"Promesas" | Ken Ryuguji

"RETORNO"

                                     Narrador

Estos años sin duda fueron de valiosos recuerdos para unos preadolescentes, experiencias y desagrados tan comunes empecemos contando por nuestra querida pelinegra sin duda con los años dejó de pensar en un pasado o en alguien de este mismo acompañada siempre de Fuyu quien en todo momento fue comprensivo y sacó sonrisas cuando lo necesitaba, se acostumbraron a la vida fuera de Japón, suena inquietante adelantarnos aunque nada muy interesante que contar durante estos años por parte de ellos.

– Oye sabes que no puedes tomar mis cosas sin permiso –, Dijo Fuyu.

– Pues lo hago y que –, Respondió Maggie sacando la lengua de la forma más burlona posible.

– Te tengo que aguantar?

– No te queda de otra –río–. Mami no está aquí para protegerte.

Una pequeña broma con algo de verdad, desde un inicio se tenía planeado que Chifuyu con su madre viajaría un año antes que Maggie pero tanta cercanía hasta con las madres permitió que estos dos se quedarán juntos y su retorno sería al mismo tiempo. Esto hizo que el pequeño se quedará a cargo de la otra familia ya que su madre tenía que viajar pese a ello.

– No necesito que lo hagan, yo puedo solo.

– Claro sabes que yo…¿Qué miras?

– Carta de la semana –exclamó feliz el rubio.

– Dámela – dijo en puntitas, no es la persona más pequeña pero la altura del masculino no favorecía en nada.

A pesar del tiempo la costumbre de las cartas mandadas de Japón nunca se desvaneció aunque no tenían respuesta pero la madre de Maggie informaba que si eran leídas ante el abuelo Sano.

– ¿Seguirás leyendo cartas sin responderlas? –miro a la pelinegra directamente dando solo como respuesta una cara de fastidio–, Se que lo hemos hablado pero ¿No le dirás ni que volverás?

El ambiente de broma pasó a ser uno completamente serio a pesar de la "superación" no quería mantener una comunicación mutua con ellos.

– Se que es cruel no decirles pero ¿Que puedo hacer?

Maggie se sentó en el borde de la pequeña cama que había en la habitación, era pequeña, con decoración de colores pasteles, tal vez su semblante diga que es alguien fría o simplemente seria pero al momento de conocerla es muy distinto a ello.

– ¿Responderles aunque sea una?

– No – fue una respuesta de inmediato. –, ¿Qué les diré?

– Que regresas, ¿no crees que mandarían cartas a lo tonto después?

– No tienen porque saberlo.

– Igual tu madre le dirá a ese tal abuelo Sano.

– ¿No me queda de otra?

– Lamentablemente no ¿Qué hoja y con qué escribirás? –, Dijo un Fuyu alegre buscando entre cajas para luego llevar a Maggie al escritorio.

Entre más pasaban los minutos la paciencia del rubio se iba agotando, tanto esperar le daba intriga, pensó que su mejor amiga estaría ordenando sus idea pero la realidad era nada, si nada, su mente estaba bloqueada tantas cosas que decir pero no sabía o pensaba si era el momento.

– Esto es en vano.

– Oh Maggie vamos, como para escribir historias a lo loco tienes idea – se llevó una risa por parte de su amiga –, ¿Que tanto te cuesta decir?

– De hecho sería que es lo "que no debería de decir", es demasiado.

– Pues bien, inicia diciendo que no puedes superar a ese tan Draken.

– ¡Cállate! Ya me diste una idea por dónde iniciar,¿Se la mando hoy?

– Maggie hoy volvemos a Japón por lógica es un si. – Solo la menor asintió escribiendo rápidamente–, Solo lo mencioné y se te dispersaron las ideas.

– Ja, Ja, Que gracioso ayúdame a hacer un sobre ya terminé.

– Quiero ver la cara de tu madre al saber que mandaras una carta.

                                      Mikey

Tan rápido pasa el tiempo es la frase que siempre hacemos, sin duda algo normal cuando te diviertes y pasas con tus seres queridos. Casi nada cambió en este tiempo, excepto la conección que lleva mi hermana y mi mejor amigo y no olvidemos de mi querida Toman pero seguiré hablando de aquellos principales rubios al parecer su relación podría ser el gran ejemplo de "soy espectador" ante los ojos de los demás, una convivencia diaria con ellos sin duda no es parecida a lo que aparentan, últimamente las peleas son frecuentes sólo por "celos".

Emma en todo este tiempo se llevaba casando de la huella que dejó Maggie en la vida de los tres, tratar de borrar dichos recuerdos sabía que era imposible y más ahora cuando en una reunión se le mencionó, realmente el tema fue espontáneo y ahora todos nuestros conocidos saben de esa existencia, no los culpo son curiosos y a veces hasta me gusta hablar de ella pero obviamente para mi hermana es una incomodidad que trato de evitar.

– ¿Sabes algo de Draken? –. preguntó ella entrando al garaje con dos vasos de limonada dónde estaba viendo que cosas perfeccionar en mi moto.

– Creí que tú lo sabías–. Negó –, Emma hasta cuándo estarán así? Te quiero demasiado pero está vez él tiene razón, reclamarle porque hablaron de Maggie no tiene sentido

– Tal vez me pase pero ya sabes cómo me pongo.

– Actúas como una tóxica, ¿Lo sabes?

– ¿Tóxica? No soporto que su pasado lo siga….y más cuando él no lo suelta.

– Sabías que podría pasar eso solo dale tiempo antes ya no pensaba en ella, gracias a ti solo dale tiempo y será como antes.

– Hace mucho tiempo llevo haciendo eso.

– ¿Si ella vuelve que te jalarias de los pelos para que no te robe a tu chico? –. Rio

– No lo sé, tal vez, pero de lo que sí estoy segura es que tendría más problemas y me volvería loca.