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── 03. rolf scamander

(CHAPTER THREE)
rolf scamander

OLIVIA YA LLEVABA DOS SEMANA EN LA MADRIGUERA, ERA DIVERTIDO PASAR TIEMPO CON la familia Weasley, y es que te trataban como uno más de la familia. Siempre había con quien hablar, y el silencio era algo que en esa casa no reinaba.

Olivia se encontraba con los señores Weasley y Ginny sentados en la mesa de la cocina hablando sobre Hogwarts.

Escucharon pasos bajando las escaleras, y al voltear Olivia vió a sus dos amigos, pero Ginny al ver a Harry dio sin querer un golpe al cuenco de las gachas y éste se cayó al suelo con gran estrépito.

Ginny solía tirar las cosas cada vez que Harry entraba en la habitación donde ella estaba. Olivia trato de ocultar una pequeña risa y se agachó para ayudar a Ginny a recoger el cuenco.

—Han llegado cartas del colegio —dijo el señor Weasley entregando a Harry y a Ron dos sobres idénticos de pergamino amarillento, con la dirección escrita en tinta verde. —Dumbledore ya sabe que están aquí—dijo refiriéndose a Olivia y Harry.—a ése no se le escapa una.

Olivia no había abierto su carta, había estado esperando a sus amigos y al ver a los gemelos bajar y que el señor Weasley les entregara sus cartas, ella abrió la suya.

Hubo unos minutos de silencio mientras leían las cartas.

A Olivia le indicaban que cogiera el tren a Hogwarts el primero de septiembre, como de costumbre, en la estación de Kings Cross. Se adjuntaba una lista de los libros de texto que necesitarían para el curso siguiente, Olivia al leer su lista se dió cuenta de la gran cantidad de libros de Gilderoy Lockhart, que tendría que comprar.

Pensó en su abuela y en la felicidad que tendría por tener la colección completa de los libros del mago.

Después de leer su lista, Fred echó un vistazo a la de Olivia.—¡También a ti te han mandado todos los libros de Lockhart! —exclamó—. El nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras debe de ser un fan suyo; apuesto a que es una bruja.

En ese instante, Fred vio que su madre lo miraba severamente, y trató de disimular untando mermelada en el pan.

—Todos estos libros no resultarán baratos —observó George, mirando de reojo a sus padres—. De hecho, los libros de Lockhart son muy caros...

—Bueno, ya nos apañaremos —repuso la señora Weasley aunque parecía preocupada—. Espero que a Ginny le puedan servir muchas de sus cosas.

—Señora Weasley, yo no tengo problema en regalarle a Ginny algunas de mis cosas.—dijo Olivia, procurando sonar lo más amable posible. Conocía a Ron y su negativa a que le regalaran cosas o que gastaran dinero en él, así que suponía que el resto de su familia era igual.