NarradorKeisuke había empezado a ser más presente en la vida de Maggie debido a que Chifuyu empezó a tener un acercamiento con Takemichi. Cuando empezó a hacerse más notorio el despegue con ellos se sintieron celosos, hallaron la forma de no hacer sentir mal al de ojos verdes en cambio ellos empezaron a hacer planes sin incluirlo teniendo en cuenta su aprobación.
Hoy estaban viendo la vista de un atardecer mientras saboreaban un pequeño plato de ramen que les habían obsequiado los hermanos kawata después de una corta visita que hicieron. Poco a poco la pelinegra fue integrándose y socializando con los demás.
–Creo que te prefiero a ti que a Fuyu–. Dijo llevándose un poco de fideo a la boca.
–Ni se lo digas a el que se convierte en una fiera–. Rio ante la broma.
–Hablando de fieras mira a esa de ahí–. Señaló arriba del árbol donde estaban tomando la sombra, era una gata blanca muy linda que los estaba mirando con miedo tal vez era porque no llegaba ni a los dos años de edad.
Keisuke se levantó bajando a la felina con cuidado está trato de arañarlo pero el inicio el tacto acariciándola de la cabeza.
–Es muy linda–. Dijo Maggie observándola con curiosidad.
–Ten–. La colocó entre sus piernas y dudosa empezó a tocarla causando calidez en ambos seres humanos.
La pelinegra agarró un plato de plástico y sirvió un poco de fideos en él para luego dárselo al animal ya que a vista se podía ver la tanta falta de comida que su cuerpo requería. El miraba la escena con orgullo y ternura sin querer una sonrisa tan sincera se transformó en su rostro.
–Baji–. Sin respuesta.
–Baji? –. Este solo la miro y en ella ejerció un pequeño tono rosado en sus mejillas al ver cómo hace rato clavó su mirada en el momento que ella creó dejándolo un tanto pensativo.
–Creo que te la deberías de quedar–. Dijo él para cambiar el ambiente.
–Tal vez mi madre no me deje pero es mejor pedir perdón que permiso–. Sonrió y su acompañante realizó lo mismo como señal de aprobación.
–Es increíble el amor que le tienes a los gatos Baji.
–Si robarme a Peke J es poco entonces no sé cuál sea mi límite–. Ella lo miró con asombro.
–Ahora tengo miedo que te robes la mía.
–Dame unos dos días y no la verás en tu casa.
–Baji!
(. . .)
–Dejame ver si entendí, ¿Me dices que haces esto solo para juntar a esos dos?
–¿Crees que quiero verte la cara seguido? Para eso está Hina.
–Chifuyu recuerda que estoy aquí–, Lo golpeó–. Se ven tan lindos, voy a tomarles una foto.
–No! –. Dijeron al compás.
–¿Por qué? Te apuesto que a los chicos de la Toman les encantaría ver esto–. Expreso moviendo su teléfono.
–Baji dejaría de hablarlos.
–Y Maggie me mataría por este plan–. Siguió argumentando Chifuyu.
El rubio de ojos verdes había notado las salidas que tenían estos pelinegros, él salía de casa para pasar tiempo con su otro cercano de la Toman, poco a poco solo fueron excusas para que ellos dos empezarán a coincidir más veces y contó su plan para así tener más ideas para lograr emparejar a estos dos.
Había contado y obviado muchas cosas de las cuales que Maggie había tenido un acercamiento demasiado grande con las dos cabezas que dirigían la pandilla en su infancia, solamente advirtió que nadie tenía que enterarse porque sería una distracción para el capitán de una de sus divisiones.
Y ahí se encontraban, viendo cómo los lejanos pedían dos conos de helado, con una felina en manos de la pelinegra y riéndose de sus chistes que ambos soltaban.
–¿Y ese animalito? –. Cuestión Takemichi.
–Dentro de poco será de Baji, te lo apuesto.
–Chifuyu! Exprésate bien de tu amiga–. Miro con enfado al mencionado.
–¡Pero que amiga si yo estaba hablando de la gata! Baji siempre se roba los gatos no me sorprende que ese también.
–Baji es raro–. Soltó Hina.
–Ni que lo digas–. Siguió apoyando su novio.
–Es la última vez que me acompañan.
–¡¿Por qué?!
(. . .)
–Gracias por todo, me la pasé increíble–. Comentó Maggie dirigiéndose a la puerta de su hogar.
–No tienes porque decirme gracias, tenemos que decírselo a Chifuyu.
–¿Eso por qué?
–Por qué ahora la tenemos a ella–, Señaló a la mascota de su acompañante–. Tienen en común algo.
–Déjame ver, ¿El estar tan a la cautela cuando alguien nuevo se le acerca? –. Bromeó.
–Eso no–, Río–. Esos ojos celestes los cuales nadie puede decir que son feos.
La alagada se mantuvo callada tratando de buscar algún cumplido para estar a mano con lo que hace unos segundos pronunciaron.
–No me esperaba eso, Baji eres alguien que su perspectiva suele ser un chico problema pero cuando te conocen eres uno de los más amables–, El solo sonreía–. Por eso te agradezco el que seas la segunda persona a quien tenga aquí.
–Cuenta conmigo para todo.
–Ten por seguro que lo haré–. Finalizó dándole un abrazo inesperado que cordialmente aceptó el contrario.
Espero a que Keisuke ponga en marcha su vehículo para poder entrar con más tranquilidad a su hogar, cuando insertó las llaves escucho algunos pasos apresurados juraba que su madre aún seguía en el restaurante así que eso la alarmó, pero al ver quién estaba recostado en el sofá solo soltó una risita.
–Eres un chismosito–. Declaró dejando a la gata explorar su nueva casa.
–¿Yo? Me ofendes Maggie–. Gruño su mejor amigo.
–Entonces, ¿No quieres preguntar? –. El interrogado suspiro derrotado.
–¿A dónde fueron? ¿De quién es la gata? ¿Te llevo al frente o atrás de su moto? ¿Comieron algo?.......
Hola! Cómo están?
Mientras más pasa los días más
capítulos les debo, disculpita por milésima vez.
Eh decidido que voy a mejorar los capítulos iniciales ya que mi escritura
no es la misma que ahora, no le quitaré pero se argumentará más las situaciones o ya depende como lo vea. También quisiera agregar más porque los veo muy cortos 😔
Besos! Me dicen que tal les pareció este cap 💗
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"Promesas" | Ken Ryuguji
RomanceUn amor infantil que el destino decidió quebrar este es el caso de Draken y Maggie quienes fueron amigos desde niños y crearon una conexión inigualable prometiendo mutuamente una linda historia de amor pero asi quedo solo en promesas... Luego de uno...