Juego De realidades [#2 Libro]

21

Sinceramente, me gustaría estar en estos momentos en mi casa en uno de los planetas que mi novio y yo visitamos. Me encantaría estar en el balcón que ahí en la sala que me da vista a un gran cielo lleno de estrellas y planetas donde los colores es lo que menos falta en ese mundo.

En cambio, tengo que estar aquí frente a las versiones de mi familia de otro universo. Sinceramente, horita
me gustaría estar más en la seguridad de mi cama que frente a las personas que están ante mi— sin incluir a Lucia— que me miran como un extraterrestre.

Una versión de mi padre y de mi abuelo están frente a mi en la oficina que de Nicolás haciéndome sentir aún más incómoda ya que conozco bien está oficina, cabe agregar que es idéntica que la de mi mundo.

Los estantes llenos de libros, las pequeñas estatuillas en un estante con objetos antiguos y extraños donde hay cosas de los años antes de cristo y de no hace mucho. O eso es lo que yo puedo diferenciar. Unas gemas que fueron creadas por seres antes de que existiera los humanos aquí, ollas creadas por los egipcios y cosas asi.

—¿Vas a hablar o vas a quedarte mirando todas estas cosas?— pregunta con su típico acento británico la versión de mi padre.

—Tienes muchos cosas extrañas— comento mirando cada una— solo te falta el cuadro que va allá en la esquina.

Señaló el sitio que está vacio en la pared donde debería de haber un cuadro más viejo que Lucia incluso. Tiene mas de 500 años y me parece raro que no esté allí cuando siempre a Nicolás le encantaba ese feo cuadro.

—Lo vendí hace unas semanas— espeta con recelo y yo asiento sin girarme—¿Quien eres y porque tienes los ojos de mi pequeña?

Miro a Lucia unos segundos y ella parece igual de distraída que yo mirano los objetos de los egipcios que ahí en la habitación. Digamos que a Lucia le gusta todo este tipo de cosas, le encanta saber sobre la historia y los tesoros, teniendo en cuenta que ella tiene muchos que fueron importantes en la historia de nuestro universo.

—Supongo, que ya te haces una idea de quién soy— comento girando hacia ellos para verlos con detalle a ambos.

—No, no lo sé. Y si así fuera, no te pareces a nada a ella— hace énfasis en su hija y asiento complacida.

No me parezco nada a su hija porque yo soy un mounstro, y ella no lo es. Y estoy segura de ello porque ella es una niña inocente, linda y feliz con una bonita infancia, infancia que yo también tuve pero que fue destrozada de lleno por mi madre y su avaricia.

—¿Quien eres te e preguntado?— hago un mueca con los labios.

—Soy una versión de tu hija de otro universo— espeto haciendo que Emilio y el se queden en sumo silencio— vengo de otro universo y soy una versión de tu hija pero del futuro.

Se quedan ambos en silencio un par de segundos, minutos incluso y eso basta para que Lucia se acerque al mini bar de la oficina y se sirva un trago para esperar que ambos señores reaccionen.

Parece que ambos se hacen una idea de lo que acabo de decir porque tragan saliva al mismo tiempo y por uno de ellos dice:

—¿Cómo es eso posible?

—Las sospechas que tienes de tu hija son ciertas, es poderosa. Pero ella no va a ser ni el 20% de lo que yo soy, porque ella solo va a tener poderes— digo haciendo que esa version de mi padre se quede muda.

—¿Y tú qué eres?— pregunta Emilio— se nota que no eres humana, que no lo son— señala a Lucia y a mi al mismo tiempo.

—Yo soy una trihibrida, soy vampira, loba y bruja. Aparte que soy un hada oscura— responde Lucia mientras sonríe meneando el baso en sus manos.