golpes cubiertos de fuego de Hanuman, el Dios de la Guerra, estando muy molesto con la situación, haría crecer su brazo derecho y daría un poderoso puñetazo en el suelo, logrando hacer que si rival se detenga el tiempo suficiente conseguir golpearlo haciendo uso de su "Hacha del Horizonte", logrando lanzarlo, pero este reaccionaría velozmente y utilizaría su "Impulso del Noroeste" para elevarse y luego caer a una gran velocidad arremetiendo contra su contrincante en busca de atinar un poderoso puñetazo cubierto de fuego en este, Epunamun lograría esquivarlo apenas, llevándose un roce que quemaría algunos cabellos de su barba, y buscaría concretar un puñetazo doble haciendo uso de su "Doble Pica", pero su contrincante se daría la vuelta rápidamente y detendría con su fuerza el ataque agarrando sus puños, luego abriría los brazos lanzando hacia los lados los puños del Dios representante del Panteón Sudama y concretaría una fuerte patada ignea en el mentón de este, haciéndolo retroceder, y tras esto comenzando a correr nuevamente en busca de no dejarle si quiera un respiro a su rival. En las gradas, las Deidades Sudamas observarían esto con furia y preocupación, en lo que los Dioses del Panteón Hindú parecían encontrarse en éxtasis al presenciar la golpiza a la cual su representante parecía estar sometiendo a su contrincante,

Agni -Jajajaja, que espectáculo, el fuego de Hanuman va a incinerar todas las posibilidades de los Sudamas-

Rama -Como siempre, Hanuman es un guerrero incansable, espero que logre culminar con esta batalla-

El Juicio Final: Duelo De PanteonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora