Capítulo 23

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Era día viernes y Wooyoung no tenía clases a diferencia del resto de sus amigos. Se levantó de buen humor por lo que pensó que sería un lindo gesto ir a buscar a San a la universidad, últimamente había estado teniendo una conexión más profunda e íntima con el chico así que se sentía bastante feliz con eso. Estaba de tan buen humor que preparó el postre favorito del chico para cuando ambos llegaran a casa.

Se puso su mejor outfit y fue directamente a la universidad del chico. Estuvo parado unos minutos hasta que vio al rubio caminando en dirección a la salida, apenas vio a Wooyoung le dio una sonrisa y fue hacia él. Iba vestido con una simple polera sin mangas negra y un jean claro, con solo verlo el menor sintió ganas de apretarlo de maneras no muy decentes.

Cuando San estaba a pocos pasos de llegar a él, notó cómo un grupo de chicas reía y apuntaban al rubio, esto puso un poco celoso al menor y decidió hacer ver que San no estaba disponible en el mercado.

San lo saludo con toda naturalidad, por otro lado, Wooyoung se acercó a él y le dio un fuerte abrazo con un beso en la mejilla peligrosamente cerca de sus labios. El rubio se sonrojó pero no le molestó la acción del menor, mientras que este pasaba su brazo por la cintura del contrario.

—¿Y eso a qué se debe? —Preguntó San pasando su brazo por los hombros del más bajo, todavía sintiendo la cara caliente por el particular saludo de chico.

—Na’ po, si sabí que soy de piel. —Respondió juguetonamente Wooyoung tomando del brazo a San para comenzar a caminar hacia el paradero.

Durante esa semana el auto de San estaba en el mecánico por lo que había tenido que movilizarse en transporte público para llegar a su universidad, por lo que tendrían que hacer lo mismo para volver a casa.  Esperaron unos minutos hasta que apareció la micro que les servía para llegar a casa. Pagaron y tuvieron que irse de pie puesto que venía repleta de gente, se intentaron acomodar en la parte del fondo y se sujetaron bien para no caer.

De repente, San sintió un agarrón en su trasero, miró hacía su costado y vio que Wooyoung lo miraba de forma pícara mientras mantenía su mano ahí. San lo miró expresando con su rostro que parara lo que estaba haciendo logrando que el chico sacara su mano de allí.

—No puedes hacer eso, estamos en la micro y hay más personas aquí. —Susurró San cerca del chico para que solo él pudiera oírlo.

Así pasaron el resto del trayecto discutiendo si de verdad era tan grave lo que hizo Wooyoung. Siguieron discutiendo, se encontraban abriendo la puerta del hogar para entrar y se toparon con Mingi en el living comiendo cereal con leche en ropa interior. La situación fue tan bizarra que simplemente comenzaron a reír olvidándose la razón por la que venían discutiendo.

—¿Me explicas por qué no le contestas a tu papá y por qué me llama a mí? Llámalo ahora. —Apareció Seonghwa desde el segundo piso con una expresión cansada en su rostro.

San se asustó, el tono de Hwa no era muy amigable que digamos por lo que concluyó que había hecho algo malo. Tomó su teléfono y marcó el número de su papá esperando a que no fuera nada malo.

—¿Aló papá? —Habló temeroso San a través del teléfono.

—¡Hijo, hola! —Habló de manera entusiasta el Señor Choi al otro lado de la línea. —Te llamaba para decirte que mañana haremos una especie de reunión por el 21 de mayo para que vengas con tus amiguitos, haremos un asado.

—Gracias papá, les diré.—La llamada se cortó y San suspiró aliviado.

***

Llegaron a la casa de los padres de San al mediodía. Era una casa preciosa color crema de dos pisos con un lindo jardín y un amplio patio trasero. San abrió la puerta de la casa con su llave que aún conservaba y dejó pasar a sus amigos que entraron tímidamente al hogar, exceptuando a Seonghwa, Yunho y Yeosang que conocían bien la morada.

Viviendo a lo chilensis | ATEEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora