f o r t y f o u r

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ashton

luke había caído a mis pies luego de firmar. estaba inconsciente junto a mí, pero reaccioné a tiempo mientras que una enfermera corría hasta mi para prestar auxilio. culpaba su perdida de conciencia por todo lo que él estaba pasando. las enfermeras y enfermeros lo subieron a una camilla y lo escoltaron a una habitación mientras lo estabilizaban.

—¿luke?—preguntó una voz proveniente de uno de los cuartos. en los costados de los pasillos. me encogí de hombros y continué siguiendo a las enfermeras y la camilla—. ¡luke!—gritaron esta vez. me volteé y vi que había un chico de cabellos morados en la puerta de una habitación llamando a mi amigo. era pálido, labios carnosos y rojos. estaba con la clásica bata de hospital.

—michael—me giré al notar el leve susurro que luke decía inconscientemente, lo más seguro que llamaba a este chico y que, por atar cabos, deduje que era michael clifford, el mismo adolescente que es su alumno y lo tiene un manojo de nervios.

las enfermeras los adentraron a una sala pero pronto, luke comenzó a gritar y a deseperarse.

—¡no!¡no!—gritaba tratando de levantarse y de sacar los instrumentos de enfermería que tenía en sus brazos.

—¡luke!—lo llamé para tranquilizarlo, pero fue en vano porque él seguía luchando. comenzaron a amarrar sus brazos y le inyectaron algo que hizo que comenzara a tranquilizarse, y que posteriormente, se durmiera otra vez .antes que lo terminaran de ingresar a la habitación, los detuve.

—llévenlo hasta el chico de cabellos violeta—solicité, por lo que ellos asintieron y retrocedieron hasta la habitación donde "michael" había llamado.

lo encontré sentado en su cama, y al notar que personas se adentraron en la espaciosa habitación en la cual había tan sola una camilla, se levantó con la bolsa de suero en su brazo.

—¿por qué esta así? —preguntó con voz ronca y recordé su reacción alérgica, esa que luke me había mencionado la noche anterior.

—perdió su razón de existir.

—puede tener otra —susurró y arrugué mi ceño, sin entender.

—perdón¿que dijiste? 

—eso, que puede tener otra razón de existir, puede haber más felicidad y una, que esta vez, dure para siempre.

colorcidio |muke clemmings|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora