Temporada 1, Show Me How To Love.
Confianza. Capítulo 2.~Ring, ring. ~
Esta condenada alarma siempre me enfurece, a las 6:00 a.m. estaba de pie como un militar. Dicen que al que madruga Dios le ayuda, pero esto tiene que ser una malicia del enemigo ya.
Después de maldecir un poco estaba listo para iniciar mi rutina diaria: Me bañé, cepillé y preparé para salir a correr un rato, luego de una hora corriendo estaba listo para entrar al gimnasio, a las 7:15 a.m., como era de costumbre. Hoy tocaba pierna y glúteo, algo sencillo.—¡Vamos, 2 más y terminas! —El coach siempre venía a darme ánimos aunque sabía que yo ya no necesitaba que me supervisara—. Escuché que te despidieron ayer.
—¿Eh? Vaya, parece que los rumores vuelan. Sí... Me despidieron. —Bajé la pesa de mi espalda una vez dada la última sentadilla. Traté de recobrar el aire poco a poco.—Te dije que no podías ir peleando con todo el mundo solo porque sí, Francisco. Deberías estar agradecido que el gerente soportó tu trasero todo este tiempo.
—Ya lo sé, le debo mucho. Pero no es que había mucho por hacer, ese cliente era un animal con ropa. —Organicé las cosas que había usado mientras me preparaba para irme del gimnasio; no fue hasta que de un momento a otro sentí un fuerte golpe en mi trasero.—Hola, mi 'amol'. —La voz que había escuchado ayer. Supe enseguida quién era, me giré para verlo a la cara, y solo fui golpeado por un resplandor y belleza inconmensurables. ¿Qué mierda hace este tipo para verse así?
—Este pervertido hijo de puta... ¡Tu pajarería la dejas, yo no soy uno de tus amiguitos con plumas! —dije mientras sentía la cara completamente roja.
—El diablo, estás rojo.
—Pero- ¡Hijo de perra! —tomé una de las barras de metal y lo perseguí con la intención de golpear a ese bastardo, hasta que lo perdí y me di por vencido. Fui a dejar las cosas en su lugar e irme del gimnasio.El coach me miró extrañado. —No sabía que eran amigos.
—¿Amigo? ¿De ese bastardo? No digas estupideces.
—Cualquiera pensaría que sí son amigos por cómo se tratan. No te vendría mal hacerte amigo de alguien de tu edad. Que casualidad.. Él es bastante popular por aquí, al parecer es muy amistoso.
—Lo que tú digas. Ya me voy.
—Está bien. ¡Cuídate, Francisco! —Tomé mi bolsa y me fui del lugar para regresar a mi casa, allí terminé las cosas que iba a hacer. Me dirigí a casa de uno de mis hermanos: Javier, quién me dijo que tomara algunas cosas.Pedí un taxi hasta su casa, ya que el cabrón vivía más lejos que la casa del diablo, pero bueno. Una vez allá toqué el timbre a uno de esos apartamentos de ricos, esperando respuesta.
—¿Sí...? —escuché una voz pesada y ronca del otro lado del comunicador, era obvio que se acababa de despertar.
—Javier, soy yo, Francisco. Ábreme. —escuché como se apagaba el comunicador y esperé un rato más.~Beep. ~
Entré a la vivienda de Javier, quién estaba sufriendo de una resaca. La casa estaba organizada, pero habían algunas prendas tiradas en el suelo, era obvio que era la ropa que usaba ayer en la noche. Javier se sentó en el sofá y dijo que me sentara en el sillón.
—¿Cuánto bebiste, bastardo? —Javier suspiró, mirando al techo y con un aire a estar desorientado—. Mierda, sí que estás mal.
—... Tu hermano está hecho mierda.
—Se nota. —Reí y él eventualmente rió también.
—El viejo no deja de joder. Tenía que distraerme.
—Hmm...
—Te salvaste, bastardo. —Javier me miró.
—¿Tú crees?Ambos nos sonreímos y quedamos en silencio un momento.
—Necesito que me compres líquido para mi vape y un par de cigarrillos electrónicos, ya se acabó el mío.
—No iré, levanta tu culo borracho de ese sofá y ve tú mismo. —Javier se ofendió con mi comentario y tiró con fuerza de mi oreja, así como lo hace una señora buscando obediencia.—Deja de ser tan presuntuoso conmigo, solo porque tienes al viejo de tu lado no significa que me trataras como mierda. Deja de ser tan arrogante y hazle ese favor a tu hermano mayor.
—Púdrete... —lo miré mientras acariciaba mi oreja, pero al final cedí ante su petición—. ah, está bien. —me paré del sillón dispuesto a hacer lo que me pidió pero me detuvo.
—Oye, ve a Oasis Air Store, ahí es que compro. Son buenos.Así mismo lo hice, pero empiezo a creer que mencionó la tienda más lejana de su casa a propósito, ya que de camino a OAS (Oasis Air Store), me topé con 5 tiendas de vape.
—Me duelen los pies. —me quejé innecesariamente, quizás esperaba que Javier sintiera algún tipo de culpa telepática a pesar de no estar conmigo.
Ya sin darle tanta importancia a eso, llegué a la tienda, en el momento que entré un olor dulce a fresa inundó mi nariz, tan diferente al repugnante olor de afuera.
—¿En qué puedo ayudarle? —Una vez más, como si estuviera enloqueciendo, la voz de Damián fue lo que escuché.
—¿Me estás jodiendo...? — cuando miré, efectivamente, era Damiá. —Me estás jodiendo.Notas:
Pajarería: alusivo a un comportamiento afeminado o que incita a la sospecha de homosexualidad.
ESTÁS LEYENDO
Show Me How To Love
Romance- ¿Por qué dijiste eso? - ¿Te refieres a que repudio a los maricones? - Quieres decir, gais. Pero sí, eso. - ... Porque es verdad. - Entonces, ¿eres homofóbico? - No lo sé, supongo. Francisco es un joven dominicano gay dentro del closet, el cual ocu...