Capítulo 21.

10 3 15
                                    

Temporada 1, Show Me How To Love.
Bésame. Capítulo 21.

Serví el agua y miré a Damián, quien estaba sentado en el piso y miraba el televisor, se veía algo serio. Tragué saliva y sentí que solo eso hizo un sonido tan fuerte en el silencio que había en mi cabeza.

—Aquí tienes. —le pasé el vaso.
—Gracias. Siéntate aquí. —dio unas palmadas al espacio a su lado, para que me sentara junto a él en el sofá. Nos pusimos a ver una película que él había puesto.

Pasaron los minutos y los dos estuvimos en silencio.

—¿Y cómo estuvo?
—¿Qué?
—¿A qué te refieres con "qué"? El beso, estuvo bueno, ¿verdad?

Desvié la mirada mientras sentía cómo volvía a sonrojarme.

—... Estuvo bien, supongo. —dije en un susurro bajo.
—¿Qué? No puedo oírte. —Damián se acercó mientras se burlaba.

Giré la cara rápidamente con enojo. —¡Dije que estuvo bie-! —nuestros rostros se encontraron de nuevo, estábamos tan cerca que nuestros rostros estaban casi rozando.

—Francisco... —la voz de Damián sonaba rasposa y podía sentir su deseo a través de sus palabras—. ¿Me dejas besarte de nuevo?

—Bésame. —una vez más nos volvimos a besar, Damián utilizó todo su peso corporal para derribarme en el sofá. Su mano me empezó a acariciar el abdomen, para luego escabullirse bajo mi camisa, sentí sus manos frías contra mi piel, el tacto era suave y me hacía estremecer. Largué un suspiro contra sus labios al sentir sus dedos pellizcar mi pezón, lo tomé del brazo esperando que se detenga.

—¿Qué...?
—¿Por qué estás... tocando ahí?
—No lo sé, pero parece que te gusta. —rápidamente Damián metió su cabeza dentro de mi camisa y empezó a lamer mi pecho, yo me retorcía y daba pequeña patadas al sentir su lengua sobre mi piel, tratando de evitar no dejar salir los sonidos extraños que surgían en mi garganta.

—¡Espera, d-deténte! Ah. —traté de quitarlo de encima, pero se hizo increíblemente pesado, o el alcohol me estaba quitando las fuerzas que me quedaban—. Ah! —grité y eché la cabeza para atrás por instinto, miré a Damián enojado tras ser mordido por él, este ya me estaba mirando con una sonrisa a través del cuello de la camisa y volvió a lamerme donde me había dormido sin apartar la mirada ni dejar de sonreír. Yo respiraba agitadamente.

—Tu cara es muy linda, ¿sabes?
—¿Q-qué cosas estás diciendo?
—Me gusta porque se nota cuando te sonrojas porque tienes la piel blanca. Me pregunto si aquí abajo también es así de rojo. —Damián bajó su otra mano hasta mi pantalón, tentando la gran erección que tenía—. Oh, me preocupaba que me fueras a rechazar. Me alegra que no es así. —dijo con una sonrisa.

—E... Eso es porque sigues haciendo cosas raras. —me cubrí el rostro con las manos, sentía mucha vergüenza.

—¿Es eso así? ¿Debería detenerme? —Damián apartó una de mis manos de mi cara, yo seguía mirándolo con vergüenza, por lo que no pude decir nada y solo me negué con la cabeza. La mano de Damián desabrochó el pantalón, metiéndose, después, bajo la petrina de mi calzoncillo. Sentí sus manos frías contra la piel caliente de mi gran erección, tocando y jugando con la punta del mismo. Dejé salir varios suspiros largos y gemidos bajo mientras echaba la cabeza para atrás, instintivamente mi mano tapaba mi boca.

Show Me How To LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora