CAPÍTULO 24

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El pasado suele ser la excusa perfecta para revivir ciertas heridas y no vivir el presente que deberíamos.

Stefany Carrasco.

¥Bruja Maldita¥

—Yo siendo usted señorita, ya despertaría. —escucho a alguien susurrarme, pero mi cuerpo no responde, ni siquiera reconozco la voz que me ha susurrado.

Siento mi cuerpo cambiar de temperatura tan drásticamente que me estremezco, una agitación como esas de las que había sentido cuando los chicos estaban llegando a la cabaña es la que vuelvo a recibir segundos después, pero es distinta, no me estremece para desmayarme, es mas sutil, pero su densidad solo indica una cosa: peligro...

Despierto de golpe y la oscuridad de la noche que cubre mi habitación me rodea y acompaña junto a mi respiración agitada y los sudores fríos que recorren incluso mi frente a pesar del clima de media noche. La sensación densa vuelve a electrizarme la piel y me agito, salto de la cama y busco la salida como si estuviese huyendo. 

La cara preocupada de Dustin es lo primero que veo justo del otro lado de la puerta, ni siquiera sé que hace ahí cuando puede atravesarla sin preguntar.

—¿Que sucede? —cuestiona

—Algo no esta bien. —estoy por dar un paso fuera cuando me tambaleo ligeramente y veo figuras formándose en mi mente, se ven oscuras, densas, y es como si se tambalearan con lentitud. 

—¡Chloé, mírame ya! —Dustin me sacude y parpadeo volviendo a la realidad— ¿Qué sentiste?

—Espectros... —susurro, ni siquiera entiendo como carajos sé que es lo que he sentido o visto.

—¿Donde?

—Yo... —sostengo mi cabeza y niego— yo... no lo sé...

— Chloé ¡concéntrate! —sostiene ambas de mis mejillas con sus manos para centrarme— ¿Dónde los sientes? 

—Dustin que le haces a la mortal? —Derek aparece cruzado de brazos. Y eso es como un llamado, porque todos los demás de la casa van saliendo de sus habitaciones y nos observan curiosos parados en el pasillo.

Hago el intento de concentrarme, pero mi temperatura vuelve a cambiar, las figuras borrosas hacen una nueva aparición en mi mente y la cercanía me tambalea, mi guardián aún me sostiene evitando la caída próxima que sentí que tendría. Vuelvo a la realidad, y apenas murmuro:

—Rodean la cabaña... 

—¡Joder! —salta Dustin y hace aparecer las armas de todos a los pies de cada uno— espectros rodean la cabaña ¡Muevan el culo!

—¡Maldición demonio! haber dicho lo importante desde un inicio. —maldijo Derek antes de desaparecer. 

Todos tomaron sus armas y bajaron las escaleras a toda prisa, yo apenas y podía moverme, aun seguía en estado de shock, la ultima vez que sentí esencias tan fuertes creo no haber estado totalmente consiente. 

—Vamos Chloé, yo te ayudo —Luna me sujeta del brazo y bajamos juntas las escaleras. 

—¿Que haces? —Bruno aparece frente a nosotras deteniendo nuestro paso.

—Voy a ayudarlos —respondo.

—No puedes mantenerte bien en pie,   y aunque Luna pueda defenderse, no podrá mantenerte a salvo y pelear al mismo tiempo. 

A pesar de que me he acostumbrado a la indiferencia de Bruno, no pude evitar sentir un trago amargo por sus palabras, lo peor de todo es que tiene razón. Me alejo de Luna lentamente y me sostengo del barandal de las escaleras en su lugar para bajar.

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⏰ Última actualización: Apr 15 ⏰

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