Todos quieren salir de la zona de Fans pero solo Jimin lo ha logrado.
Aunque en un principio creyo que Gguk no existia termino dándose cuenta que su amigo virtual era nada mas y nada menos que el mismo Jeon Jungkook miembro de BTS.
Mi historia inici...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Una ligera llovizna cae sobre nuestras cabezas al bajar del taxi, parece un mal augurio, un prefacio de que algo malo pasara en los siguientes minutos que transcurran.
En el camino había llamado a mi madre y me habían puesto como la “o” por lo redondo, incluso me había dicho que tenía que apañármelas por mi propia cuenta porque no mandaría ni un peso para que volviera, y pondría al tanto a mi padre para que hiciera lo mismo.
Y ella decía ser mi madre.
Por lo menos aun me quedaba el bono de la universidad para volver, aunque después pasará mendigando el resto del año.
—Estás seguro que este es el lugar, Mike.
Remojo mis labios observando la vieja edificación que se levanta frente a nosotros.
Sin duda este no era uno de los mejores barrios de corea, el edificio frente a nosotros parecía haber sido construido en la primera guerra mundial, la pintura seguro tuvo mejores tiempos, había basura por todos lados; y lucía como si en cualquier momento fuera a venirse abajo.
—No lo sé… —muerde su labio mirando el celular nerviosamente —no luce como en la foto… Se supone que aquí es Ahyeon-dong.
—Ahyeon-dong.
Inquiero sorprendido, había oído de ese lugar en algun video de YouTube y… No recuerdo muchas cosas buenas.
—Tal vez… Por dentro no se mire tan mal.
Dice Mike acomodando sus gafas de montura rosa de vuelta.
Pareciera que el karma nos está alcanzando demasiado rápido.
—Por aquí, por aquí .
Grita un hombre de unos ochenta años, delgado, huesudo, mientras agita una mano en la entrada del destartalado edificio.
No digo nada a Mike, no quiero hacerlo sentir mal, hemos gastado todo lo que teníamos de dinero en este y el arriendo del primer apartamento. Solo nos quedaban un par de pesos que debíamos hacer rendir hasta que volviéramos a la universidad.
—El señor Jonseok.
Inquiere Mike en su inglés perfecto al acercarnos al hombre.
Este asiente y nos empieza a guiar por los pasillos del edificio.
El lugar es más feo por dentro que por fuera, despide un aroma putrefacto, a moho y mucha humedad.
Si no hubiese visto a personas saliendo de alguno de los cuartos hubiera dicho que sería increíble que alguien viviera aquí.
—El edificio no es nada parecido al de la página.
Expresa mi amigo, el señor asiente pero dice que no hay problema, que es un simple gancho para poder rentar los cuartos.