Capítulo 3

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Comenzaba la mañana y Mingi estaba sacando los brownies magicos del horno para ir a venderlos al metro. El ruido que hace al moverse por la habitación solo se encargó que Wooyoung abriera los ojos.

—Oe aweonao, acuérdate que también existo po y que mañana entro a clases. —Dijo Woo aventándole la almohada.

—Amor, yo solo iré a traer dinero para mantener a esta humilde familia. —Dramatizó Mingi mientras se ponía una mano en el pecho.

—Ya empezaste con tus homosexualidades, déjame dormir weón, te amo pero cállate.—Dijo Wooyoung mientras se daba vuelta en su cama y se tapaba la cara con la almohada.

—No se enoje mi amor, juntos tendremos esa casita que tanto soñamos. Descanse mi reina. —Mingi se inclinó para darle un beso en la frente a Wooyoung pero este al percatarse de las intenciones del mayor, una patada bastó para apartarlo de inmediato.

—Chaaa, te demuestro mi amor y nada, así son po. Me voy pero no te traeré ni un peso, ME LOS VOY A BEBER. —Dijo Mingi saliendo de la habitación y Woo solo se limitó a sacarle el dedo del medio.

Mingi luego de haberse dado mil vueltas con los quequitos, logró establecerse en las afueras del metro y la mañana pasó sin mucha novedad. Después de unas horas visualizó al mismo castaño bonito que había hecho callar en el supermercado el día anterior y se comenzó poner nervioso cuando vio que se estaba acercando hacia donde encontraba él. ¿Era obra del destino? Naaah olvídenlo, venía acompañado de un rubio más bajito y muy mamado.

—Buenaas, ¿A cuanto tiene los quequitos amigo? —Preguntó el rubio.

—Están a 1.500 pesos los quequitos pero por su amigo tan guapo se los dejo a 800 cada uno, son los mejores de la región. —Respondió Mingi mientras miraba al castaño y le guiñaba un ojo.

—Buenaa, dame 8 porfa. —Habló el rubio mientras sacaba la plata para pagar.

—Aquí tiene amigo, que tenga un buen día. —Dijo Mingi sin despegar la mirada del castaño guiñandole nuevamente un ojo el cual Yunho no notó ya que en ese momento recibió una llamada telefónica y se despidió del vendedor rápidamente. San no quiso decir nada pero se sentía bien raro y eso que aún no comía los brownies.

Ya terminada la venta total de los brownies se devolvió pa la casita, estaba pensando en aquel paquete de galletas que lo esperaba. Entraba a la casa y lo primero que sintió fue el delicioso aroma de comida casera, había pasado tiempo desde que pudo sentir ese aroma desde su casa y no un restaurante.

—LLEGUÉÉÉ. —Gritó Mingi mientras tiraba sus llaves en cualquier lugar.

—Hola maricón, sientate a comer, está listo. —Dijo Wooyoung quien llevaba un delantal puesto mientras acomodaba la mesa.

***

—OH HERMANO, HACE CALETA DE TIEMPO NO ME CHANTABA COMIDA REAAAL. —Gritó Mingi con comida en la boca, llamando la atención de todos.

—Oe pero no seai ordinario po, cierra el hocico pa comer. —Reclamó Jongho

—¿Me querí cerrar la boquita? —Preguntó Mingi en un tono burlón abriendo aún más la boca.

—Oigan ya po, paren la wea si estamos comiendo en familia
—Dijo Joong pegándole un paipe a cada uno.

Así continuaron discutiendo más y más, cosa que a Joong ya le había irritado por lo que solo se levantó de la mesa con su plato en mano y le agradeció a Woo, le siguió Jongho que debía organizar las cosas para el día siguiente. Woo y Mingi siguieron insultándose un rato más hasta que se aburrieron.

—Oe hermanito, tengo que contarte algo. —Dijo Mingi ya más serio.

—No voy a pagar tu fianza. —Dijo Woo mientras levantaba su plato de la mesa y lo dejaba en la cocina

—Chaaa pero loco, es algo más de adentro, si no soy nah malo po. —Dijo mingi siguiéndolo a la cocina para también dejar su plato.

Ambos se fueron a la pieza para poder copuchar bien, cawin es cawin.

—Oe, ¿Me vai a dar galletas o no? —Preguntó Woo mirando como Mingi sacaba el paquete de galletas.

—¿Debería? —Dijo Mingi alzando una ceja.

—Oe no seai penca, me jotié a un loco nada que ver po, NO TE HAGAI EL LARRY FEO CULIAO. —Tiró Wooyoung mirándolo serio.

—No seai llorón po. —Ambos rieron—Ya pero escúchame con atención porque estás a punto de escuchar la historia de amor más bonita po, vo cachai. —Dijo Mingi mientras se acomodaba en su cama para contar la historia.

—Hermano, te dai más vuelta que mojón en el agua, cuenta luego la wea po. —Dijo Wooyoung mientras se metía una galleta a la boca.

—Ya oh, ayer cuando distrajiste al guardia me encontré con un cabro entero lindo po, mi corazoncito hizo BUMBUM. —Apuntando su corazón —Si lo vieras me entenderías y hoy lo volví a ver, estaba con un loco rubio que me compró queques po. —Finalizó su relato Mingi.

—OE AWEONAO, ME ESTAI CAGANDO?. —Gritó Woo mientras lo apuntaba con una galleta.

—OE TONTO WEÓN, TE ESTOY CONTANDO ALGO Y TÚ PREOCUPADO SI TE ESTOY CAGANDO. —Gritó de vuelta Mingi.

—¿Pa qué con esa? —Preguntó ya más tranquilo woo— ¿Y por lo menos le preguntaste el nombre o le pediste el IG?—Preguntó nuevamente curioso Wooyoung.

—Es que me puse weón po, además, justo lo llamaron y solo me hizo una seña. —Hizo una pausa dramática—Yo ya tengo mi vida planeada con ese hombre, nos casaremos.... Espera, ¿Es legal?, como sea... Él será el papá de mis gusanitos y viviremos en el monte con seis vaquitas y nueve perros. —Dijo Mingi con mucha emoción.

—Mingi aterriza papito, vo no erí así. —Dijo Wooyoung dándole una palmada en el hombro.

—Si no resulta, me quedaré contigo y no estoy preguntando. —Habló Mingi solo se limitandose a reír.

En eso entra Jongho a la pieza y los pilla comiendo galletas.

—Oh, son como el hoyo, tenían galletas y ni compartieron. —Dijo Jongho con aires de indignación.

Jongho se acercó para empujarlos con toda su fuerza, por lo que comenzó una guerra de almohadas hasta que quedaron agotados y fueron a dormir.

Viviendo a lo chilensis | ATEEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora