f o r t y t w o

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se habían llevado el cuerpo de holly no de hace mucho. bruce me avisó sobre todo el asunto y dijo que llamó a ashton para que cuidara de mí mientras él se ocupaba del papeleo, porque no confiaba en mi siendo estando solo con semejante impacto emocional a mis espaldas. mi amigo llegó a pocos minutos que mi suegro, o ex suegro se marchara,  y me abrazó mientras sollozaba en su hombro buscando desahogarme.

perdí la noción del tiempo, pero ashton estuvo ahí hasta cuando el sol nos saludó por la ventana. limpió las lágrimas de mi rostro, acarició mi espalda y trajo té con limón cada vez que mi voz se volvía ronca y rasposa por los desgarradores gruñidos y gritos que solté.

—bruce me mandó un mensaje—susurró ashton espabilándome de mi trance—. te necesitan en el hospital.

—pero ella murió—dije con voz ronca. era idiota que la tuvieran en el hospital, porque ahí solo mantenían a personas vivas enfermas, no a gente que no volvería a respirar jamás—.  oh, ya lo entiendo—cierro mis ojos con fuerza al notar que, a lo que él se refiere, es a la morgue que se encuentra en el subterráneo del hospital.

salimos del apartamento y subimos al auto. él sabía cuando odiaba las palabras de aliento, de tranquilidad. necesitaba compañía silenciosa y un oído que me oyera cuando lo creía importante, con eso bastaba.

—a ella le gustaba mucho ese parque—apunté con mi dedo al parque que rodeábamos, rompiendo el silencio—. le gustaba mucho cuando nos conocimos. yo la empujaba suavemente en el columpio y ella me agradecía con un dulce beso —guardo silencio una vez más y desvió mi mirada del parque, para ponerla en mi regazo y entrelazar mis dedos.— nunca me volverá a besar ashy—él se limitó a guardar silencio mientras conducía, con sus labios apretados en una línea fina—. y nunca la veré con su vestido blanco que tanto buscó y deseó—cerré mis ojos mientras de ellos salían las lágrimas otra vez—. nunca escucharé la marcha nupcial encabezada por ella como una princesa, ni a su padre a su lado pidiéndome que la cuide hasta la eternidad. ahora es inútil prometer algo, porque ella se fue a un descanso eterno dejándome en el infierno mismo sin su compañía—. suspiré y pestañeé un par de veces para que las lágrimas no interfirieran tanto en mi vista—.  nunca veré un pequeño yo, llorando por las noches ni corriendo de allá para acá —sorbí mis mocos perdiendo la poca cordura que tenía cuando sollocé—. estaba tan cerca de mi vida perfecta ash, y ¿sabes que?—hicimos contacto visual y terminé por romperme—. perdí todo.

colorcidio |muke clemmings|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora