Cambiar

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MAX VERSTAPPEN

Las palabras de mi checo no dejan de
repetirse en mi cabeza "Me quiero
morir". El hijo de puta de Daniel se atrevió en tocar a mi esposo, Pero yo soy un imbécil por no haberlo recordado, yo lo vi subir por las escaleras. Mierda, mierda y mas mierda.

-Lo hemos sedado, su pulso
comenzó a acelerarse--hablo el
doctor.

Yo solo me mantenía sentando
a un lado de la camilla, viendo a
Checo dormir. El prefirió la muerte antes que, a mí, yo si el no seria nada.
-Gracias, doctor--respondió Victoria. El asintió y salió de la habitación.

Victoria toma asiento a mi lado, su mano tiene una venda. Al parecer el golpe le afecto mas a ella que a mí.

—¿Sigues molesta? - pregunte
—Estoy enojada contigo, Emilian—se puso de pie, soltando un suspiro -iré a la policía
-¿Qué?--me levante tomando del brazo-¿Para que iras a la policía?
— Ese hijo de puta que llamas tu amigo debe pagar- gruño, saliendo de mi agarre.
-Tu ahora te vas a ir a mi casa y
empacaras una maleta con ropa para Checo
-¿Qué harás?
-Checo prefirió la muerte en estos últimos meses ha estado triste, es mejor que por
un tiempo sonría- asiente no muy convencida, toma su bolso saliendo de la habitación.

Volví a sentarme, sacando mi
celular de la americana que llevo puesta Busco el numero de Taylor, al encontrarlo lo llamo.

—Señor Max ¿Necesita algo?
—Quiero que me lleven a Daniel Ricciardo a la casa, enciérralo en el sótano y diviértete con el hasta que yo llegue. Lo quiero vivo.
-Claro señor-soltó una risa, colgando la llamada.

Daniel aprenderá a no meterse
conmigo, me encargare de hacerlo
sufrir y que también desee la
muerte.

Bajo las escaleras dirigiéndome a la
cocina, un buen whisky para seguir
con mi trabajo seria excelente. Sin
embargo, un olor que conozco bien,
se hace presente. Mi ceño se frunce, camino hasta el mostrador de donde proviene el olor. Le di la vuelta viendo al piso, donde se encontraba mi whisky y Checo limpiando el suelo.

-iCheco! i¿Qué mierda hiciste?!
-Perdón, amor se me cayo. Yo
ahora lo levanto.

Sentí la sangre subir hasta mi cabeza, mi respiración empezó a descontrolarse. Me encorve tomando del cabello a Checo jalándolo con fuerza

–Maxi me lastimas- sus manos
fueron a mi agarre intentando que
lo suelte--Max
-i¿Por qué mierda tocas mis cosas?!--sus ojos húmedos me hacían saber que lo había herido pero ahora eso me vale un carajo—iContesta!
-Me estas lastimando.
-¡Ahora sentirás el verdadero
dolor! ;Te vas ha arrepentir Checo!

Con mi mano aun sobre su cabello,
comenzamos a subir las escaleras
escuchando las suplicas de mi
Checo pidiendo que lo suelte. Pero no podía, el toco mis cosas, ni siquiera sabe cuanto cuesta una botella como esa.

Llegamos a la habitación, tiro la
puerta con fuerza cerrándola. Nos
dirigimos al baño en donde arrojo a
Checo en el suelo

--Me duele- -solloza-.Max cálmate, yo te devolveré tu whisky, pero por favor cálmate.
-¿Cómo me lo vas a devolver?-empecé a romper su ropa, hasta solo quedar en bóxer— iTú eres un mantenido de mierda!
--No me insultes, no tienes derecho
a..- lo calle estrellando la palma de mi mano en su mejilla.
-Yo tengo derecho sobre ti--lo tome del brazo levantándolo del suelo- eres mío, jodidamente mío.
--Pa-para--lo meti a la ducha,
abriendo la llave. El agua no tardo
en caer y para la mala suerte de
Checo esta helada--me estoy
congelado
--Desde hace dias quería mostrarte
quien es tu esposo- desabrocho mi
cinturón, quitándomelo-:Crees que no vi como ese imbécil besaba tu mejilla?
-So-solo es mi amigo-lance el
primer azote sobre su cuerpo,
provocando que grite---no lo hagas.

Segui con el segundo azote, el tercero. Perdí la cuenta luego del quince. El agua segua cayendo sobre el cuerpo de Checo quien apenas estaba consciente
derramando lagrimas en el suelo.
-¡ven aquí! ---lo tome de las
piernas, alcanzo su trasero
--N-no--tartamudeo.
-iCállate!-baje mi pantalón junto
a mi bóxer y el suyo, entrando en
solo una estocada. Comenzando
a embestirlo con brusquedad sin
importarme nada.

Aun recuerdo su primera golpiza
ese día estuve como loco. Lo hice
dormir en el baño ya que no se
podía levantar, al día siguiente
se levanto con fiebre y tuve que
llamar a un doctor Cuando lo acosté en la cama, no podía dejar de temblar. Incluso en la noche me despertó gritando mi nombre, sus mejillas llenas de la grimas A SU cuerpo moviéndose bruscamente.

Así estuvo por una semana, hasta
que logro tranquilizarse, sin embargo, desde ese momento mantuvo la distancia y ya no quiso acercarse como antes a mí. Tal vez si yo no hubiera salido de mi oficina ese día, posiblemente ahora estuviéramos en casa, abrazados o haciendo el amor

Por horas me quede recordando los buenos momento, pero siempre se quedarían así, recuerdos.

Un quejido hizo que saliera de mis
pensamientos y que vuelva a la
realidad. Checo había despertado
-Hola mi amor--me acerque rozando mis dedos por sus mejillas- :Te sientes mejor?

Solo me miro asustados, con la
fuerza que tiene solamente se dio
la vuelta dándome la espalda.

--Antes que te sedaran... dijiste
que preferías la muerte- solté un
suspiro- . Te iras con tu madre
una semana.
-¿Qué? -se sentó en la camilla-¿N-no me estas mintiendo?
-Ya no te quiero ver triste-me
levante, sentándome a su lado Tome su mano sintiendo como esta se encuentra fría--te prometo que daniel pagara lo que te hizo- bese su frente- , espero que algún día me perdones.
-¿Cu-cuando iré con mi madre? -pregunto, en sus ojitos pude ver ese brillo que yo antes provocaba
—Cuando te den el alta, supongo
que mañana.

Yo en esta semana intentare
cambiar, pero antes me encargaría que Daniel sufriera las consecuencias. Con Checo nadie puede meterse, para eso me tiene a mí.

A pesar de todo, cuanto quisiera que me ame como yo a él, pero al ver esa mirada me da a saber que lo único que siente es miedo. El miedo que yo provoco

ERES MIO SERGIO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora