"Promesas" | Ken Ryuguji

"EL INICIO"

"Lo juro"

"Lo prometo"

"Estaremos juntos siempre"

Realmente, ¿se pueden cumplir? Es decir, ¿ se hará realidad lo que alguna vez prometimos?

Eternos no somos y mucho menos estar toda una vida juntos, la vida coloca trabas en el camino, momentos buenos porque celebrar pero eres tú quien decide dar el gran amor que llevas dentro y estar para esa persona quien lo necesite.

Disfruta, no sabes cuando la vida te va a poner en lo más bajo y tener sabor a un café demasiado cargado.

Equivocarse no está mal, aprenderás en el camino y será el proceso donde tú serás más concreto y maduro.

Las personas muchas veces no están hechas el uno para el otro, amate, quiérete, valórate, ama con intensidad y también aprende a quien no deberías de hacerlo, no te quedes estancado en un solo lugar, experimenta y sabrás que todo puede ser diferente.

Expresa tus sentimientos, no los reprimas ni mucho menos los ocultes porque tú nunca sabrás cuál será la consecuencia que te traerá, siendo buena o mala sabrás que al menos no cargas con el peso de mantenerte callad@.

Espero disfrutes este fic que con mucho esfuerzo y dedicación se escribe.

Narradora

Maggie era una niña que realizaba sus actividades comúnmente. Quien era una pequeña pelinegra de ojos celestes, muy bonita pero lo que más destacaba eran sus virtudes. Regresaba de sus clases, de piano para ser exactos cuando escucho unos pasos viniendo rapidamente y gritando dicho nombre. Esto no la sorprendió debido a que sabía quién era el causante de los bullicios.

—Maggie! Maggie!—. Gritaba agitadamente Ken Ryuguji, al igual de pequeño que ella por edad, quien venía siguiéndola hace unas cuadras.

El era rubio, más alto que ella por centímetros y tenía un arete en el lado derecho color plateado.

—Ken mírate estas todo empapado de sudor—. Soltando consigo una pequeña risa burlona.

—Eso es tu culpa, si tan solo no hubieras salido antes de tus clases—. Miró a aquella chica con el ceño fruncido. Intento abrazarla pero está lo aparto. A veces daba la sorpresa de aparecer fuera del taller al que ella asistía.

—No me vas a abrazar así primero agarro una manguera y te doy una enjuagada—. Bromeo.

—Bien! Si eso hago obtengo un abrazo ¿Si?

—Tienes suerte que mamá guarde unas prendas tuyas, no se sabe cuándo apareces.

Era habitual que el llegara sin previo aviso no solo a sus clases, costumbre de la cual que nunca le molestaba a esta pelinegra es más le encantaba ya que la mayoría de tiempo estabas sola en el restaurante que su madre manejaba entonces le cayó como anillo al dedo y por esa razón conocía a Ken, íntimos amigos que pasaban diariamente momentos juntos, su llegada al medio día o simplemente aveces buscaba a esta estudiante para ambos distraerse.

No era un secreto que él no tenía padres y lo podía decir libremente, aprendió a vivir con eso, tenía claro que no los necesitaba porque estaba siendo influenciados por personas las cuales tenían cualidades de bien, muy aparte sabia lo que era bueno y malo, algunas veces era juzgado por no tener "corazón" al hablar sobre dichos temas con normalidad, daban por hecho que era alguien de mala influencia.

Hitomi, madre de Maggie y ella eran la excepción porque sabían que en el fondo él solo buscaba comprensión. Sus padres hasta el día de hoy nunca preguntaron o se acercaron por el, tenía un vacío que lo rellenaba con ellas.