El Juicio Final: Duelo De Panteones

Duelo 3 (Capitulo III): Reinos de la Naturaleza.

El tercer combate del Duelo de Panteones finalmente había dado comienzo, en el Jardín del Edén se estaban enfrentando Hou Yi, el representante del Panteón Oriental y Cernunnos, Dios representante del Panteón Celta, ambos Dioses se encontraban siendo observados por las Deidades que se encontraban en las gradas del Laberinto de Creta los cuales durante unos momentos se mantuvieron atónitos ante un reciente suceso ocurrido en la batalla, luego de fracasar en sus ataques, el arco del Dios Chino de la Arquería se transformaría tras verse envuelto en fuego, y sería usado por la Deidad para crear un nuevo ataque más poderoso el cual ante los ojos de las Deidades del público lograría no sólo acertar contra el Dios de lo Salvaje, si no que le habría logrado arrancar el brazo izquierdo, el ataque sería llamado "Jabalina Flamante",

Momo -¡El Dios Hou Yi transformó su arco en su "modo de caza" y efectuó un ataque con el cual le arrancaría un brazo a su rival, logró dar vuelta todo el panorama a su favor!-

Bodb -¡Carajo... Ese Hippie ya nos va a hacer perder!-

Metztli -Ese Arco es increíble, es la primera vez que puedo ver el Famoso arco del Dios Hou Yi-

Aristeo -¿Qué fue eso... Modo de Caza?-

Apolo -El "Arco del Sol", esa es hijo mío la legendaria arma del Dios Chino Hou Yi, se cuentan leyendas sobre ese arco, se dice que el Arco tiene el poder de adaptarse a las necesidades de su portador transformándose y adquiriendo distintas habilidades, supongo que a lo que eso se refiere es a ésto, al parecer el arma posee distintos modos, cambiando de forma dependiendo de la clase de técnica que el Dios decida efectuar para enfrentarse a su rival... En éste caso su "Jabalina Flamante"... Y supongo que el nombre tiene relación-

Artemisa -El que el Arco se deba adaptar al Arquero me parece prueba de que ese Asiático no merece el título que ostenta-

Aristeo -Es un arma versátil y sorprendente... Y su poder fue capaz de arrancarle el brazo a Cernunnos, supongo que Hou Yi tendrá una ventaja abrumadora a partir de ahora-

Atenea -Tal vez... Aunque, yo no me confiaría demasiado... Ante un Dios nunca se puede estar seguro-

En el Jardín Cernunnos se encontraba tirado en el suelo, la flecha de fuego había impactado a una gran velocidad y su temperatura había sido tan intensa que la herida de su brazo se encontraba cauterizada razón por la cual no se encontraban manchas de sangre, Hou Yi se acercaría lentamente a su rival quien parecería estar inerte, de pronto éste comenzaría a toser y tras abrir los ojos finalmente reaccionaría sentándose de piernas cruzadas y tomándose la cabeza con la mano que le quedaba, tras suspirar el Dios Celta por fin rompería el silencio,

Cernunnos -Mierda... Ni siquiera pude reaccionar... Ggh... Duele-

Hou Yi -Si quieres, puedo acabar ahora mismo con ésto, en ese estado llevas demasiada desventaja, me tomarátan solo un instante para darte fin... Aunque si quieres puedes intentarlo, por tu honor y el de tu Panteón, de ser ese el caso estaré de acuerdo-

Cernunnos -¿Cómo?... Jajajaja... Muchas gracias de verdad viejo, que honorable Jaja... Pero, creo que a nuestro combate aún le queda mucho por delante de hecho-

[Espíritu Monera:
Re-Organismo].

En ese instante los ojos del Dios Celta comenzarían a brillar intensamente de un color verde esmeralda a la vez que se ponía de pié tras dar un salto, de pronto éste comenzaría a gemir de dolor mientras fruncía el ceño y de frente a su herida cauterizada aparecería una pequeña partícula de luz de color verde, ésta tras flotar un poco se pegaría al hombro de la Deidad y tras ésto comenzarían a aparecer más puntos de luz los cuales se le iban pegando al cuerpo de la misma manera que el primero, así seguiría por unos segundos hasta que las luces terminarían por cubrir toda su herida, para sorpresa de Hou Yi la luz comenzaría a moverse tomando una extraña forma, tras un grito de dolor por parte del Dios Astado la luz terminaría por formar un brazo, y tras desaparecer ésta en un destello y ante los ojos de las Deidades en las gradas del Laberinto se vería como al Dios le había crecido un nuevo brazo, aunque se vería de un color un poco más apagado a la tonalidad que tenía su piel, con el rostro cubierto por gotas de sudor Cernunnos se miraría la nueva extremidad y sonreiría girando la cabeza hacia su oponente quien se encontraba igual de serio, aunque dejaba ver un atisbo de sorpresa en su rostro,