Duelo 2 (Capitulo VII): La Guardiana de Ur.

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En el Laberinto de Creta, las deidades del Panteón Sumerio en las gradas se encontraban sorprendidos, así como los Dioses que apoyaban a la Diosa de las Cañas, en el Jardín del Edén la Diosa Sumeria Ningal se encontraba con una mano sobre su ojo izquierdo, herido por un ataque de la Diosa Metztli, la sangre de Ningal caía al suelo mientras su rival sólo se reía,

Nannar -Hi... Hija de puta... ¡Ningal amor!-

Querella -¡Increíble... Ante la mirada atónita de la grada la Diosa Representante del Panteón Sumerio perdió un ojo, el ataque de la Diosa Azteca dió en el blanco!-

Ningal -(Mierda, la premonición no llegó hasta ese ataque)-

La Gran Señora se levantó y sacó su mano cubierta de sangre de su rostro, luego agarró el pañuelo que tenía atado en su cabeza y se lo ató sobre el ojo, cuando terminó miró seriamente a su rival, sin embargo lejos de la reacción que cualquier deidad hubiese esperado por parte de Ningal ésta solo sonrió, puso su mano sobre su nuca sobandose y con voz relajada se dirigiría hacia su rival,

Ningal -Bien, bien lo admito... Me llevé una sorpresa con ese ataque, se ve que comprendiste demasiado bien las virtudes y los fallos de mi habilidad-

Metztli -¿Eh...? ¿Qué clase de reacción es esa?... Pero si, tal como pensé, solamente eres capaz de ver unos segundos del futuro, por lo tanto... Ahora soy yo quién se tendrá que anticipar a lo que tú veas-

Velozmente Ningal levantó su arma y abanicó hacia abajo, de ésta salió una sola ráfaga de aire enorme que iba levantando el suelo a medida que se acercaba con gran rapidez hacia la Diosa de la Luna, Metztli retrocedería y con velocidad convirtió su arma en su Chimalli nuevamente, la Diosa hizo que su escudo aumentara su tamaño y se protegió detrás de éste, la ráfaga de aire chocó con el escudo finalmente y mandó a volar a la Diosa, ésta cayó de pié en una montaña y al estrellarse la rafaga en ésta desaparecería, ahora el Broche de la Diosa Azteca comenzaría a destellar y el Chimalli de Ixchel volvería a transformarse en su Tlacalhuazcuahuitl, Metztli pondría su cerbatana en sus labios y comenzaría a soplar sin parar, del arma comenzarían a salir disparadas a gran velocidad burbujas que entre más se acercaban a la Diosa Sumeria más tomaban la forma de dardos puntiagudos, Ningal al ver el ataque comenzaría a correr intentando evitarlo, las burbujas no dejaban de salir del arma de la Diosa de la Luna, Metztli parecía querer acribillar a su rival, Ningal tan solo se encontraba corriendo para esquivar las burbujas hasta que se detendría y con un rápido movimiento de su brazo usó su caña para lanzar tres ráfagas de aire que que destruirían las burbujas y se dirigirían hasta la Diosa Azteca, ésta volvería a transformar su arma, convirtiéndola en su "Macuahuitl de Ixchel" con la que cortaría las ráfagas de aire, nuevamente su arma se convertiría en el Tlacalhuazcuahuitl con el que continuaría su ataque continuo, la Diosa de las Cañas volvería a abanicar su caña para destruir las burbujas pero Metztli saltaría evitando las ráfagas y provocando que una de sus burbujas golpee a su contrincante en la frente dejándole un pequeño corte, Luego caería sin detener su ataque de burbujas, Ningal se vería obligada a comenzar a correr nuevamente,

Querella -¡El ataque continuo de la Diosa de la Luna está agobiando a Ningal, La Gran Dama se defiende como puede, pero se está viendo obligada a huir!-

Nannar -Maldita sea... Mi vida puedes dar vuelta la situación-

Enlil -Ningal, mi sobrina querida... Deja de jugar hazme el favor-

El Juicio Final: Duelo De PanteonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora