Taylor, es hija del famoso asesino Stu Macher.
Ella es novia de Tara Carpenter. Ambas tienen una vida normal... hasta que un día un loco enmascarado pone sus vidas de cabeza y a la razón de su separación.
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𝑪𝒂𝒑 9
"¿𝐷𝑜́𝑛𝑑𝑒 𝑒𝑠𝑡𝑎́?"
(
Pov Sam)
Ahora venía la parte más difícil... decirle a Tara. Las probabilidades de que Taylor despierte eran bajas, pero debía decírselo a Tara. No podía ocultarle esto. Coloqué mi mano sobre la manija de la puerta de la habitación de Tara con miedo. Me tomé unos segundos para dar un respiró y entré cerrando la puerta detrás mío.
Tara se acomodó en la camilla al ver mi cara de preocupación y mis ojos llorosos.
- ¿Qué paso? ¿Cómo está Taylor? ¿Despertó? - Empezó a preguntar ansiosa, me acerqué a la camilla sentandome a su lado.
- Debemos hablar... - Solté luego de unos segundos en silencio, Tara me miró confundida. - ¿Qué pasó? ¿Está todo bien?
Mis labios temblaban sin poder hablar. - Hablé con el doctor que atiende a Taylor. - Dije después de unos segundos, Tara me miró esperando alguna noticia buena.
- Ella perdió mucha sangre - Me miro con una cara de preocupación, sus ojos mostraban un poco de miedo.
- Ella está en coma. Lo siento... - Murmure con tristeza. Sentía ganas de llorar ahora mismo, pero no podía hacerlo frente a Tara.
- ¿Qué? ¿Es una broma verdad? - Me dio una cara incrédula con una pequeña risa sin poder creer mis palabras.
Sin decir nada la mire negando con la cabeza, sus ojos se volvieron cristalinos sin decir nada. Tenía una mirada dolida y estaba en shock.
- Tara... - Hablé bajó para que diga algo. - Quiero estar sola - Respondió rápido para echarse en la camilla dándome la espalda.
Entendí que tal vez no quería hablar ahora y me fui de la habitación sin decir más
[...]
- ¿Por qué me reclamas por esto? No eres nadie para decidir con quien salgo - Dijo fastidiada la pelinegra.
- Ese tipo solo quería aprovecharse de ti. - Respondió la más alta. - ¡¿Y qué si yo quería eso?! Puedo salir con quién yo quiera. - Gritó saliendo por la puerta, al primer paso que dio fuera de está pequeñas gotas cayeron sobre ella.
- No puedes irte, esta lloviendo - Mencionó siguiendo a la pelinegra también mojandose por la intensa lluvia.
No recibió respuesta de la más baja mientras ella salía del patio delantero de la casa. La pelirroja seguía llamandola para que se diera la vuelta, pero simplemente estaba siendo ignorada.
