"Promesas" | Ken Ryuguji

"DISCULPA"

Narrador

Shinichiro se había apresurado a levantar a su hermano menor de camino al segundo piso y se encontró un pasillo con todas las puertas cerradas. Recordó que no era su casa y menos que habitación era donde se encontraba su rubio.

Abrir cada una de las habitaciones le parecía de muy mala educación pero no quería seguir causando incomodidad, se rogaba a si mismo que alguien suba y lo encontrará para guiarlo.

Dios escucho sus plegarias.

—Oye coquetón, mi cuarto está a la derecha—. Habló Maggie.

—Gracias—. El más alto respondió y siguió su camino sin contar que la menor se colocaría al frente de el.

—Antes quisiera hablar contigo—, Solo la miro y asintió, dándole pase a qué siguiera—. Disculpa por lo de hace un rato supongo que era una pequeña broma aunque bueno no tan graciosa para muchos.

Hubo un silencio, Shin estaba pensando si aceptarlas o no a su vez sabía que no lo hacía con intención de malicia o de dejarlo en ridículo, solo que cada acción puede tener una consecuencia ya sea negativa o positiva.

—Esta bien, más bien disculpa por el coqueteo—. Ella río.

—No es nada, sabes eres muy buena persona.

—¿Tu crees?

—Si, tienes cara de que puedo confiar en ti.

—Me agrada eso, ¿Tambien tengo cara de necesitar novia?

Ambos rieron.

—Sobre eso, tendrías a muchas chicas detrás si no fuera por tu manera de coquetear—, Shin se sorprendió ante tal ¿Hágalo? Siempre había pensado que era solo por su apariencia, estaba equivocado y demasiado—. No lo tomes a mal ni nada.

—No lo hago, tal vez me deberías de ayudar.

—Cuando quieras, es lo menos que puedo hacer—, Ella sonrio—. Creeme que no es broma cuando digo que si fuera mayor serías mi tipo.

Aquella declaración hizo que el mayor de los Sano de torne rojo, algo que le hizo muy gracioso a la menor.

¿Tan poco contacto había tenido con las mujeres?

—Buenos días—. Un recién levantado Mikey manifestó mientras cruzaba la puerta de la habitación.

—Buenas noches—. Corrigió su hermano.

—Te dije que no era necesario—. Habló la de cabello negro señalando el dulce.

Rápidamente sus palabras fueron olvidadas ya que el recién despertado fue directo por el, no solo para olerlo también fue para probarlo.

—El olor nunca falla.

—Los Sano son raros.

(...)

—Ah! Odio las clases de letras—. Se quejo Baji mirando los resulta de su exámen.

Estaban en esa semana donde sus pruebas valían más que las actividades que realizaban en clase, los tres mejores amigos estaban preocupados pero al final hoy se dieron cuenta si dieron un buen rendimiento académico.

—No es tan malo, solo son letras—. Se excuso Chifuyu.

—Exacto yo pase la materia apenas pero igual, ¿Que te preocupa?—, Dijo la pelinegra mirando el resultado de su amigo y sin duda estaba en problemas—. Estás reprobado.....

El rubio le quitó la hoja tan rápido como pudo para confirmar esto, saco una de las notas más bajas.

—Estas con la soga en el cuello—. Suspiro su amigo.