Show Me How To Love

Capítulo 14.

Temporada 1, Show Me How To Love.
Plantar hombres. Capítulo 13.

POV. Omnisciente.

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—¿Eres familiar de Julia? —pregunta la enfermera al joven de tan solo 15 años con ojos perdidos y la mirada al suelo que estaba sentado en la banquilla de la sala de espera.

—Sí, soy su hijo.
—¿Cuál es tu nombre?
—Me... Me llamo Francisco.
—¿Tu padre no está aquí contigo, Francisco, estás solo?
—Solo somos mi madre y yo. —La enfermera solo frunció el ceño con preocupación, antes de hablar, se sentó al lado del chico y colocó su mano en su hombro mientras lo acariciaba con gentileza.

—Francisco... —La voz de la enfermera, que hasta ahora había sido profesional y fría, tomó un tono cariñoso y materno. —Tu madre... Ella está muy enferma. Al parecer tu madre ha desarrollado varias úlceras estomacales, de las cuales algunas se han infectado, por lo que se le ha tenido que suministrar un tratamiento intenso... Pero, no es barato. ¿Estás seguro de que no tienes la ayuda de nadie más? —
Francisco estaba totalmente quieto y en silencio, no podía decir o hacer nada.

—¿Francisco? —la voz de un señor mayor se oyó en la puerta de la sala de espera, un hombre en traje que era seguido por dos hombres, los cuales dejaban ver que eran sus guardaespaldas, miraba con asombro y preocupación al joven. —¿Qué sucedió? Me dijeron que tu madre estaba aquí en el hospital y vine corriendo a ver qué era.

—Señor, ¿qué es de Francisco y su madre? —pregunta la enfermera tratando de alejar al hombre del chico.

—¿Qué? ¿Cómo qué soy? ¿No es obvio? ¡Soy el padre de este muchacho! Vine a ver a mi esposa. —La enfermera se mostró confundida y sorprendida.

—¿Es eso cierto, Francisco?
—... Sí...

...

—Y eso sería todo, el tratamiento, más todos los gastos del hospital serían un total de 80,000$DO.
Francisco y su padre salieron del hospital una vez que toda la cuenta había sido pagada. El día era frío debido a ser el último mes del año, un ambiente de penumbra se sentía por todos lados, era difícil creer que era navidad.

—Qué frío hace. Deberías regresar conmigo, tus hermanos no están allá. La casucha a la que tu madre escapó está por caerse a pedazos, no aguantarás estando solo allá. —No hubo respuesta alguna por parte del joven—. Podrías trabajar conmigo incluso. Así saldamos esa deuda tuya y de tu madre... 80,000$DO, increíble. —Manuel saca un cigarrillo de su abrigo y lo fuma.

—Te lo pagaré.
—¿Qué? —Manuel miró a Francisco, quien aún seguía mirando al piso pero con una expresión determinada y algo molesta. —Ja, qué inesperado. ¿Trabajaras para mí para compensarme?

—No. Voy a trabajar por mi cuenta, no importa lo duro que sea y te pagaré cada centavo que tengas que invertir en la salud de mi madre.
Manuel sigue mirando con curiosidad a su hijo, finalmente Francisco lo mira y con lágrimas en su rostro, por primera vez, este lo mira sin miedo.

—Tómalo con calma. Te quebrarás a este ritmo.
—No pienso tomármelo con calma. Ya te dije lo que haré y pretendo mantener lo que digo.