t w e n t y s i x

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luego de 20 minutos, michael y yo íbamos a la escuela. para mi sorpresa, me prestó un beanie con la excusa  que no quería que todo el mundo supiera que me había teñido el cabello por él, por lo mismo, él también ocupaba uno.

cuando llegamos al instituto, nos bajamos del auto y nos dirigimos a la recepción de esta para poder entrar e ir a clases, protocolo.

—¡lukey!¿¡donde estabas!?—la pequeña figura de holly, se lanzó a mis brazos dándome una cariñosa bienvenida. la saludé, respondiendo a un tímido y corto beso.

—adiós luke—murmuró alguien a mis espaldas y al mismo tiempo, con holly nos volteamos.

—¿luke?—preguntó la rubia levantando una ceja hacia mike, que había detenido su marcha ante las palabras de mi prometida. —para ti es profesor hemmings.

él desvió su mirada hacia mi, ignorando por completo a holly—. mike, te quiero donde mis ojos te vean.

él viró sus ojos y se volteó, para finalmente, ir al salón. ante la ausencia de él en la recepción, holly me besó una vez más.

—¿por que tienes puesto ese beanie tan feo? te he regalado miles y no lo usas, porque según tú, son incómodos—inquirió un tanto molesta quitándolo de mi cabeza. gruñí en mi interior al ver la expresión de su rostro—. oh por dios ¿cabello violeta? ¡luke! ¡tuve que cambiar tu traje para que combinara con tu cabello rubio con una linea negra y ahora tengo que buscarte uno que combine con el violeta!—chilló molesta—¡eres un dolor de cabeza!

dejó sus palabras en el aire y se fue, haciendo que me quedara solo en la recepción, con el pequeño beanie a mis pies, que antes de irse, se había encargado de pisotear.

—joder— gruñí para recogerlo, pero alguien puso su pie en este, otra vez—. disculpa necesito el...—en mi cabeza había algo, me levanté y me encontré con michael usando su beanie y colocándome otro—. perdón por este sucio—él asintió, sin darle mayor importancia. me puse de pie nuevamente, para arreglar yo mismo el beanie—,con esto de la boda anda estresada de aquí para allá...—traté de disculpar la reacción de mi prometida.

—¿te casarás?

y mi respuesta positiva, lo hizo marcharse rápidamente, una vez más.

colorcidio |muke clemmings|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora