Narrador:Ya habían pasado unas cuantas semanas desde aquella noche inolvidable y encuentro amoroso entre Tom y Kat. Faltaban pocos días para el cumpleaños de Mia, la hermanita de Kat y que mejor que llegarle de sorpresa y no solo eso, sino que también llevaría un gran regalo para su cumpleaños que jamás ni nunca podría ser olvidado, unos de sus mayores sueños se haria realidad. Y finalmente días de tanta espera Kat viajaría para el cumpleaños de su hermana.
Kat! Kat! Viniste!-Dijo Mía mas que emocionada al ver a su hermana llegar después de tantas semanas que no la había visto
Hola mi pequeña, feliz cumpleaños, no sabes cuánto te extrañe- se abrazaron muy fuertemente y sonrien alegremente.
Por un momento pensé que no vendrías a mi cumpleaños- Dijo un poco desanimada.
Como se te ocurre decir eso? Te adoro más que a nadie, eres mi hermanita, faltaría a cualquier cosa menos a tu cumpleaños- Pellizcaba un poco su nariz.
Pasaron unas cuantas horas mientras no paraban de llegar invitados y con su respectivos regalos hacia la cumpleañera, donde ella no dudaba en abrir sus regalos muy entusiasmada, no podía resistirse y esperar todo el día y a que el cumpleaños terminará para ella recibirlos y abrirlos.
Ash no! Nadie es digno de regalarme el nuevo álbum de Tokio Hotel- Dijo un poco malhumorada luego de abrir otro regalo mientras recibía unos accesorios y maquillaje.
Mía por favor, no seas tan desagradecida, además, falta mi regalo, ven, vamos al Jardín, se que te encantara- La tomo de las manos mientras la guiaba hacia el jardín, Mía se sentía emocionada y a la vez nerviosa. Que podría ser? Fueron todos hacia el jardín y esperaron al frente de donde estaba conectado el sonido con su música y todo su equipo. Derrepente Kat se posa detrás de su hermanita tapando sus ojos. Espero a que todos se ubicarán y cuando ya todos estaban listos comenzaron a tocar y cantar.
Mía ya tenía sus ojos al descubierto y se llevó ambas manos a la boca al ver lo que estaba delante de ella. Sería un posible sueño del cual ella no quería despertar? Tal vez. Pero no, no era un sueño, era la realidad, Katherine como la gran hermana mayor que era y por tanto aprecio que le tenia a su hermanita, decidió llevarle a Tokio Hotel a su cumpleaños, donde con mucho gusto los chicos decidieron ir por el festejo de la pequeña. Mía no podía ni reaccionar de lo muy emocionada y sorprendida que estaba, unas cuantas lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, comenzó a cantar el ritmo de sus canciones que ellos daban en ese momento.
Kat eres la mejor hermana del mundo. Como? Como pudiste traerlos?- decia en medio de lagrimas mientras no paraba de agradecerle a su hermana.
Bueno hermanita, cuando te comente que me encontré a los chicos en California no era mentira, los llegue a conocer y somos muy buenos amigos los chicos y yo. Ahora, disfruta del show
Mía siguió más que entusiasmada mientras los chicos le cantaban, descansaron un momento, saludaron y se presentaron con Mia que ella estaba apunto de desmayarse al tenerlos delante de ella, conversaron, se tomaron incontables fotos y hasta ella no quería soltar a Bill, a cada rato corría abrazarlo y darle muchos besitos a sus mejillas.
Finalizó el día, los chicos estarían una semana libre ya que su manager les había otorgado el permiso, después del cumpleaños Kat les propuso que se quedarán con ellas en su gran mansión, no habría ningún problema ya que sus padres no estaban, como siempre se la pasaban de viaje en viaje, realizaron una video llamada con Mia para felicitarla y que los disculpara por no haber estado en su cumpleaños. Los chicos aceptaron quedarse, Mia no dudo en llevarlos a su habitación y mostrarle hasta lo más mínimo que tenia de colección sobre ellos lo cual ellos se sintieron muy alagados y orgullosos de si mismos, firmaron uno por uno los afiches de su pared mientras ella no paraba de hacerle preguntas y recordarle una y otra vez que aún no se creía que ellos estuvieran en su casa y bajo el mismo techo.
Narrador:
Ya habían pasado algunas semanas desde aquella gran noche, sencillamente Tom y Kat se querían volver a sentir solo que ellos aun no lo sabían, pero lo necesitaban, sus cuerpos se extrañaban, era como una pequeña adicción de la cuál no podían salir tan fácilmente.
Narra Katherine:
Había sido un largo día y ya debía descansar, mi hermanita tuvo más que un fantástico cumpleaños y más que todo por haber conocido a su banda favorita, finalmente tomaría una ducha, refrescarme un poco y acostarme a descansar. Ya me encontraba debajo de la ducha, mientras que el agua corría rápidamente por mi piel desnuda y me sentía más que relajada, derrepente siento que alguien esta detrás de mi y me tapa suavemente la boca con su mano.
Shhh nena, no vayas a gritar- Soy yo- Decía Tom en modo susurro
Mmmm Tom, que haces aquí? Como entraste. Deberías regresar a la habitación con los chicos- Decia mientras trataba de taparme con mis manos.
No nena,no hagas eso, eres hermosa, además no hay nada que yo aún no haya visto- Decia con mirada juguetona- Además no hay de que preocuparse, los chicos ya están durmiendo. Solo que, siento que te necesito una vez más.
La pego a la pared suavemente mientras la acariciaba del cuello y no podía parar de besarla muy apasionadamente, ella también hacía lo mismo hacia el sin parar de tocarlo. Muy lentamente Tom le fue dando la vuelta mientras ella quedaba arrecostada a la pared y posaba sus manos en ella. Tom ya se encontraba completamente desnudo, no paraba de besar la espalda y el cuello de Kat mientras ella gemia lo más bajo posible y no hacer ruido, él se fue introduciendo lo más lento posible dentro de ella.
Ahhh Tom, te necesito, quiero más- Él accedió a sus ordenes mientras la tomaba de la cintura y se comenzaba a mover con más rapidez y rudeza. Luego cambiaron de posición mientras ella se volvía a dar la vuelta quedando al frente de él, Tom sin pensarlo la tomo un poco más fuerte de la cadera mientras la subía a él y sus piernas abrazaban la cintura de Tom, nuevamente se introdujo en su interior mientras esta vez no paraban de mirarse fijamente a los ojos.
Ahhh chiquita, eres mía, solo mía, no te quiero compartir con nadie más- Decia Tom en susurro y en medio de gemidos.
Solo soy tuya Tom, me gustas con locura- Ambos acabaron y soltaron un pequeño grito al sentir el mayor placer. Salieron y se secaron, Kat solo se coloco la ropa interior mientras Tom no paraba de mirarla.
Quiero dormir contigo, además los chicos tienen el sueño muy pesado, no notarán que no estoy ahí- Dijo seguro
Bueno, esta bien, ven- Le hizo un espacio a su gran cama mientras el accedía, la abrazaba desde la cintura y su espalda estaba contra el pecho de Tom. El nuevamente la volvió a tomar, se observaron por varios minutos y se volvieron a besar con mucho deseo y desesperación. Él sin dudarlo le fue quitando su ropa interior mientras ella solo quería que la hiciera suya una vez más. Tom comenzó a besarla desde su cara hasta bajar a su vientre, ella no paraba de gemir y abrió un poco sus piernas, hasta que él llego a ese punto tan débil, sensible y delicado más que una muñeca de porcelana apunto de partirse, no dudo en posarse en medio de sus piernas, bajar su cara y comenzar a besarla donde ella comenzó a temblar de excitación.
Nena, ahora dime, quieres que pare?- Preguntaba para luego comenzar a pasar su lengua por todo su centro.
Ahhhh Tom, me vuelves loca, no, no quiero que pares, no me dejes- Decia en gemidos mientras tomaba la cabeza de Tom y le otorgaba a que siguiera con su trabajo, lo encerraba entre sus piernas haciéndolo sentir prisionero de su cuerpo. Nuevamente la chica volvió acabar solo que esta vez lo hizo directamente en la boca de Tom.
Que deliciosa eres, no me cansaría de estar aquí abajo- Deposito otro pequeño beso y nuevamente volvió a subir hacia el rostro de Kat
Mmmm Tom, supongo que ahora me toca a mi- Ella en un rápido movimiento hizo que Tom quedara debajo de ella.
No nena, no es necesario que lo hagas, no si no quieres- Dudaba un poco en medio de excitación.
Shhh Tom, estas en mi casa, bajo mi techo, bajo mis reglas- Ella tomo sus manos y las coloco a los lados de su cabeza mientras lo besaba con desesperación, pequeñas mordidas en sus labios y sus lenguas no paraban de encontrarse una y otra vez. Esta vez ella le dio todo el placer del mundo a este chico hasta que estalló como una pequeña bomba sobre su boca y ella no paraba de saborearse
Hicieron el amor una vez más, solo que esta vez fue muy diferente que todas las veces anteriores, fue más lento, besos y caricias no podían faltar, se deseaban, ellos lo sabían solo que a veces no lo admitían pero estaban locos uno por el otro.
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A nuestro favor
RomanceSipnosis Ella, una chica de 19 años, hija de multimillonarios y empresarios, una niña de mami y papi sin duda alguna, siempre lo a tenido todo cuando se trata de las cosas materiales, pero siempre le falto algo muy importante, el amor de sus padres...