Capítulo 21

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Lamentablemente era inicio de semana y como cada día lunes los chicos comenzaban su rutina semanal para sus respectivos estudios. Mingi se había levantado temprano para estar a primera hora en su pre universitario -al fin se había dignado el perla-, se duchó y bajó a la cocina para prepararse un café para desayunar antes de salir de la casa. Para su mala suerte, la cafetera que poseía el mayor del hogar era demasiado tecnológica para su entendimiento, estuvo un rato intentando hacerla funcionar hasta que de un momento a otro dejó de funcionar completamente.

—Oe la wea pa charcha, de seguro la compró en los chinos. —dijo Mingi mientras trataba de superponer la tapita que le había sacado. —Ya pico, nadie me vió haciendo esta wea.

Yeosang venía recién despertando anhelando tomarse un rico café para comenzar el día. Para su mala suerte, al entrar a la cocina se topó con Mingi y la trágica escena con la cafetera, abrió los ojos y estuvo a punto de decir algo pero decidió callarse. El más alto solo se acercó a la salida de la cocina y le hizo una señal de que haga silencio.

—OE HWA VI AL YEO QUE ROMPIÓ TU CAFETERA CON LOS MEOS BRAZOS QUE TIENE. YO QUE TÚ SE LO COBRO, QUE NO SE HAGA EL LARRY. —gritó Mingi tomando sus cosas y saliendo de la casa.

Seonghwa, al igual que Yeo, venía recién despertando por lo que saber que no podría tomarse su preciado café de la mañana lo puso de mal humor. Para empeorar todo, tenía un certamen importante para el cual se pasó 2 semanas estudiando sin parar, no había forma en la que fuera a fallar, estaba confiado en que le iría bien como todas las veces anteriores. Se arregló y fue tranquilamente a clases.

***

Hwa salió decepcionado de clases, el certamen fue más difícil de lo que pensó y falló. Iba derrotado de vuelta al hogar esperando que este estuviera en calma y no en un caos como parecía estar siempre alrededor de los 7 chicos. Había salido tarde de clases, iba agotado y hambriento, esperaba que Wooyoung hubiera hecho algo rico de comer, una buena comida siempre anima al corazón, aunque lo que realmente quería era ahogar sus penas con alcohol.

Llegó a la casa aproximadamente a las 8 de la noche. Al entrar notó que había más calma y tranquilidad de la que esperaba , Wooyoung estaba en la cocina haciendo quién sabe qué, Yunho y Mingi estaban estudiando en el comedor mientras que el resto estaba viendo algún programa en la televisión.

—REUNIÓN. —Gritó Hongjoong apenas vio al mayor ingresar por la puerta de la residencia. Todos los que no estaban en el living se acercaron para escuchar lo que el chico tenía para decir.—Seonghwa y yo decidimos cómo nos repartiremos las habitaciones.

Los reclamos no demoraron en aparecer apenas el chico pronunció esas palabras. No les parecía justo que los dos mayores decidieran como se iban a distribuir en las cuatro habitaciones disponibles en el hogar.

—No wei po care laucha, más te vale que me pongai con mi wawi. —Reclamó Mingi hacía Hongjoong.

—Aww, tanto me extrañai? —Preguntó Wooyoung sonriendo hacía Mingi tirándole un besito. No creyó que su amigo lo estimara tanto.

—Me refiero al Yuyu, no a vo’ calentón culiao. —Respondió burlonamente Mingi abrazando el brazo de su pololo.

Discutieron unos segundos más hasta que fueron interrumpidos por Seonghwa quién se encontraba harto de la discusión y se le notaba en su cara que no estaba de humor.

—Escúchenme bien, así nos repartiremos. —El mayor tomó una pausa.—Yunho irá con San, Jongho con Yeo, Mingi con Woo ¿Entendieron?. —Y sin esperar algún reclamo, se levantó y se fue a su habitación para tener su momento de silencio.

***

No sabía por qué había aceptado pero los dos mayores se hallaban en un club nocturno de mala muerte en Valparaíso. Ambos chicos se encontraban afectados por los sucesos recientes en sus vidas, así que para conocerse mejor y pasar las penas decidieron ir a beber hasta que se les borrara la conciencia, o por lo menos esa era la intención de Hongjoong. Entraron al bar y se sentaron en la barra en la que fueron rápidamente atendidos por el bartender, se pidieron unos shots y comenzaron a hablar.

Las horas pasaban y ambos chicos estaban cada vez más borrachos, habían perdido la cuenta de cuánto había bebido y no querían parar, por los menos Hongjoong pensaba seguir hasta que el cuerpo no le diera más. La combinación del alcohol y la música fuerte hizo que el más bajo se levantara y tomara a Seonghwa de la mano para arrastrarlo a la pista de baile.

—Oe yapo, sacate los prohibidos waxooooo. —Dijo Hongjoong tirando de la mano al chico bailando a su alrededor.

Entre el forcejeo, Hongjoong pasó a llevar a un hombre que se encontraba sentado en una mesa cercana a la barra, de paso el alcohol que se hallaba en la mesa cayó al suelo derramándose por completo. El hombre robusto miró fijamente al más bajo, tenía tatuajes por todo el cuerpo y cicatrices en la cara, se paró de su asiento sin despegar la mirada del chico, observándolo de manera intimidante.

Hongjoong no era un cobarde y estaba dispuesto a pelear con quien sea pero el hombre al pararse de su asiento, pudieron notar que este medía alrededor de 1,90 de altura lo que lo hacía todavía más intimidante. Del puro susto a Seonghwa se le pasó la borrachera y se puso en alerta.

—Hongjoong, vámonos. —Dijo el pelinegro tirando del brazo del más bajo.

—No no, si a mi ni un weón canero me tira la choriá. —Respondió el chico claramente borracho.

—¿Cómo que canero conchetumare?. —Habló fuertemente el hombre acercándose a Hongjoong tirando el primer golpe en la cara del más bajo.

Inmediatamente se formó un círculo alrededor de los tres chicos, todos expectantes por la pelea que se había formado. Hongjoong se tomó la cara con dolor, le estaba sangrando el labio pero en medio de la adrenalina y con ayuda del estado de embriaguez se lanzó hacia el hombre golpeándolo en la nariz.

Antes de que todo pasara a mayores y el chico terminara peor de lo que ya estaba, Seonghwa lo agarró y lo sacó del lugar mientras pedía un uber para ir de vuelta a casa.

***

—Quédate quieto. —Susurró Hwa tomando un algodón húmedo pasándolo suavemente por el labio roto del contrario que se encontraba sentado en el váter del baño.

—No es necesario que hagai esto por mí, estai cansao. —Respondió Hongjoong viendo como el chico sacaba otro algodón de la bolsa y lo humedecia para luego volver acercarse a su cara.

Hongjoong miraba atentamente la cara de concentración de Seonghwa, para el estado que se encontraba era extremadamente cuidadoso en no lastimar más al menor. Él sabía que el pelinegro era atractivo pero jamás había mirado a detalle sus profundos ojos negros, su linda nariz, sus rosados labios y su pálido y fino rostro como si estuviera hecho de porcelana. No sabía si era el alcohol que estaba pensado por él pero sintió una fuerte necesidad de probar sus labios rosados y carnosos.

Seonghwa notó la mirada fija del chico y lo miró de vuelta, Hongjoong se veía tan atractivo. Dejó el algodón que estaba usando para curar la herida a un lado y sin pensarlo acercó sus labios a los del chico uniendolos en un beso. Este no duró más de 10 segundos, fue breve pero dejó a ambos chicos impresionados, sin decir nada, Hongjoong volvió a comerle los labios al mayor, esta vez formándose un beso largo y lento.

Lamentablemente el momento romántico que se había formado entre ambos chicos se vio interrumpido por un golpe en la puerta. Se separaron rápidamente y el mayor fue a abrir la puerta, al abrirla se topó a Jongho que lo empujó a un lado e ingresó al baño pero paró inmediatamente al notar que había otra persona dentro del baño.

Hongjoong se levantó y salió junto con Seonghwa para dejar al menor hacer sus necesidades. Se miraron avergonzadamente y fueron a la habitación para disponerse a dormir.

Fue una noche interesante.

Viviendo a lo chilensis | ATEEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora