Todos quieren salir de la zona de Fans pero solo Jimin lo ha logrado.
Aunque en un principio creyo que Gguk no existia termino dándose cuenta que su amigo virtual era nada mas y nada menos que el mismo Jeon Jungkook miembro de BTS.
Mi historia inici...
Caminamos hasta la caja con todas las cosas que llevamos y una vez pagamos seguimos a Minhyuk, no más de cuatro o cinco cuadras hasta un complejo de apartamentos modernos y lujosos. Nada se asemejaba en lo absoluto al cuarto del destartalado edificio que habíamos rentado.
Cada uno llevaba una bolsa aunque las que Mike llevaba consigo eran nuestras provisiones del resto de días hasta el concierto. Aunque quedaban pocos días de espera; debíamos sobrevivir con ello.
Minhyuk se nos adelantó, tecleo una clave en una chapa inteligente y la puerta se abrió automáticamente dejándonos pasar.
Subimos unas pequeñas escaleras no más de 5 o 10 antes de toparnos con el pasillo del primer piso.
—Yo estoy en el último piso.
Explicó presionando el botón llamando al elevador a la primera planta.
Al abrirse las puertas, subimos.
En ese lapso de cinco segundos en los que tardó en subir el elevador mi mente empezó a divagar y cuestionarse si estaba bien que hubiéramos venido a una fiesta con chicos que no conocemos.
A mi mente saltó la historia de Jeffrey Dahmer era un asesino serial que solía matar jovencitos gays, levantó la mirada viéndolo al otro lado del elevador, su espalda pegada al metal, el cabello oscuro como la noche, sedoso y rebelde le caía por la frente cubriendo una vieja cicatriz en la esquina de la ceja, la cual era poco perceptible.
A menos que fueras tan curioso como yo. Que detallo cada milímetro del rostro cincelado de nuestro nuevo amigo.
Minhyuk deja de ver su celular al sentir la mirada sobre él. Sus labios se estiran en una linda sonrisa cuando me mira.
Me siento pillado en el acto, lo que me hace salir de mi estupor.
—Y cuántos años tienen.
Nos dice sin dejar de lado su sonrisa de Fuck boy.
—Dieciocho.
Minhyuk arruga la ceja, y el simple gesto lo hace lucir tan malditamente sexi.
—Y pueden viajar solos a esa edad.
Asentimos.
—En México a los 18, ya eres considerado mayor de edad.
Explicamos al mismo tiempo.
El elevador se detiene abriendo sus puertas dejando ver un largo pasillo con plantas artificiales en algunos tramos.
Salimos y seguimos de vuelta a Minhyuk hasta detenernos en la puerta 508, vuelve a teclear un código y la puerta se abre como en la entrada.
—Hemos llegado, pasen.
Nos dice.
Aun sigo pensando en Jeffrey, pero Minhyuk no puede ser un asesino serial. Es demasiado apuesto y un Idol recién debutado.
Niego, alejando todos los malos pensamientos que parecen aferrarse a mi cabeza.
La música resuena y sale en grandes ondas fuera del apartamento. Hay luces vibrantes que parpadean y un puño de chicos en medio de la sala charlando y bailando.
No hay ni una chica a la vista.
Lo que podría parecer raro.
Ya que muchos adolescentes y no tanto lo único que desean es tener a una linda chica al lado, ligando.
¿Esto realmente es una fiesta?
Tampoco es como que sea el amo y señor de las fiestas, si he ido a una o dos he sido demasiado afortunado por ser invitado; aunque no puedo decir lo mismo de mi mejor amigo ya que él solía ir a fiestas donde no estaba invitado.
Y al parecer las paredes del apartamento estaban insonorizadas ya que ahí afuera no se oía nada.
—¡Hey, llego Minhyuk! —grita alguien de adentro, su cabellera azul me parece conocida. —Y ha traído un par de chicos lindos —Expresa acercándose a grandes pasos, dos vasos de algo en sus manos.
Entrega uno a Minhyuk y el bebe del que le ha quedado. —Hey, yo te conozco.
Oh dios espero no sea por el drama que hice en Jazz Story.
—Eres el chico de los dulces mexicanos.
Relajado asiento tomando su mano cuando se presenta.
—Soy Ryu.
—Jimin, y este de aquí es mi mejor amigo Mike.
—Así que Mike.
Ryu pasa su brazo por los hombros de Mike quien me da una mirada extasiada mientras se marchan rumbo a la barra improvisada en la esquina de la sala.
Al parecer a Mike le había gustado el amigo de Minhyuk.
Ya que había saltado como gato arisco al ser abrazado por el tipo.
Esa actitud en particular era nueva, tal vez fueron los ojos rasgados de Ryu lo que cautivo el buen ojo de mi amigo.
Estoy seguro que si hubiera sido otro tipo de chico Mike le hubiera dado de zarpados como gata recién parida a la cual le quitan sus crías.
Estaba feliz por él, el pobre merecía ser feliz y tener a su propio coreano… aunque no fuera el que deseaba.
La noche lucía prometedora, llena de alcohol y buen ambiente… tal vez me permitiré disfrutar y olvidar a Gguk.
Aún sigo preguntándome ¿porque me siento de esta manera? como si él hubiera terminado conmigo… Pero no encuentro una respuesta a este sentimiento.
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Les dejo una fotito del guapísimo Ryu - Ryouji de Maboroshi.
