Todos quieren salir de la zona de Fans pero solo Jimin lo ha logrado.
Aunque en un principio creyo que Gguk no existia termino dándose cuenta que su amigo virtual era nada mas y nada menos que el mismo Jeon Jungkook miembro de BTS.
Mi historia inici...
Camino sin rumbo alejandome del bar, sumido en un mar de pensamientos negativos con respecto a la verdadera identidad de Gguk ¿siquiera se llamaba así?
Paso una vez más las manos por mis ojos retirando el resto de máscara para pestañas que se ha escurrido por mi cara dejando un rastro oscuro.
Finas plumas de nieve siguen cayendo del cielo, ahora con más calma que horas atrás; aun así, las calles siguen blancas y resbaladizas.
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Un escaparate llama mi atención, frente a este hay un chico de complexión delgada a mi parecer, lleva cubierta la boca y un gorro sobre su cabeza que dejaba salir un par de rizos oscuros. Me detengo observándolo por un instante, tiene la misma altura que Gguk según las fotos que me envió, donde nunca salía completamente, a veces creía que él quería mantener el misterio en nuestra relación de amistad.
Levantó la mirada a lo que había llamado en un principio mi atención: el escaparate o espectacular muestra el próximo concierto de BTS por el que hemos venido a corea aludiendo las órdenes de nuestros padres lo que sería mi caso.
Miro de reojo al chico, luce misterioso ocultando su identidad bajo toda esa elegante ropa de diseñador, porque desde mi lugar puedo admirar la calidad de la tela.
Si no fuera por mi conocimiento en el país diría que es un Idol tratando de mantener su identidad secreta.
Abro los labios intentando decir algo sobre lo que ambos estamos viendo. El chico no parece notar mi presencia a su lado. Parece sumido en un mar de pensamientos… ¿Será fan de BTS? Me estremezco.
Dejo ir el aire derrotado, el chico se da la vuelta en dirección contraria y empieza a caminar a paso lento, sus zapatos negros resuenan sobre el asfalto dejando huella sobre la nieve que se ha acumulado, camina con gracia; como si fuera el super modelo del momento.
—Disculpa —dice una voz amable tocando mi hombro con delicadeza. Me giro prestando atención al chico frente a mi, sus rasgos delicados pero masculinos me parecen familiares aunque no logro recordar dónde los he visto antes, en este momento mi mente se ha sumido en un momento infausto—. Eres el chico del bar —afirma. señalando a su espalda.
Miro hacia el otro lado por donde se ha ido él otro chico quien se ha detenido y girado a vernos.
Es un momento, un instante fugaz que siento nuestras miradas conectar, pero no estoy seguro ya que no puedo ver sus ojos en sí.
Algo cálido se desliza sobre mis hombros, dejó escapar un jadeo hundiéndome en la tibieza que me brinda la prenda depositada.
Ahora me doy cuenta del frío que tengo, me duelen los dientes que chocan al castañear incesantes. Me he salido del bar sin mi gabardina, y la bufanda, que es colocada como siguiente acción alrededor de mi cuello.
Volteo de nuevo donde el chico de sonrisa amable y voz grave pero suave.
—¿Ggu-Gguk? —musito con voz temblorosa y titubeante.
