Zona de Fans

Confesiones

Nayeon la bruja como he decidido apodarle alza una ceja, bambolea sus caderas de un lado a otro posando la mano de uñas largas y recien echas de un rojo carmín en su cintura de avispa. 

—Bueno, seguro eres un coreano extranjero, verdad. —dice en tono burlón — Así que no tienes idea de la sociedad coreana. 

Niega haciendo un ademan con su mano. 

No se porque ese movimientos de muñeca me hace sentir menos, tal vez porque jamas antes me interese por la cultura coreana que también forma parte de mi al ser mi padre coreano. 

Suelto un suspiro bajando la mirada al suelo y después a mis pies que pago a mi pecho, apenado. 

—Nayeon, Jimin y yo nos iremos, fue agradable volver a verte. 

Jungkook toma mi mano ayudandome a poner en pie sin soltarme. 

No quiero que mi pecho lata tan deprisa como ha vuelto a latir en este momento, pero mi corazón de pollito se ha ilusionado con la simple acción. 

—Espera Jungkook —la chica busca dentro de su bolso y al encontrarlo extiende el celular hacia Jungkook —podrias darme tu numero, asi podriamos concretar una cita para nosotros. 

Sus ojos me miran, tienen un brillo de maldad que reluce ante las luces amarillas del parque, ya no hay aves cantando ni cisnes cortejando, pareciera que la magia se rompio cuando ella apareció. 

Jungkook remoja sus labios mirando a su antigua novia. 

—Lo siento, puedes pedirlo a mi manager, seguro te lo proporciona. 

—Pero Kook —jadea confundida, tal vez esperaba que Jungkook le diera su numero solo por pedirlo amablemente. 

Dandole una última sonrisa, Jungkook afirma su agarre en mi mano, entrelazando los dedos conmigo. 

—No tengo permitido darle mi número a nadie, ya sabes por eso de las filtraciones. 

Su respuesta me deja un poco confundido aunque no se lo hago saber ya que salimos del kiosko rápidamente, cogidos de la mano sin soltarnos hasta llegar a su coche. 

Tengo la palma húmeda de sudor, pero no quiero limpiarme, es estupido pero mi lado fanboy de Jungkook exige dejar intacta esa mano que se estrecho por más de diez segundos con la suya. 

—Asi que no puedes dar tu numero a nadie eh… 

Alzo la ceja divertido. 

Jungkook suelta una risita, niega encendiendo el auto desde un botón a un costado del volante. 

—Exactamente. 

—Entonces porque… 

—Tu no eres parte del montón Jimin, realmente eres especial. 

Me sonrojo de vuelta, mariposas aparecen en el inicio de mi estomago y bajo vientre. 

—También eres especial Jungkook. Me gustas mucho… 

Mi suspiro queda opacado por el sonido del motor del coche al encender, al igual que mis últimas 3 palabras. 

—¿Dijiste algo? 

—No. 

Niego. 

Tal vez no sea el momento de confesar mis sentimientos. 

O quiza jamas deba decirlos y ser rechazado por mi bias. 

Eso romperia mi estabilidad emocional en muchas formas. 

Suspiro, concentrándome en el camino. 

En algun punto de la trayectoria mis ojos se cierran, se que no llevábamos mas de cinco minutos en la carretera pero el sueño que no sabia tenia me vence y no despierto hasta que siento un cosquilleo en el cuello que sube a mi nariz provocandome estornudar. 

—Lo siento me quede dormido. 

Me disculpo, Jungkook esta medio recargado/recostado en el volante del coche con sus ojos pegados en mi, una mano estirada a centímetros de mi cuello. 

Paso saliva. 

Perdiéndome como muchas veces el día de hoy en sus ojos oscuros, tan profundos y relucientes. 

—Eres lindo cuando duermes, sabías que tu pequeña nariz se arrugaba y se extendía, de forma adorable. 

Jungkook se acerca… 

Tan cerca, que me hace querer cerrar los ojos; y lo hago. 

Lo oigo soltar una risa ante mi acción. 

Me siento patético. 

¿A caso esta jugando conmigo? 

—Solo desabrochare tu cinturón de seguridad. 

Explica. 

¿Cinturon? A que hora me lo puse. 

Su pecho rosa con el mio. 

Soy capaz de sentir su calor coporal de nuevo, es tan calido. 

Me pregunto si sera igual estando desnudo… 

Niego dandome de golpes imaginarios contra la guantera del coche. 

—Quieres que te bese Jimin. 

Me quedo boquiabierto, con los vellos erizados desde la nuca hasta la punta de los dedos del pie. 

Quiero decirle que es lo que más ansío en esta noche, que aunque su “amiga” nos haya interrumpido en nuestra —no— cita, la noche sigue sintiéndose mágica; pero no soy capaz de encontrar mi voz. 

—Estoy bromeando. 

Se excusa después de un rato esperando una respuesta en la misma posición. 

Quiero llorar, era mi oportunidad de tener un beso de Jungkook y… Espera, el queria besarme. 

—Jung… 

Digo pero el ya ha salido del coche. Rodea este y abre la puerta de mi lado, aun lleva una sonrisa en sus labios. 

—Jungkook yo… 

—Esta bien, fui demasiado rápido verdad. 

—No es eso, es solo que yo… Yo crei que tu… bueno ¿te gustan los chicos? 

Inquiero confundido. 

Jungkook desde su altura me mira sin perder su sonrisa linda y radiante que hace suspirar a cualquiera. 

—Jimin, no me gustan los chicos… Solo me gustas tú.