Cuando salimos de la casa de Jungkook eran las 11:27 de la mañana, el cielo se pintaba de azul a pesar de los pronósticos inminentes de lluvias torrenciales; una que otra nube se formaba gris y amenazante para después dispersarse con el viento.
Jungkook a mi lado tamborileaba sus dedos sobre el volante del Mercedes-Benz, lucia nervioso, pero no me atrevía a preguntar la razón, tal vez era por miedo a su respuesta..
Que si decía se debía a mi presencia.
O el hecho de que estabamos yendo juntos a un lugar donde podíamos ser enfocados en alguna cámara.
Vuelvo la mirada al paisaje, los coches y personas que transitan por la acera peatonal.
Subo el cierre de la chaqueta de mezclilla enorme de Jungkook y cierro los ojos pidiendo a mi corazón deje de acelerarse.
No entiendo porque de pronto sentía nervios burbujeando en mi estómago pero gracias a dios el olor impregnado de Jungkook en la chaqueta me tranquilizan.
—Jimin.
Me llama Jungkook, al principio creo que solo ha sido producto de mi imaginación ya que ni siquiera se ha inmutado y sigue con la mirada al frente.
—Jimin —repite dejando de mover sus dedos sobre el volante. Se orilla deteniendo el coche, después se gira para verme mejor depositando las manos sobre el regazo.
—Sucede algo…
Regalándome una pequeña sonrisa menea la cabeza de lado a lado en negación.
—Entonces… Jungkook, estas actuando raro sabes.
—¿Lo estoy?
Remojo mis labios asintiendo.
Miro por la ventana dándome cuenta que estamos frente a la empresa, un alto edificio con ventanas de cristal en su totalidad, se levanta imponente frente a mis ojos.
Volviendo a mirar a Jungkook me doy cuenta de la persona que se encuentra parada al lado de su puerta; ni siquiera lo había notado o visto llegar.
El hombre de traje negro da un golpe al vidrio de la ventana haciendo un ademan para que Jungkook baje este.
—Qué pensarías si BTS se disolviera.
—¡Que!
¿De qué está hablando? suelto una risita incrédulo.
Jungkook y sus bromas de mal gusto.
Me quedo a la espera de su risa burlesca pero esta no llega, en cambio, aquel mismo hombre vuelve a golpear la ventana, esta vez Jungkook baja el vidrio apenas, cruzan palabras imperceptibles en mi aturdimiento y vuelve a subir el vidrio mirándome.
Estira la mano tomando la mía en la suya para después llevarla a sus labios depositando un beso.
—Es broma verdad… —Suspira, baja la mirada sin decir nada. —no pueden separarse… —el labio me tiembla, y los ojos se me llenan de lágrimas, él no puede estar hablando enserio. —No pueden… no.
—Jimin, precioso —. Suelta una diminuta risita. —sabes que en algún momento pasará.
—Pero no ahora.
Alejando las manos de las suyas me cubro el rostro, no quiero que me vea llorar. Muerdo mis labios para evitar soltar algún quejido mientras mi cuerpo se sacude en espasmos.
—Está bien, no ahora… Hoy se firma la renovación del contrato, pero este año también nos iremos al servicio, Jimin.
—Al servicio militar.
Limpio mis ojos y nariz.
Jungkook asiente.
—Pero creí que estarían exentos.
—No quisimos, vimos el servicio militar como una especie de vacaciones, una salida de la rutina… Además creo que sería divertido aprender algo distinto a lo que estamos acostumbrados.
Mis ojos se llenan de lágrimas de nuevo, pero esta vez no se derraman.
Me contengo de llorar, porque entiendo de cierta forma, han trabajado por tantos años sin descanso, disco tras disco, éxito tras éxito, álbum tras álbum.
Que merecen un tiempo fuera de la rutina.
—Quizá muchos no lo entiendan —vuelve a tomar mis manos en las suyas dando un apretón. —Pero sé que Army esperará por nuestro regreso.
—Si… esperaremos.
Sorbo la nariz, puchereando.
Jungkook toma un par de pañuelos pasandomelos, también recoge de atrás un gorro, cubrebocas y demás cosas que se coloca.
—Bajaré aquí, el señor Dongjin te llevará por la puerta trasera… ahí te estaré esperando, ok.
Antes de que pueda reaccionar los labios de Jungkook se estampan contra los míos. Aunque es un beso fugaz lo sigo sintiendo minutos después que el señor Dongjin me deja en la puerta trasera de la empresa.
Solo espero que nadie de los fotógrafos que se encontraban frente a la empresa nos haya visto.
—Listo Joven Jimin.
—Gracias.
Levantó la vista hacia los pulcros cristales de la parte trasera del edificio, es increíble como hasta en este aspecto la edificación ha mejorado.
Aunque no parece haber una puerta, al poco tiempo de haber bajado del auto una se abre en medio dejando ver a un chico rubio de mi misma estatura de brazos cruzados.
Una amplia sonrisa se forma en mis labios al poder distinguir a Mingi del otro lado, el integrante más joven de BTS.
Apresuró el paso trotando hasta la entrada donde Mingi aguarda.
Tiene una mueca imperceptible en el rostro aunque gracias a que lo conozco —superficialmente— me doy cuenta de ella; pareciera que no se alegra de verme pero no es como que supiera quien soy.
—Así que… Tu eres Jimin.
Dice en tono sarcástico, burlesco, como si hubiera esperado encontrar algo mejor; no se que problema tenga conmigo pero no le doy demasiada importancia.
💜💜💜
Mingi mostrará sus verdaderos colores.
Crei que el capítulo era mas largo pero al ver el conteo de palabras me doy cuenta que es demasiado corto... Aun asi espero disfruten.
⁉️
Que piensan de Mingi... Sera que creara una enemistad con Jimin.Por cierto gracias por darle tanto apoyo a este libro.
Besos 😘

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Zona de Fans
FanfictionTodos quieren salir de la zona de Fans pero solo Jimin lo ha logrado. Aunque en un principio creyo que Gguk no existia termino dándose cuenta que su amigo virtual era nada mas y nada menos que el mismo Jeon Jungkook miembro de BTS. Mi historia inici...