Capítulo 12

9 2 2
                                    

Temporada 1, Show Me How To Love.
Prueba fallida. Capítulo 12

«Debo estar volviéndome loco.»

Tomé el consolador rojo y abrí un lubricante, le eché bastante y lo acaricié de arriba a abajo hasta que todo el consolador esté completamente empapado, mis manos también estaban bastantes embarradas así que podía aprovechar para dilatar un poco la entrada. El video seguía corriendo, por lo que en la habitación solo se escuchaban los sonidos de los actores y una respiración pesada de mi parte.

«Bien... Aquí voy.» Mis dedos acarician mi miembro buscando poder estimularlo, el gel se siente frío al tacto a diferencia de mi pene que por alguna razón está erecto y siento como si fuese a explotar. Sin retrasar más el asunto, bajé más mi mano y busqué la entrada a mi recto, estaba nervioso por lo que decidí no utilizarlo, aún así seguía erecto.

«Solo... Un poco más, un poco más.» Pensé mientras seguía mastubandome. De repente, el sonido de la puerta abriéndose hizo que salga de mi pequeña burbuja, había olvidado por completo que Damián aún seguía durmiendo, me vine en ese exacto momento y sentí como si una corriente eléctrica golpeó toda mi columna, por reflejo pateé la computadora la cual rebotó en la cama y se cerró. Yo me paré corriendo, me limpié, guardé todo bajo la cama y me puse los pantalones como pude; todo eso en menos de dos minutos, abrí un poco la puerta y miré hacía el pasillo, como sospechaba, Damián estaba caminando sin rumbo, apoyándose de las paredes como un borracho, me pregunto si está dormido.

—¿Damián? ¿Estás bien? —le pregunté con una voz nerviosa, él pareció espantarse y me miró somnoliento. En ese momento caminó hasta mi casi cayéndose con paso torpe. Finalmente, está parado frente a mí y se incorpora en sí como puede para no caerse.

—Yo... tengo sed. —expresó Damián más dormido que despierto, su voz se escuchaba profunda y ronca, resonó en mi cabeza rebotando en mi cerebro y haciendo millones de ecos—. Por favor... Dame agua, te prometo que me iré a dormir.

Ambos caminamos a la cocina, lo ayudé como pude para que se sentará en la silla. Al parecer es sonámbulo o algo por el estilo, tomó el vaso de agua y, luego, peleó un poco para dormirse.

—Damián, debes descansar, por favor—. Él hizo otro berrinche como un niño pequeño, traté de negociar con él y me dijo que no podía dormir y que si podía acostarme a su lado hasta que volviera a dormirse, como estaba casi dormido, acepté.

Ambos nos acostamos en la cama. No estábamos apretados, la cama era lo suficientemente grande para los dos. Yo me había acostado sobre mi lado izquierdo y él estaba detrás de mí, boca arriba. Pero de repente sentí el calor de su cuerpo junto al mío y el peso de su brazo sobre mí y puedo jurar que siento su pierna tratar de meterse en medio de las mías.

—¿Qué estás haciendo?
—Me gusta dormir así... —dijo, pero ahora con un extraño tono de consciencia como si estuviera despierto—. Sabes, la próxima vez... Podrías tirarte con menos fuerza sobre mi. —susurró en una voz prácticamente inaudible.

—¿Qué dijiste? —un silencio precedido de una larga respiración me confirmó que ahora sí se había dormido, me giré sobre mí mismo para verificar, y sí, se había dormido.
«¿Está hablando del accidente en ensamblaje?» No pude dormir por la incomodidad.

...

Los primeros rayos de sol se dejan notar a través de la ventana desnuda de mi cuarto, siento la calidez en mi cara, hasta que esa calidez se torna en molestia y con pesar mis párpados se abren. Tomé mi teléfono, eran las 6:20 a.m., era poco habitual que me levantase a esta hora, dado que acostumbro a estar despierto a las 5, pero tras la fuerte tormenta de emociones que experimenté anoche, realmente no me sorprende que haya dormido tanto en las últimas horas de la madrugada.

Show Me How To LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora