Capítulo 24

134 13 1
                                    

Era un lindo domingo por la mañana, la temperatura era agradable y el sol iluminaba levemente el amplio living de la casa. Tres chicos se encontraban terminando de tomar desayuno para prestarles el brazo a Jongho para que pudiera practicar cómo poner inyecciones en pacientes, por lo que rápidamente se apuraron en terminar el último sorbo de té que había en sus tazas para dirigirse todos juntos a la habitación de Jongho. Cerraron la puerta de la habitación y tomaron asiento en la cama del chico mientras este preparaba lo necesario para inyectarles vitaminas.

—Weón, no saben na lo que vi anoche. —Jongho empleó ese típico tono de voz de señora cahuinera cuando está a punto de contar algún chisme. Ambos chicos inmediatamente prestaron atención a las próximas palabras del contrario.

—¿Viste a alguien culiar anoche? —Wooyoung siempre salía con sus preguntas raras sacadas de quién sabe dónde pero que al final le daba ese toque especial que lo hacía él y su única personalidad.

—Creo que el Seonghwa y el Hongjoong andan pinchando. —Jongho susurró para que su pequeña teoría quedara entre ellos pero sin notarlo había una cuarta persona escuchando todo desde el otro lado de la puerta. —Uh esperenme, necesito ir a buscar nova.

Se dirigió a la puerta de su habitación para ir a la cocina a buscar lo que necesitaba pero lo que no se esperaba es que un peso cayó hacia sus pies provocando un fuerte estruendo. Se hallaba un rubio tirado en el suelo que intentó pararse de inmediato para arrancar de la situación en la que lo habían atrapado pero Jongho le tomó la pierna antes de que este pudiera concretar su plan de huida, arrastrándolo hacía el centro de la habitación siendo presenciado por Mingi y Wooyoung.

—Queate callao larva o te meto la aguja por el hoyo. — La amenaza del castaño hizo que le diera un escalofrío al rubio, se aferró a la pierna de Wooyoung buscando cierto tipo de protección como un gatito desamparado.

—Suéltame maricon. —Wooyoung tomó del brazo a San y levantó poniendo una de sus manos en la pierna del contrario. —Ahora escucha el cahuin que nos tiene el wawi.

Jongho le contó lo que había visto la noche anterior. Todos quedaron impresionados con el relato del chico, no sabían si creerle puesto que ambos chicos jamás, en especial Seonghwa, habían mostrado comportamientos homosexuales o alguna señal indicando que tuvieran ese tipo de preferencias, por lo que la pequeña teoría de Jongho les causó curiosidad causándoles estar más atentos a las interacciones entre ambos involucrados.

Se miraron entre todos en silencio, estarían al tanto de los movimientos de los Hongjoong y Seonghwa para averiguar si en verdad había algún tipo de romance o algo más superficial entre ellos.

San se quedó acompañándolos prestándole el brazo a Jongho para que este pudiera practicar. Siguieron conversando acerca de la teoría y otros temas que les pasaba por la mente para luego bajar a almorzar siendo alertados de que Yunho había llegado con pizza.

***

Entrada la madrugada de aquel día, Mingi se encontraba totalmente volado siendo acompañado por Jongho quien no había fumado pero el solo hecho de respirar el humo que expulsaba el pelinegro de su boca y que llenaba toda la habitación lo dejaba lo suficientemente volado como para que este hiciera efecto en su cuerpo.

Todos en la casa sabían que Wooyoung estudiaba gastronomía, en consecuencia de ello el chico cocinaba delicias constantemente buscando perfeccionar sus técnicas y de paso alimentar a sus compañeros de hogar. En esta ocasión, había preparado dos ovillos de pan de masa madre el cual llevaría a la Universidad para que el profesor le diera una retroalimentación y tips acerca de su pan, no era una tarea sino más bien la búsqueda constante de Wooyoung para alcanzar la perfección.

Viviendo a lo chilensis | ATEEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora