Temporada 1. Show Me How To Love.
Oculto. Capítulo 4.Una vez en el elevador me encontré con una señora y su hijo, me hice espacio como pude en el elevador. Era algo incómodo debido al pequeño espacio y el hecho de que mi vestimenta no era la mejor, el lugar es bastante caro por lo que es de esperar que sus huespedes también tengan una presentación admirable; yo, por mi parte, iba con shorts, medias altas, tenis deportivos sucios, una sudadera que pedí a agritos ser botada y una gorra, cualquier persona pensaría que soy algún tipo de delincuente. La señora me miró y me sonrió amablemente, yo le devolví la sonrisa y miré al niño.
—¡Me gusta tu gorra! —Dijo el pequeño emocionado, mientras agitaba la mando y señalaba mi gorra.
—Ah, ten, te la regalo. Apuesto a que se te verá increíble. —Me quité la gorra y se la dejé al niño, acomodandola en su cabeza.
—Muchas gracias, joven. A él le gustan mucho toda la mercancia de ese equipo, es un gran fan. —Explicó la señora, haciendo referencia al equipo de baseball al que pertenecía el equipo.
—No se preocupe, para mí un placer. Estoy seguro que él la disfrutará más que yo.
El elevador sonó y las puertas se abrieron, la señora y el infante se fueron, ahora estaba solo en el ascensor. Las puertas se cerraron y vi la espalda de la señora y su hijo alejarse de la escena, de alguna forma me recordaba a mi madre y eso me puso algo sentimental, pero antes de poder sumergirme en mis propios pensamientos la puerta del ascensor se abrieron. Salí de allí y me dirigí al apartamento de Damián, cuya puerta estaba abierta.
—Mira maricón, no sabes lo que tuve que pasar para conseguir tu mierda. —le aventé la funda a la cara a Javier, el chico estaba tan mal que ni siquiera trató de pelear de vuelta, solo tomó la funda y revisó el contenido.
—Parece que hiciste un amigo, no sé de qué tanto te quejas.
—¿Huh? ¿De qué hablas? —Javier me pasó un papel doblado que había en la funda, en él había estaba escrito lo siguiente: "(8*9)—***—**** llámame popi seco", supe de inmediato qué era Damián. «¿Cuándo fue qué escribió esto? Ni siquiera lo vi, que tipo tan raro, en serio piensa que le escribiré»—En fin, ¿Quién es tu amigo? —dijo Javier mientras se acomodaba, en el sofá para beber una pastilla.
—No es nadie, además ¿Eso qué te importa? —dije de forma brusca, era un metiche, siempre quería tener su nariz metida en todos lados.
—Deberías aprender modales, imbécil. Solo me estoy preocupando por tu trasero solitario.
—Vete al carajo. Me dejaste sin dinero para desayunar. Dame algo. —extendí la mano para pedirle dinero.—Mi tarjeta está en esa chaqueta, mi celular también está ahí, pidete una vaina en Pedidos Ya (eto no e promoción) que tengo hambre también. —dijo señalando una chaqueta tirada en un lado de la habitación. Me dirigí a ella y tomé la tarjeta y su iPhone 14 pro max—. Ten cuidado, sé que nunca has tocado algo tan caro.
—Me humillaste con eso ya, imbecil. Te la das en chistoso, metete a un circo. —dije molesto. Al final terminamos pidiendo sushi y una Coca Cola.
—¿Por qué no cambias tu teléfono?
—Javier... Soy pobre.Javier me miró aguantándose la risa. —¿Tú? ¿Pobre? Por favor, si quisieras podrías comprártelo y lo sabes, no digas que no.
—Ni siquiera sé porqué trato de razonar contigo, eres un imbécil.
—Ok, ok, ahora dilo sin llorar.
—Hijo de puta. —Miré mi teléfono, ¿qué tenía de malo mi Sansung Galaxi J5? Es cierto que está un poco roto, pero... Pero... —... Quiero un teléfono nuevo.Javier estalló en una estridente risa, haciendo que casi se atragante con su comida. Empezó a toser tan pronto como sintió que se le complicada respirar. —¡Oh Dios! No te preocupes, te conseguiré un teléfono nuevo. Pero, ¿Por qué nunca lo habias cambiado?
—No lo sé, nunca le presté tanta atención a eso. Aunque temo que mi teléfono no soportará mucho más.
—No olvides llevarte todo lo que te mandó el viejo, no quiero esa mierda en mi casa. —dijo Javier señalando unas cajas que habían en una esquina de la sala.
—Okey.
Después de comer me dirigí a casa, Javier se ofreció a darme un aventón hasta mi casa y así no tuviea que cargar con todas las pesadas cajas. A diferencia del residencial en el que vive Javier, mi casa estaba en un barrio algo solitario y poco transitado debido a los rumores de recientes atracos en la zona se habían propagado rápidamente, a lo qu elas personas no iban mucho a esta parte del vencindario. Mi casa, por otro lado, no emitía ningún sonido; no había ruidos de autos, personas o alguna mascota. Solo estaba yo, prendo la televisión para escuchar las voces de los presentadores y actores, esperando callar el silencio que hacía aquí. No me gustaba vivir tan solo, pero no tenía a nadie más. Mamá no ha estado bien, por lo que tengo que trabajar duro y así pagarle al viejo los gastos de sus tratamientos, incluso si quisiera, no puedo traer nadie a casa debido a las constantes irrupciones del viejo en mi casa, es bastante peligroso tener a alguien aquí ya que me tendría que responsabilizar de que sucediese, así que es mejor estar solo.
Una vez prendida la TV me dispuse a sacar las cosas de las cajas. Las moví a la cocina y pusé las más pequeas arriba de la mesa del comedor, y así estar más cómodo. Mientras sacaba algunas cosas que me había pasado Javier de parte de el Viejo, escuché el celular sonar. Cuando lo levanté vi que quién me llamaba era el mismísimo Viejo.
—Aló.
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Show Me How To Love
Romance- ¿Por qué dijiste eso? - ¿Te refieres a que repudio a los maricones? - Quieres decir, gais. Pero sí, eso. - ... Porque es verdad. - Entonces, ¿eres homofóbico? - No lo sé, supongo. Francisco es un joven dominicano gay dentro del closet, el cual ocu...