El Juicio Final: Duelo De Panteones

Duelo 3 (Capitulo VI): Cacería en el Edén.

El Jardín del Edén, la arena de batalla en donde se llevaba a cavo un torneo a muerte que reunía a los nueve panteones principales, en este escenario estaba aconteciendo el tercer combate del Duelo de Panteones, tras transformarse en un Halcón con astas, Cernunnos, el Dios Celta de lo Salvaje habría alzado vuelo ante los ojos de su contrincante, el Dios Chino de la Arquería, Hou Yi se vería un tanto sorprendido tras ver la técnica de su rival, aunque como siempre cambiando apenas su expresión de seriedad y volviendo a ésta sin más tardar,

Momo -¡El Dios de lo Salvaje!, conectado con la naturaleza desde su espíritu, ni los animales, ni las plantas, ni las bacterias... ¡Ninguno de los Reinos de la Naturaleza se escapan a su conocimiento!, el es el Dios capaz de ver el espíritu de todo ser viviente... ¡¡¡Ahora su forma de Halcón se ha hecho presente en el combate!!!, ¿Podrá Hou Yi darle caza a la Deidad Astada?-

Aristeo -Wow, se transformó en un Halcón-

Apolo -Ya había cambiado su rostro por la cabeza de un león, sin embargo no pensé que podría transformarse por completo en un animal-

Entre las Deidades si bien el cambio de forma es un poder común, ésta habilidad no es fácil de usar, y mucho menos en grandes escalas, razón por la cual si un Dios es capaz de realizar una metamorfosis tal como convertirse en un animal es algo común entre los Dioses deducir que dicha Deidad posee un gran poder mágico en su haber, en el Jardín Cernunnos se encontraba volando alejado de su contrincante, Hou Yi lo observaba sin más, de pronto el Dios Chino tomó velozmente la cuerda trenzada de su arco tensandola y lanzando una flecha de fuego, Cernunnos tendría apenas décimas de segundo para reaccionar al ataque, logrando esquivarlo tras dejarse caer en picada, luego llegando al suelo se detendría justo a tiempo para evitar otro flechazo del Dios Arquero,

Cernunnos -A ver si aciertas alguna viejo-

El Dios Astado daría la vuelta y comenzaría a volar lejos de su rival, Hou Yi lo comenzaría a perseguir corriendo a la vez que tensaba la cuerda de su arco, nunca dejando de apuntar al Dios de lo Salvaje, en un momento durante la persecución se subiría a una roca y daría un salto tras el cual lanzaría otra de sus flechas, el Dios Celta sin embargo se daría vuelta y comenzaría a girar provocando una pequeña ráfaga de aire con tonalidades de color verde con la cual lograría regresar el flechazo de su rival el cual al encontrarse el representante del Panteón Oriental en el aire impactaría de lleno en el pecho de éste provocando que cayera al suelo, Cernunnos continuaría con su vuelo mientras que el Dios Chino se colocaría su mano sobre la herida que le había dejado el flechazo, ésta no era grave debido a la poca velocidad de la flecha al impactar contra el sin embargo las flechas de fuego de Hou Yi eran tan ardientes que quemaban sin siquiera tocar a su objetivo, por lo cual el dolor que le provoca al Dios su herida no era poca cosa, a pesar de ésto este se pondría velozmente de pié y continuaría con su persecución, Cernunnos en su forma de Halcón poseía una gran velocidad, pero el Dios de la Arquería era un cazador incansable y pronto alcanzaría a su contrincante, éste comenzaría a girar lanzaría otra ráfaga de aire de color verde buscando golpear a su rival aunque sin éxito ya que Hou Yi se lanzaría al suelo para esquivarlo, girando hacia adelante y quedando de rodillas soltando su cuerda lanzando otra flecha logrando rozar una de las alas de Cernunnos provocando que éste perdiera momentáneamente el equilibrio cayendo al suelo pero logrando mantenerse en el aire tras utilizar otra ráfaga verde para impulsarse hacia arriba, el Dios de la Arquería se pondría de pié y tras dar unos pasos hacia adelante daría nuevamente un salto con el cual alcanzaría a estar al lado de su rival lanzando otra flecha casi a quemarropa, Cernunnos alcanzaría a reaccionar girando rápidamente para provocar otra ráfaga de aire la cual lanzaría a ambos Dioses provocando que Hou Yi cayera nuevamente al suelo, aunque girando hacia atrás mientras tensaba su arco logrando ponerse de pié y lanzando otra flecha la cual sería apenas esquivaba por el Dios Astado,