Una Noche Mas

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Me siento sumamente nervioso pero a la vez atrevido a pesar de que todo el cuerpo me tiembla, estoy tratando de aparentar ser un chico seguro cuando no lo soy. 

Remojo mis labios abriendo las piernas cuando Jungkook se acerca acomodándose entre ellas, encajando tan perfectamente. 

Mi pene se roza con su estómago plano y marcado. 

Las horas de práctica y el ejercicio matutino han moldeado su cuerpo majestuosamente. 

Me pican las manos por tocarlo en todos lados, quiero sentir su piel húmeda entra la mía siendo solo uno. 

—Por dios Jimin, eres tan perfecto. 

Inclinándose sobre mi cuerpo abre la boca bajando en una guía de besos hasta atrapar mi pezón, pequeño y rosado. 

—Ohh —. Arqueo la espalda subiendo la mano entre su cabello, empujando su cabeza contra mi pecho —ahh, Tu-tu boca se siente caliente —jadeo. 

Jungkook da un mordisco haciendo rodar de un lado a otro el pezón con su lengua bífida que se mueve velozmente sacándome suspiro tras suspiro. 

El agua se agita a nuestro alrededor creando ondas que salen fuera de la piscina vaciándose en el piso rugoso. 

Alzando la cabeza de nuevo Jungkook demanda a por mis labios que anhelantes y gustosos se entregan a él, nuestras lenguas se enredan buscando tener más del otro… tratando de guardar la calidez y sabor en nuestras mentes. 

Quiero tocarlo, explorar su cuerpo tal como él hace con el mio… Pero mis manos se quedan petrificadas en sus pectorales en cambio las suyas acarician mi pecho y cintura, hasta parar en mi pene. 

Da un par de masajes acuna mis testículos y toquetea mi entrada. 

—¡Espera! —lo detento. Bajo las piernas de su cintura sintiendo el calor del momento subir hasta mi rostro colorado y perlado. Me cuesta hacer la siguiente pregunta pero… debo hacerla o moriré de la duda —¿Vas a meter tus dedos? —Jungkook sonríe a pesar de que su ceño se arruga ligeramente confundido. 

—¿No quieres que lo haga? 

—¡Que! No, no es eso… Lo que quiero decir es… 

Apuño los ojos buscando de nuevo el valor para decir mi duda en el siguiente paso. 

—Mira, vas a meter tus dedos en mi trasero y… A-a —apuño los ojos conteniendo el aliento —Abrir y… ¿que pasara si entra agua? 

Con una sonrisa de labios, Jungkook me hace girar pegando mi cuerpo contra la pared de la piscina. Y se acerca tanto a mi cuerpo que puedo sentir todo de él a pesar de que hay una prenda que nos estorba para sentirnos plenamente. 

Los movimientos que realiza de manera brusca hacen al agua “temblar” y después una mancha negra pasa volando por el costado derecho de mi vista; cayendo a los pies de la silla de mimbre. 

Jungkook restriega su cuerpo abriéndose paso entre mis nalgas que acunan gustosas a su muy despierto pene. 

—Dulzura, te voy a coger tan rápido que lo único que va entrar en tu culo será mi pene. Pero si el agua se atreve a entrar no habrá de otra que sacarla —doy un respingo dejando caer la frente contra el suelo rugoso que deja marcas. 

—Ahh. 

Gimoteo alzando el trasero dándole más acceso al sentir sus dedos entrar abruptamente. 

Se siente raro, es una intromisión incómoda que se va tornando placentera. 

—Espera se siente… Ahhh, ¡Jungkook…! Se siente raro. 

—Pero te gusta —susurra en mi oído dejando un mordisco, atravesando con su lengua el hueco de este. Arqueo la espalda encogiendo el cuello —no es así Jiminie. 

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