capítulo 38

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Narrador:

Katherine termino de arreglar su maleta y cosas más importantes, verifico en todo el lugar que no se le olvidara algo como de costumbre, tomo un taxi y sin pensarlo dos veces más se dirigió hacia el aeropuerto, compro los boletos y antes de tomar el vuelo observo una última vez toda esa hermosa y gran ciudad, derramo varias lágrimas, quizás se estaría despidiendo y para siempre de su gran amor, desde muy en el fondo de su corazón y mente lo estaba haciendo, con un gran nudo en su pecho y en su garganta tomo el asiento de número correspondido y no podía pensar en nada y nadie más que llevara por nombre y apellido el personaje de Tom Kaulitz.

Después de unas cuantas y eternas horas, finalmente llego a casa, una vez delante de su gran mansión toco el timbre, la ama de llaves abrió y ella la saludo con una sonrisa mientras se la devolvía, subió rápidamente hacia su habitación y en algún rincón dejo la maleta, corrió hacia la habitación de su hermana y al verla sentada en la cama observando televisión, no evito lanzarse sobre ella y tumbarla de un gran abrazo mientras no paraban de reír y repetirse lo mucho que se habían extrañado.

Pero la pequeña Mia noto en Katherine mirada de tristeza y algo de lastima, le pregunto que le pasaba y Kat no evito volver a llorar y desahogarse con su hermana una vez más, la pequeña adolescente la escucho atentamente y luego la aconsejo que haber regresado a casa era la mejor decisión que pudo haber tomado ya que Tom necesitaba tiempo consigo mismo, pasaron los meses y Tom seguía en sus terapias, poco a poco comenzó a recuperar la movilidad de sus piernas solo que esta vez tendría que caminar algunas semanas con ayuda de un bastón y luego dedicarse a seguir entrenando un poco natación y recuperar por completo la movilidad.

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