❥. CAPÍTULO XIII

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Jeongin se sentía feliz, ya habían pasado dos semanas, sin peleas, sin gritos, sin nada más que amor entre ellos, aún no podía creerlo, la felicidad lo invadía, se sentía completo, el hombre más afortunado de este mundo, nada le podría quitar esta felicidad.

Hyunjin lo había invitado a una cena romántica en "Privilege Bar", uno de los más elegantes y costosos restaurantes de la ciudad, por suerte Minho se ofreció a cuidar a SungHoon esa noche.

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Llegaron al restaurant, entraron y se acomodaron en una de las mesas del fondo, sillas de cuero puro, color negro profundo, manteles de hilo dorado, tan brillante como el oro, las ventanas llegaban hasta el techo y la madera, todo era de roble.

—Siéntese hermoso señor Hwang — dijo Hyunjin corriendo la silla hacia atrás permitiéndole sentarse.

—Qué caballeroso — sonrió ampliamente y lo miró con los ojos llenos de brillo completamente puro, el soltó una risa y dio vuelta la mesa para sentarse frente a él.

—Que hermoso te ves —se sonrojó levemente, Jeongin no podía creer que se sintiera avergonzado, llevaban 7 años de casados y era como si fuera su primera cita —Amo que te sonrojes —cogió su mano —Te amo.

—Y yo a ti, te amo y no te imaginas cuanto —le dijo mirándolo a los ojos.

—Buenas noches —apareció Chan con una sonrisa.

— Chan ¿Qué haces aquí?

—Este es uno de mis restaurantes, ya sabes, como dueño, vine para asegurarme que todo esté en orden.

—Buenas noches mi nombre es Donghyuk y esta noche tendré el placer de atenderlos —se acercó el mesero y al ver a Chan se quedó callado —Señor Bang buenas noches.

—Atiende a los señores Donghyuk, espero que disfruten su noche, permiso —sonrió y se fue a su oficina.

—¿Qué es lo que desean? — preguntó el mesero, cada uno pidió su orden, aunque Hyunjin no lo hizo de muy buena gana.

La cena continuó entre mucho amor y romance, Hyunjin venía a ese restaurante para sus cena de negocios y siempre le agradaba, era uno de sus lugares favoritos para comer, pero, ese día, todo era diferente, él se comportaba extraño y empezó a molestar al mesero, haciendo sus pedidos más estrictos y devolviendo la comida por cualquier tontería, cosa que a Jeongin le molesto cada vez más.

—¿Tienes algún problema, Hyunjin?

—No ¿Por qué habría de tenerlo? —dijo con un leve tono de ironía

—Madura Hyunjin.

—Aquí esta señor lo que pidió —dijo el mesero dejando el plato frente a él —Espero ahora si cumpla sus expectativas — se inclinó de manera educada, muy dentro de él rogaba porque esta vez Hyunjin no devolviera el plato a la cocina.

Hyunjin probo el plato y de nuevo mostro un rostro de desagrado, como si estuviera comiendo la comida más repugnante de su vida, pero Jeongin estaba seguro que nada de eso era verdad ¿Por qué quería hacerle la vida imposible al pobre chico? No tenía una razón lógica para hacerlo.

—No haces nada bien.

—Pero señor. . . — Empezó a hablar el mesero, pero rápidamente Hyunjin lo interrumpió.

—Pero nada, mejor traerme la carta, tendré que pedir otra cosa.

¿Por qué se está comportándose de esa manera tan inmadura?, pensó Jeongin.

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