s i x t y f o u r

2.3K 364 27
                                    

michael se removía incómodo en su asiento por dos razones.

uno, porque ese no era su asiento.

y dos, porque estaba al lado de james.

sabía que lo que había hecho estaba mal, porque sentía cosas por luke y tenían algo, por lo tanto, era incorrecto que él se mostrara "cariñoso" con alguien más, además que eso no iba con su personalidad, él era tímido y desconfiado.

—terminamos la clase un poco antes—comentó luke—. ¿alguna pregunta, chicos?

michael se sentía completamente avergonzado e incómodo sobre lo que luke había presenciado con james. quería que la tierra lo tragase, e incluso evadió la mirada del rubio esas eternas dos horas. 

quería que el tiempo pasara rápido para desaparecer, pero su  compañero levantó la mano.

—¿nos concede un minuto de confianza?—preguntó el chico. luke, con su ceño fruncido por la sorpresa, asintió.

los alumnos de último año tenían mucha confianza en los profesores. los profesores les prestaban dinero y les hacían favores, por lo que lo denominado "minuto de confianza" era para que los maestros contaran algo de su vida privada a sus estudiantes, confiando que no saliera de esas cuatro paredes.

un voto de lealtad que se había mantenido por generaciones en ese instituto.

—-¿que sucede?

—¿por qué se fue?— y el rubio abrió los ojos como platos ante la sorpresa. él apenas podía recuperarse del estupor, cuando el timbre que anunciaba el termino de la clase sonó.

—pueden irse.

luke apenas podía, a casi un mes del suceso, pensar en holly y lo inesperada que fue su muerte. a veces lloraba por las noches, soñando que al despertar ella estará a su lado, acariciando su vientre que crecería, murmurando palabras dulces para ese bebé, que al fin y al cabo, nunca nacería.

michael le susurró a james y amy que tenía que hablar algo con el profesor hemmings y que se fueran nada más.

cuando el salón se vació, michael cerró la puerta con seguro, atrayendo la atención de luke que estaba apoyado en su escritorio, con su vista perdida y boca reseca por la pregunta que le había quitado la respiración.

el menor se acercó tímidamente a él y acarició su hombro, a tiempo que el rubio se perdía en la esmeralda mirada del chico de cabellos morados.

—fue un mal entendido, es un nuevo amigo—dijo michael, explicando su cercanía con james. no obtuvo respuesta, pero sin pensar demás, abrazó a luke, justo a tiempo para recibir sus lágrimas y sollozos.

él sabía que holly fue alguien demasiado importante en la vida de luke y nunca, ni en su locura máxima, rechazaría darle el apoyo que necesitaba, porque asumía sin ninguna objeción, que nunca la olvidaría.

ni a ella, ni al bebé que nunca nació.

colorcidio |muke clemmings|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora