Capítulo 15

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Eran las 9:30 de la mañana del día domingo, esa misma tarde llegaba Hongjoong a casa y tenían que dejar todo listo para que no sospechara nada. Yunho fue el primero en levantarse para preparar el desayuno y partir a primera hora para ir al centro. Yeosang había encontrado un vendedor en marketplace que tenía la figurita y se juntarían en el centro para ir por ella, por lo que todos estaban tranquilos y seguros de que todo el caos que se formó pasaría desapercibido.

Cuándo Yeo se despertó y desayuno, se preparó para amor junto a Yunho y Mingi que se había unido al plan. Los tres chicos estaban listos para salir por lo que decidieron que sería más rápido si iban en auto así que le pidieron el auto prestado al mayor del grupo.

—Hwa, ¿Nos prestas el auto para ir? —Yunho fue el elegido para preguntar, se sintió como si estuvieran pidiendo permiso para salir a su mamá
Seonghwa solo levantó la mirada de su teléfono y respondió.

—No. —Corta y concisa fue su respuesta. Después del pánico que le había hecho pasar la noche anterior no quería saber nada más de los chicos presentes en esa casa, sumado a tener que dormir en una cama que no era la de él, la habitación de Hongjoong no era la más cómoda para su gusto.

—Pidamosle el auto a San mejor. —Yeo le susurró a Mingi y se dirigieron a la habitación en donde se encontraban los dos chicos durmiendo abrazados. —Le puedes preguntar lo que sea a San mientras duerme y te dirá que sí. —Susurró de vuelta el chico.

Yeosang se adentró a la habitación y fue hasta el lado de la cama donde se encontraba el rubio, se acercó un poco a él y le pidió prestada las llaves de su auto. San no cuestionó nada y le indicó entre sueños donde se encontraban y siguió durmiendo junto a Wooyoung que tenía su cara contra el pecho de San y las piernas entrelazadas. Los dos chicos salieron lo más silenciosamente que pudieron o eso intentaron porque Mingi pasó a llevar un vaso que se hallaba en el cuarto pero por suerte no se rompió.

Los tres chicos salieron y se subieron al auto de San, el único que sabía manejar entre ellos era Yunho por lo que él se sentó en el asiento del conductor. Yeosang estaba a punto de subirse en el lado del copiloto hasta que Mingi lo empujó levemente y se subió antes de que el más bajito pudiera, el chico solo se limitó a sentarse en los asientos traseros.

El viaje al centro solo demoró 10 minutos, estacionaron el auto en los estacionamientos del Mall y fueron a comprar café mientras esperaban a que llegara el vendedor al punto de encuentro. Se sentaron en las mesas que se ubicaban en el exterior del patio de comidas para hacer la hora.

—¿Ustedes son algo? —Preguntó Yeo de la nada. No le interesaba mucho la verdad pero amaba incomodar a los demás con ese tipo de preguntas.

Al oir la pregunta Mingi se atoró con su café y miró a Yunho, ninguno de los dos sabía qué responder. Era una pregunta poco complicada de contestar y no habían hablado de lo que eran pero antes de que pudieran decir algo el celular de Yeo recibe una llamada, era el vendedor. Como dice el dicho, salvados por la campana.

Los tres se dirigieron a la entrada del Mall para concretar la venta que fue bastante rápida. Apenas el señor se fue, fueron al supermercado para comprar algunas cosas para que todos pudieran almorzar.

***

Hongjoong se encontraba subiendo el cerro con su bolso, ya estaba bastante agotado, solo quería llegar y acostarse. No niños, no adultos desagradables, peleas sin sentido, nada. Estaba a punto de abrir la puerta de su casa hasta que alguien lo llama.

—Pss, oiga mijito ¿Pasó algo anoche? —Preguntó doña María, su vecina que vivía a dos casas de distancia de la suya.

—¿Debería haber pasado algo? —Respondió un poco pesado, todo el tema de su tía lo tenía malhumorado. Aún así estaba confundido con las palabras de su vecina, él suponía que anoche no había sucedido nada, nadie lo llamó, ni si era Seonghwa.

Viviendo a lo chilensis | ATEEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora