Nevertheless ❃ HyunIn

❥. CAPÍTULO XXXIX

La marcha nupcial seguía sonando mientras Félix caminaba con paso firme hacia el altar, la iglesia estaba sola, excepto por la novia que lo esperaba al pie del altar.

Cuando Félix llego a su lado, él volteo y vio a Chan dándole esa sonrisa que tanto le gustaba. Estiro su mano para poder tocarlo mientras se alzaba de puntillas para besarlo, al separarse, vio que a quien tenía en frente era a Mina, su prometida.

—Juntos para siempre, Félix —dijo él.

—¡No! ¿En dónde está, Chan?

—Eso no importa, me elegiste a mí y estaremos juntos para siempre.

—¡No! ¡No! ¡No!... ¡Chan!

Félix despertó completamente agitado, en su antigua habitación en casa de sus padres, todo había sido un sueño. El mismo sueño que la atormentaba desde la última vez que vio a Chan la noche de su despedida de soltero, y del cual siempre despertaba en medio de gritos y lágrimas.

—¿Félix? ¿Estás bien? —dijo su madre al abrir la puerta de la habitación y entro —Me pareció escucharte gritar.

—Estoy bien, no es nada, solo fue una pesadilla.

—¿Seguro que solo fue eso?

—Sí, mamá, no te preocupes.

—Más te vale que arruines este día, Félix.

Su madre lo saco de la cama y la llevo al comedor para reunirse con sus hermanos y su padre.

Finalmente había llegado, esa noche la pesadilla se volvería realidad al cumplir con su destino y casarse con Mina. Era lo que debía hacer y no había marcha atrás, esa decisión le había costado perder al hombre que siempre había amado, tantos años amándolo y al final era él mismo quien lo perdió

—Félix, come algo más, apenas y has probado bocado —ordeno su padre,

—Gracias, pero no creo que mi estómago resista la comida hoy

—¡Come!

—Déjala, padre —intervino Jungkook.

El pecoso tomo un par de fresas ante la insistencia de su padre, pero solo logro darle una mordida cuando se levantó rápidamente y salió corriendo al baño, prácticamente termino vomitando lo poco que había desayunado.

—¿Estás bien, Félix? —pregunto Jungkook preocupada del otro lado de la puerta.

—Sí, no es nada, ya sabía que mi estómago no iba a resistir ante la tensión de la boda —respondió el pecoso mientras buscaba su cepillo de dientes.

Tan mal estaba por la boda que, desde hace varios días, no podía comer nada sin que terminara vomitando.

—¿Quieres que llame a un doctor para que llegue antes y vea cómo estás?

—No, no es necesario... descuida, estaré bien, solo quiero bañarme para relajarme un poco.

—De acuerdo, si te vuelves a sentir mal, avísame.

Tras cepillarse los dientes, Félix lleno la bañera y se sumergió en el agua con tal de calmarse, aunque fuese un poco, por más que quisiera, no podía dar marcha atrás, eso lo estaba destrozando por dentro.

"No te das cuenta de que tu destino estaba acabando contigo, con tu esencia...Está desapareciendo tu luz, no quiero que te destruyan de esa forma, Lixie."

La voz de Chan resonaba en su cabeza, tenía razón, toda esa situación estaba acabando con él. ¿Pero qué podía hacer? Estaba atrapado por su destino y no podía escapar de él por más que quisiera.