—¡ARRODÍLLATE! —gritó, pero Jeongin se resistía, lo agarró del cabello y lo empezó a jalar hacia atrás, obligándolo a doblar las rodillas lentamente —¡TE HE DICHO QUE TE ARRODILLES!
—D-déjame... por favor.
—Ahora si pídeme perdón, estúpido.
—L-lo s-siento. . . —dijo Jeongin en medio de sollozos, apenas si pudo entenderse —Lo siento Hyunjin, pero suéltame por favor, te lo ruego, me duele —suplicó como pudo tratando de calmar su llanto descontrolado.
—Así me gusta —lo soltó.
Hyunin recordaba la escena que le había hecho pasar a su esposo minutos atrás, recordaba como lo miró con odio, su verdadero "yo" había desparecido, Jeongin lo pudo comprobar esta noche, Hyunin era un completo idiota.
Después que él lo soltó, sin más salió por la puerta principal, sin decir ni pronunciar media palabra, tan solo lo dejó ahí, hecho pedazos por dentro, lleno de dolor.
Al cruzar la puerta de su casa, la ira se había esfumado con una velocidad impresionante y en su remplazo había vuelto su parte consiente, el verdadero Hyunjin, dejándolo con la pregunta de ¿Qué acaba de pasar?
Había salido de la casa y había caminado por la frías calles de Seúl por casi 2 horas, en la cuales había intentado recrear en su mente lo que acababa de hacer, porque por alguna razón, no podía recordar bien lo que había hecho, su mente era una laguna de recuerdos borrosos e incompletos, la cabeza le empezaba a doler, y él solo intentaba recordar que era lo había hecho horas antes detrás de aquella puerta, poco y con demasiado esfuerzo empezó a ver más claridad la laguna de su memoria, dejándole ver en sus recuerdos, la cara del hombre que amaba, lleno de golpes y sangre.
Al principio pensó en matar la persona que le hubiera hecho eso a su marido, pero en su vano recuerdo notó que era él quién había ocasionado aquel daño a Jeongin, su esposo, el padre de su hijo, el hombre que amaba, había sido él.
Sin poder creerlo, los recuerdos empezaron a martillar su mente, como dagas al corazón, poco a poco empezó a recordar todo lo ocurrido, creándose un enorme agujero en el pecho ¿Como pudo hacer todo eso y no recordarlo? se preguntaba.
Aquellos recuerdos estaban en su memoria, pero eran como fueran los recuerdos de otra persona, los sentía ajenos, pero tristemente eran sus malditos recuerdos. Él único que podía ayudarlo era Han Jisung, el mejor amigo de Jeongin, que con el pasar de los años se había vuelto alguien importante para el mayor, él hubiese querido ir y hablar con su mejor amigo, Changbin, pero él estaba de viaje por asuntos de negocios.
—Hola —dijo destrozado cuando el chico abrió en la puerta.
—¿Hyunjin? ¿Qué pasó?
—Necesitó tu ayuda —empezó a llorar fuertemente.
—Cuéntame ¿Qué pasa? Te vez asustado y triste.
—No sabía lo que hacía, no quería, te lo juro Jisung, no quería.
—¿De qué hablas? ¿Qué hiciste Hyunjin? —frunció el ceño.
—G-golpee a Jeongin.
—¡¿Qué?! ¡Pedazo de animal! ¿Cómo te atreviste?
—¡Maldición! Fue mi culpa —volvió a llorar.
—Antes de golpearte yo, me voy a calmar —respiró profundamente— Bien, necesito entender la situación... ¿Por qué lo hiciste?
—Jeongin se enteró que tengo un amante, me estaba humillando y... solo quería callarlo.
—¿Amante? Hyunjin ¿De qué mierda estás hablando?
—Estuve engañando a Jeongin con mi asistente... sé que estuvo mal, él no merecía esto, no merecía que lo lastimara, pero te juro Jisung que no lo quiero perder, no quiero.
—Hijo de p-
—¿Qué hago? Dime por favor.
Hyunjin lloraba como un niño mirando a Jisung y él pudo ver el arrepentimiento en sus ojos, sintió pena al verlo tan destrozado, quería pegarle en ese instante, ahorcarlo y tirar sus restos a un puente, pensaba en lo lastimado que estaba Jeongin, físicamente y emocionalmente.
Dio un suspiro e hizo que se sentara en el sofá de su departamento.
—Hyunjin tranquilo, lo único que ahora puedes hacer, es calmarte, ir a casa y pedirle perdón.
—¿Y si no me perdona?
—Jeongin te ama, pero Hyunjin, no puedes volver a hacer lo mismo porque ahí sí lo perderás para siempre, si tu lo vuelves a engañar, yo mismo le llevaré el abogado para el divorcio y si te atreves a golpearlo nuevamente, seré yo quien te ponga la denuncia.
—Jisung...
No pudo aguantar más y lo abrazó con fuerza, aún temblaba, estaba muy asustado.
—Ahora vete a casa antes que te mate, porque sigo enojado.
Hyunjin salió de su departamento y se fue a casa, todo estaba en silencio, subió a su habitación y miró a Jeongin recostado en su cama, con aquellas desgarradoras marcas en su rostro, la sangre seca en sus mejillas y nariz, fue como si una aguja se enterrara en su corazón, tan profundo que podía sentir como se desangraba lenta y dolorosamente.
No pudo ver esa escena y sin más corrió al balcón de la habitación, cerró la puerta y deslizó su espalda por esta, agarró sus piernas con sus brazos y escondió su cabeza en ellas, sentía como su mundo se había derrumbado, por su maldita culpa.
Lloraba como cuando un bebé pierde a su madre, el pecho dolía punzantemente, la culpa carcomía su conciencia con crueldad.
—¿Qué me pasa? ¿Qué me está pasando? —se repetía en susurros silenciosos.
Quería no estar pasando esto, debía hacer lo posible por recuperar la confianza de Jeongin, no podía perder a su familia, ellos eran su todo y no los iba perder por sus malditos impulsos, primero muerto.
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Nevertheless ❃ HyunIn
Romance❝Hwang Hyunjin, un hombre impulsivo, obsesivo y agresivo, aunque en el fondo sea amoroso, tierno y dulce, la maldad se ha apoderado de su gran corazón, convirtiéndolo en un corazón frío, duro y negro. Yang Jeongin, el esposo perfecto, hermoso, fiel...