El Juicio Final: Duelo De Panteones

Duelo 2 (Capitulo IV): Los Deseos de la Luna.

Querella -Hasta el momento, Metztli utilizaba su Macuahuitl de Ixchel para atacar a su rival, pero la Diosa Sumeria Ningal estaba logrando esquivar todos los ataques de su contrincante, ésto llevó a la Diosa de la Luna a sorprender a Ningal y con su "Marea Divina" convirtió su Macuahuitl en un Quaulo... Qauho... Qualho...-

Momo -Un Quauholōlli, ignorante-

Querella -¡En eso...!-

Momo -¿Y ni un gracias piensas darme?-

Querella -Ahora con un ataque la Diosa Azteca sorprendió a la Gran Dama de Sumeria golpeándola con la bola de su Quauho...lōlli (¡Siii lo dije bien!)... ¡Ahora la Diosa de las Cañas está en el suelo!-

Mientras las deidades en las gradas del Laberinto de Creta observaban con asombro el arma de la Diosa representante del Panteón Mexica, en el Jardín del Edén Ningal se encontraba en el suelo arrodillada agarrándose el pecho justo en donde fue golpeada por su rival, la Diosa Metztli sostenía su arma mientras sonreía a su contrincante,

Metztli -Jeje, buen golpe... ¿No crees?-

La Diosa de la Luna realizó un movimiento con su brazo izquierdo extendiéndolo hacia un lado, tras hacer ésto su Quauholōlli volvió a desprender la maza de su punta estirándose con su soga, Metztli daría un par de pazos hacia adelante sin embargo se detendría al ver como su rival parecía recuperar el aliento, la Diosa Sumeria se puso de rodillas y tras comenzar a respirar con normalidad dejaría escapar unas pequeñas risotadas, tapando su boca de manera delicada sin tocar sus labios con la mano extendida, la Diosa Azteca vería ésto extrañada, preguntándose que le había pasado a su contrincante, Ningal sin embargo dejaría de reír tras respirar profundamente, aún intentando contener unos pequeños esbozos de su tierna risa la Diosa de las Cañas comenzaría a hablar,

Ningal -Jaja... Ja... Perdón, lo siento, disculpa... Es solo que...-

Metztli -(Carajo no pensé que el golpe la dañaría tanto)-

Ningal -Es que... se que te he dicho que no me emocionaban tanto las peleas como al resto de los Dioses... Pero... Ésto realmente tiene toda la pinta de que será divertido... Me muero por ver que resulta de ésta batalla-

Tras decir ésto la Diosa de las Cañas nuevamente alzaría su vista clavando sus ojos en la brillante luna, al verla, la Diosa de la Luna haría una pequeña mueca, algo irritada por ver como su contrincante la parecía ignorar,

Metztli -Veo que no planeas dejar de hacer eso... Tss, bien, como tú quieras-

La Diosa Azteca realizó un movimiento circular con su brazo nuevamente haciendo que su arma se volviera a comprimir como un resorte, Metztli apuntaría a su rival y volvería a atacar como anteriormente, sin embargo, una sonrisa se dibujaría en el rostro de la Diosa de las Cañas, en un instante la masa del Quauholōlli golpearía en una montaña que se encontraba detrás de la Diosa Sumeria, pero el ataque no había conseguido conectar con su rival, la Diosa Ningal había logrado evitar el golpe, Metztli hizo regresar su maza y estirandola de nueva cuenta atacó de manera Horizontal, la Diosa Sumeria saltaría para evitar el golpe sin siquiera ver el arma, la Diosa de la Luna elevaría su brazo y luego lo bajaría bruscamente, la maza del Quauholōlli de Ixchel se elevó y luego arremetió hacia abajo contra Ningal, ésta elevaría uno de sus trozos de Caña y enredaría la soga del Quauholōlli en ésta, luego daría un giro con el cual atraería a su contrincante hacia donde ella estaba, Metztli sería arrastrada hasta quedar de frente a Ningal, la Diosa de las Cañas intentaría golpear el estómago de su rival con sus Cañas, pero la Diosa de la Luna lograría soltar su arma eh intentaría golpear con su Quauholōlli a su rival, Ningal evitaría el golpe con una de sus Cañas y con la otra intentaría contraatacar, Metztli lo esquivaría y ambas comenzarían a chocar sus armas cual si fueran espadas,