~En Egipto, milenios atrás en el tiempo, cuando el calor azotaba sin descanso y el desierto ocultaba todo rastro de vida con su manto de arena, perdido en la nada misma de este océano de tono amarillento se encontraba una pequeña aldea, muy lejana a aquellas grandes civilizaciones que construyeron las maravillosas Pirámides, incluso llamar aldea a aquel sitio, el cual contaba apenas con poco más de una docena de habitantes aproximadamente, era ser extremadamente adulador.
En aquel lugar habitaban niños contados con los dedos de una mano, quienes jugaban de manera despreocupada mientras los adultos los cuidaban con seriedad, los pocos habitantes parecían haber logrado convivir de manera pacifica entre ellos, cuidándose y encargándose de cada tarea de gran manera en pos de ayudarse entre sí, algo realmente anómalo en la involucionada y salvaje humanidad de esos días. Sería en este marco que un día se vería a una pequeña sombra vagando sin rumbo por las orillas del pueblo, como un espejismo en el desierto, una figura delgada y de baja estatura haría acto de aparición en frente a los pequeños niños quienes jugaban entre risas y gritos, aquellos infantes detendrían sus juegos al percatarse de esta presencia, quien los estaría observando no sería más que otro niño, uno al cual no habrían visto jamás, un chico de cabello desalineado y cubierto de arena, con colmillos y unos ojos de color violeta los cuales resplandecían de manera sobrenatural. Los niños se mantenían en silencio ante aquel extraño, sintiéndose incómodos y un tanto inseguros dados sus atributos anormales, de pronto el extraño niño rompería con ese silencio de muerte al comenzar a hablar,An -Hola... me llamo An...-
Extrañados, los demás niños seguirían observando al niño nuevo con extrañeza y sospecha, no era algo común encontrarse con otras personas en aquellos días, de hecho, esa pequeña aldea perdida de la mano de Dios no había tenido visitantes nunca, incluso siendo probable que la gente que vivía en aquel sitio ni siquiera estuviese al tanto de que no eran los únicos seres humanos en el mundo. Tras unos minutos finalmente uno de los niños decidió acercarse al nuevo y con la voz baja, muestra de su desconfianza, procedería a responder,
Kahlil -Mi... mi nombre e-es... Kahlil¹-
An -Que buen nombre-
Kahlil -Gracias... y dime, ¿Quién eres... Dónde están tus padres?-
An -Mis... ¿Padres?...-
Kahlil -Si... ¿De dónde vienes?-
An -Yo... no lo sé, creo que toda mi vida viví en el desierto...-
Kahlil -No... ¿No tienes familia ni hogar?-
An -Pues, no... Díganme, ¿Qué es lo que estaban haciendo?-
Kahlil -¿Qué?... ¿hablas de jugar?-
An -¿Ju-gar?-
Kahlil -¿Nunca has jugado?...-
An -No... ¿Qué es eso?-
Kahlil -Bueno, si quieres te enseñamos, es divertido... ven-
An -¿Divertido?... seguro, enseñenme-
Rápidamente, los niños retomaron sus juegos, siendo ahora acompañados por el nuevo chico, An, este se iría acoplando poco a poco a los demás, y no tardaría mucho hasta que comenzaría a divertirse a la par del resto, las risas y los gritos de alegría se harían presentes en aquel sitio, inundando los oídos de la poca gente que había. Tras horas de juegos infantiles, el sol comenzaría a ponerse, y la oscuridad iría consumiendo poco a poco la arena del desierto, los adultos no tardarían en llamar a los niños para que estos volviesen a sus hogares, refugiándose de la fría noche, An se despediría de sus nuevos amigos y daría la vuelta para irse de allí, sin embargo, Kahlil le tomaría del brazo, y sonriente invitaría al nuevo chico a que fuera con él a su casa, pues a pesar de apenas conocerse, y a pesar de ser la primera vez que veía a alguien que no perteneciera a su aldea, el pequeño Kahlil sabía que las noches en el desierto eran cuna de peligros aterradores que atentarían con la vida de cualquiera, y este no quería dejar que su nuevo amigo fuese víctima de tal escenario, razón por la cual insistiría hasta que su nuevo amigo An finalmente se convenciera, aceptando y yendo así a su hogar, los padres de Kahlil tras verlo se sorprenderían, e incluso se alarmarían, sin embargo al ver la mirada compasiva de su hijo y el rostro perdido del pequeño An lo dejarían quedarse. Aquella noche sería, probablemente, la noche más feliz en la vida de An, puesto a que este no tenía una familia ni amigos,
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El Juicio Final: Duelo De Panteones
FantasiDerivado de "El Duelo Del Eterno", una historia basada en Shuumatsu No Valkyrie. En un mundo donde la magia es la fuente de la creación, los dioses existen y se dividen en Panteones, que son grupos de dioses, algunos siendo de una única mitología c...