~Desde el comienzo, Hermès era visto por los demás Dioses como un Dios débil, claro que poseía los poderes de cualquier Dios, sin embargo, a comparación de sus hermanos, el joven Dios de los mensajeros era relativamente un Dios mediocre, era muy querido, poseía un talento nato para hacer reír a quien sea, sabia bailar, cantar, tocaba cualquier instrumento de forma perfecta, era un Dios altamente talentoso, pero, cuando se trataba de batallas y combates, no solía ser llamado al campo de batalla como sucedía con sus hermanos Atenea o Apolo quienes eran y son de los Dioses más poderosos de la Tierra Prometida, sin embargo, hubo un día, aquel día en el cual el Dios de los Ladrones pudo demostrar su valía, el día de aquella reunión...
[Monte Olímpo.
Reunión de los Olímpicos].Apolo -Debemos de poder hacer algo... ese monstruo no puede salirse con la suya-
Artemisa -Ojalá pudiéramos, pero ese gigante desgraciado posee esa habilidad insoportable de invocar cien ojos, es veloz, demasiado, lo ve todo y no le afectan las habilidades de los Dioses, básicamente es intocable ante cualquiera de nosotros-
Ares -Todo es culpa de ese garrote de Oro... Eres un idiota Hefesto-
Hefesto -Fue todo culpa de esa perra de Gea, esa maldita me engañó-
Los Dioses Griegos se encontraban en un problema bastante grande, un Gigante llamado Argos había raptado a una de las sacerdotisas de Hestia, una Diosa de nombre Io, en busca de atraer a los Dioses hacia una trampa mortal, los gigantes eran una raza creada por la Titan Gea, Diosa Primordial de la Tierra, con el objetivo de destruir a aquellos que derrotaron a los suyos, los Dioses del Olímpo... ¿Cuál era el problema?, Argos, el Gigante definitivo creado por Gea para erradicar al Olímpo, poseía un garrote hecho de Oro el cual fue construido a manos de Hefesto el Dios de la Forja tras ser engañado por la Titan, el garrote le daba a su portador el poder de ser inmune a cualquier ataque mágico, volviéndolo inmune a los poderes más grandes de los Dioses, pero los Dioses eran más poderosos que el gigante, no debería representar una amenaza, éstos pueden acabar con Argos a puño limpio... Eso es lo normal a pensar, resulta que, la realidad era otra, el gigante poseía en su haber una técnica a la cual llamaba "Los Cien Ojos de Gea", ésta habilidad le permitía ver y anticipar cualquier intento de ataque dirigido hacia el, pudiendo esquivar cualquier ataque, y luego contraatacando sin problemas, es decir, que era prácticamente intocable...
Zeus -Está claro... necesitamos encontrar la manera de quitarle el arma sagrada a ese idiota sin ser tocados-
Atenea -Perfecto, ¿Alguno de acá tiene un plan?-
El salón donde se encontraban los Olímpicos se llenó con un preocupante silencio, los Dioses se encontraban pensando la manera de vencer a Argos, en ese instante para sorpresa de los demás Olímpicos, sólo un Dios rompió el silencio, Hermès, el joven Dios se encontraba tocando una flauta de pan sentado inclinándose hacia atrás en su asiento, cuando la joven Deidad de los Mensajeros dejó de tocar su flauta comenzó a hablar con un tono despreocupado,
Hermès -Yo puedo ir-
Los Dioses del salón no lo tomaron en serio en un primer instante, sin embargo tras observar su rostro decidido comprendieron que éste hablaba totalmente en serio, y de hecho, al parecer tenía un plan, por ese motivo se decidió finalmente que le dejarían ir al combate, el joven Dios de los mensajeros entonces se dirigió hacia su encuentro con el Gigante de los Cien Ojos, Argos...~
ESTÁS LEYENDO
El Juicio Final: Duelo De Panteones
FantasíaDerivado de "El Duelo Del Eterno", una historia basada en Shuumatsu No Valkyrie. En un mundo donde la magia es la fuente de la creación, los dioses existen y se dividen en Panteones, que son grupos de dioses, algunos siendo de una única mitología c...