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apenas me detuve frente a su casa, salió del auto con un bolso de sus pertenencias en la espalda. entró a su hogar sin voltearse. 

me quede detenido unos minutos, mirando con inquietud la puerta por la cual él había entrado. su actitud era para preocuparse y quería ayudarlo, para que por último, su último año en el instituto, lo viva un poco menos solo.


(...)


—¡profesor hemmings!

detuve mi marcha y pensamientos. me volteé lentamente, totalmente curioso por saber quien me necesitaba.

—profesora stevenson—la saludé, un poco desanimado por conocer quien necesitaba de mí.

ella estableció el ritmo de su respiración, y antes de poder decir algo más, habló finalmente.

  —en la administración lo buscan. 

agradecido de que no se trataba de ninguna situación con relación a ella, le di una sonrisa y asentí para caminar en la dirección de la cual ella había salido. en el camino hasta la administración, algunos estudiantes me dieron sus mejores sonrisas como saludo, a lo que respondía con asentimientos conformes de sus buenos modales.

—¡lukey!—en la administración, fui recibido por el chillido y el cálido abrazo de alguien.

—¡holly!¡cariño! —exclamé cuando pude procesar quien estaba frente a mí. la envolví en mis brazos gustoso de su visita—. ¿que haces aquí? —pregunté sonriente cuando nos separamos. ella puso un mechón de cabello tras su oreja y me dio una sonrisa.

—¿no podía visitar a mi guapo novio escritor?—contestó arrugando su nariz de forma adorable.

—que dulce eres...—respondí con intenciones de volver a darle un abrazo, pero fui alertado por la presencia de alguien más en la administración—¡michael! —chillo, dando un paso lejos de holly para caminar hasta él, quien se voltea y sale a paso rápido del lugar.


lo último que vi, fue su cabello teñido de rubio pálido y una linea negra en frente.

colorcidio |muke clemmings|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora