Prólogo

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El viento gélido silbaba entre los edificios vacíos de Busan, arrastrando consigo el eco de lo que una vez fue una ciudad bulliciosa y llena de vida. Ahora, sus calles estaban desiertas, invadidas por una oscuridad sombría que anunciaba un destino implacable.

Caminaba con paso vacilante por las calles. Mi corazón palpitaba con una mezcla abrumadora de tristeza y miedo. Atrás habían quedado los días de risas y alegría en la universidad, siendo reemplazados por la pesada carga de un mundo en decadencia. La infección estomacal, antes ignorada como un simple malestar, se había transformado en una pesadilla que consumía todo a su paso.

El recuerdo de aquellos que ya no estaban conmigo llenaba mí mente mientras avanzaba en la oscuridad, amigos y seres queridos cuyas miradas ya no podía encontrar. El dolor de esas pérdidas pesaba sobre mis hombros, amenazando con romper mí determinación.

En cada esquina, el suspenso era palpable. Cada paso era una incógnita, cada sombra un posible peligro. Esas abominaciones acechaban en cualquier lugar, ocultos en la penumbra de la noche.

El apocalipsis había comenzado, y la supervivencia se convertía en mí único propósito. La tristeza, el miedo y el suspenso se entrelazaban en cada rincón, atrapándome en una lucha desesperada por encontrar un atisbo de esperanza en medio del caos.

¿Seguiré manteniendo mi humanidad intacta mientras todo el mundo se desmorona? Solo el tiempo revelará si soy capaz de encontrar una luz en la oscuridad de este nuevo y aterrador mundo.

I Will Never Leave You AloneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora