El Juicio Final: Duelo De Panteones

Duelo 4 (Capitulo III): Un Cuerpo Invulnerable.

El Jardín del Edén, un inmenso continente repleto de climas y ambientes de lo más variados, un sitio ubicado en una dimensión de Bolsillo donde el tiempo no transcurre de la misma manera que en nuestro mundo, en un prado situado dentro de éste mitológico lugar se encontraban combatiendo Hanuman y Epunamun, las Deidades representantes de los Panteones Hindú y Sudama respectivamente, en ese momento el Dios Mapuche se encontraba tumbado en el suelo cubierto con escombros y tierra tras haber recibido un ataque de su rival, mientras a unos pasos de él el Dios de la Fuerza se encontraba de pié observándolo, Hanuman se encontraba sonriente, con sus brazos cruzados y una mirada alardeante, al verlo los ojos destellantes del Dios de la Guerra se llenaron de rabia y tras levantarse de manera violenta éste arremetió a gran velocidad contra su contrincante, Hanuman tomaría el puño de su rival de manera tranquila tras éste haber lanzado un derechazo directo al rostro del Dios Hindú, sin embargo el Dios representante del Panteón Sudama lanzaría otro puñetazo con su mano izquierda el cual sería esquivado por su rival ante la sorpresa del Dios Mapuche, éste saltaría y lanzaría una patada con ambos pies hacia Hanuman en busca de lanzarse hacia el otro lado soltando su puño, tras caer Epunamun daría otro salto intentando conectar una patada en el Dios de la Fuerza pero éste la recibiría sin problemas, el pie del Dios Mapuche se mantendría en el cuello del Dios Hindú sin que éste se inmutara, Hanuman lo tomaría y tras levantarlo lanzaría una patada la cual elevaría hacia el cielo a su rival, lejos de verse afectado por el ataque Epunamun comenzaría a caer con un pié apuntando hacia abajo, durante la caída la pierna del Dios de la Guerra comenzaría a temblar y a aumentar su tamaño al igual que había sucedido anteriormente con su brazo,

[¹Manün Hueicha:
Estocada del Cielo].

Tras ésto el Dios Mapuche finalmente caería al suelo con la intención de aplastar a su rival con su pié, el impacto agrietó la tierra y levantó polvo, sin embargo ésta vez Hanuman había esquivado el ataque de su rival,

Epunamun -(¿Pero... Por qué?)-

El Dios de la Fuerza intentaría aprovechar la situación y lanzaría un puñetazo hacia su contrincante pero Epunamun se reincorporaría Rápidamente y haría volver su pierna a su tamaño normal para esquivar el golpe al lanzarse al suelo, velozmente el Dios de la Guerra se pondría de pié y su rival le lanzaría una potente patada en dirección a su estómago, Epunamun lo esquivaría tras girar hacia su derecha y aprovecharía el movimiento para hacer crecer su pierna de nueva cuenta lanzando así una poderosa patada contra Hanuman,

[Manün Hueicha:
²Hacha del Horizonte].

Ante el ataque el Dios Hindú se mantendría estático y sonriente, la patada daría de lleno en éste y generaría una gran corriente capaz de levantar tierra, sin embargo nuevamente el Dios de la Fuerza se mantendría inamovible, observando a su rival de manera confiada, Hanuman agarraría la pierna de su contrincante y la lanzaría hacia arriba para luego arremeter contra éste atinando un puñetazo en su estómago que lo haría azotarse contra el suelo, luego de ésto y antes de que Epunamun pudiese siquiera levantarse atinaría una patada que lo lanzaría lejos, tras caer el Dios de la Guerra devolvería su pierna a su tamaño normal y se pondría de pié a su vez que se tomaba de la cabeza,

Hanuman -Vamos... Aún no me has logrado dañar-

Momo -¡Epunamun ataca una y otra vez, sin embargo el Indestructible Dios de la Fuerza no requiere ni siquiera de evitar esos golpes, puesto que no tienen efecto ante su cuerpo Invulnerable!-

Agni -Jaja... Hanuman tiene ésta situación controlada, tu hijo es todo un guerrero Vayu-

Vayu -Pues si, siempre supe que lo sería-