Nevertheless ❃ HyunIn

❥. CAPÍTULO XLII

Está de más decir que Hyunjin canceló su viaje a Londres, para quedarse al lado del hombre que amaba, de su amado Jeongin, regresaron juntos al departamento que tenía el mayor, no se separaron, estuvieron sentados en el sofá, simplemente haciéndose compañía, disfrutando la compañía que se hacían.

Jisung fue a recoger a sus sobrinos, al no tener más noticas de Jeongin, dedujo que estaba con Hyunjin y no quería arruinar ese momento, aunque claro, omitió le toda esa información a su amado esposo.

Por la noche, una vez que Jeongin había hablado con su mejor amigo sobre que cuidara a sus hijos al menos hasta el día siguiente, se fue junto con Hyunjin a la cabaña en medio del bosque, donde habían pasado su primera línea de miel. El menor estaba poniéndole sabanas a la cama, el día había sido largo y quería descansar, dormir al lado del amor de su vida, pero se dio cuenta que todo era muy silencioso, así que decisión salir a buscar al pelinegro ¿Acaso lo había abandonado? No, claro que no, Hyunjin se encontraba sentado en una banca que se encontraba afuera de la cabaña, observando las estrellas, tratando de asimilar la idea de que el hombre que tanto amaba estaba a su lado, pensando que pronto tal vez todo seria como antes, ya el futuro no importaba, mientras tuviera Jeongin en el presente.

—Aun no crees que esto esté pasando ¿Verdad? —dijo Jeongin mientras se sentaba al lado de Hyunjin.

Hyunjin volteo a verlo y sonrió.

—Pensé que estarías preparándote para dormir, Innie.

—En eso estaba, pero como vi que estabas aquí solo y vine a hacerte compañía, además aun no has contestado mi pregunta.

—Esta es la primera vez en tanto tiempo que me siento tranquilo y feliz, completo.

—¿Me prometes que nunca me vas a dejar, Hyun?

—Te juro que nunca te voy a volver a ocultar nada y que jamás te voy a volver a lastimar.

—Mi hermoso Hyunjin, solo mío.

—¿Me dirás que hizo cambiar de opinión y buscarme?

—Tal vez después... —dijo Jeongin sonrojándose y suspiró profundamente mientras levantaba su vista para ver el cielo— Se pueden ver muchas estrellas desde aquí ¿Recuerdas la primera vez que salimos a contar estrellas?

—Por supuesto, nunca he podido olvidar aquella noche.

Esa noche, mientras Hyunjin pasaba enfrente de la casa de Jeongin, pudo ver al menor observando las estrellas desde el balcón de su habitación, como si estuviera pidiéndoles un deseo, el pelinegro se quedó viéndolo ahí en silencio, hasta que, como si supiera que estaba siendo observado, Jeongin volteo hacia la calle y lo vio totalmente sorprendido.

—¿Hyunjin?

—Oh... ¡Hola, Innie! —dijo él levantando su mano saludándolo.

—¿Qué haces aquí?

—No podía dormir, salí a caminar un rato... y terminé aquí.

—¿Saliste a caminar a la media noche?

—Me gusta salir a caminar a esta hora, pero no se supone que tú deberías estar dormido a esta hora, mañana tenemos escuela y tu eres un buen chico

—Ser siempre el buen chico a veces me quita el sueño.

—¿Por qué no vienes conmigo a caminar un rato? Quizás eso te ayude a conciliar el sueño.

—No sé... Si Minho se despierta y se da cuenta que no estoy, se preocupara y pensara que me paso algo malo y hará un grane escándalo.

—Pero vas a estar conmigo, Innie, a mi lado no te va a pasar nada malo.