Especial San Calentín: Parte 2

123 10 0
                                    

Aclaración: Este capítulo contiene contenido +18

Yunho y Mingi tomaron una micro y fueron a la casa del hermano del castaño para pedirle prestado el auto a este último. Tenían planeado ir al cine a ver qué había de interesante y luego irían a comer algo antes de que Yunho fuera a dejar al pelinegro a su casa. Ya iban camino al cine cuando el teléfono de Yunho sonó indicando que le había llegado un mensaje.

—¿Puedes ver quién es por favor?—Mingi obedientemente tomó el teléfono del mayor para ver de quien era el mensaje.

—Es de Seonghwa y dice que no estará en el departamento.—a Mingi se le ocurría cada cochinada que podía hacer con Yunho, desde darle una mamada en el cine hasta culiarselo en el auto.

—¿Te parece si después del cine vamos a mi departamento?—preguntó inocentemente el más mientras estacionaba en el mall.

—Con usté hasta el fin del mundo waxito rico. —Mingi le guiñó y le dio una sonrisa coqueta.

"ES HOY, ES HOY" pensó Mingi bajándose del auto.

Llegaron hasta el último piso donde se encontraba el cine, miraron la cartelera y decidieron ver la nueva película estrenada de estudio Ghibli, "El niño y la garza".

—Oe cacho que alcanzamos a meternos al super pa comprar comida—dijo Mingi tomándolo del brazo para guiarlo.

—¿No comes palomitas del cine?—preguntó Yunho incrédulamente.

—Mi rey la verdad que el bolsillo me da pa las cabritas del super po.

—Compraré el balde y bebidas, no te preocupes.—le contestó Yunho dirigiéndose a la caja para pedir un buen combo.

Luego del lloriqueo de Mingi para que Yunho no las comprara porque era muy caro, cosa que fue en vano.

Finalmente pudieron irse a sentar, se ubicaron en los asientos del fondo para tener mejor vista, además de que eran conscientes de que su altura tapaba la vista de otras personas.

Ya faltaban solo 5 minutos para que comenzara y los anuncios no paraban, Mingi ya se había comido medio pote y la bebida mágicamente había desaparecido. Yunho rápidamente fue a comprar más antes de que comenzara, quería ver a Mingi feliz.

Llevaban solo 20 minutos de película y Yunho sintió la mano intrusa del contrario en su muslo, pudo ignorarlo pero la mano comenzó a subir cada vez más cerca de su entrepierna por lo que la detuvo.

—¿Qué estás haciendo?—susurró Yunho mientras entrelazaba su mano con la del contrario para que no intentara ir más allá.

—Nah, ¿por?—susurró Mingi devuelta sonriendo inocentemente y haciéndose el desentendido.

La película por fin había terminado por lo que ambos chicos salieron rápidamente de la sala para ir al auto y dirigirse al departamento del mayor. Se subieron al auto y Mingi descaradamente puso su mano en la entrepierna del contrario y lo miró con una sonrisa coqueta.

—Aquí no Mingi.—Yunho sacó la mano de Mingi. Durante esos días el pelinegro parecía más deseoso de contacto directo con su pololo. Se veía algo necesitado o por lo menos eso? pensó Yunho.

—¿Y por qué no?—Mingi dirigió su otra mano al pecho del contrario siendo inmediatamente tomada por la mano libre de Yunho.

—Estamos en el estacionamiento y es el auto de mi hermano, espera a que lleguemos.—Yunho soltó las manos del chico para ponerse el cinturón y poner el auto en marcha. Sin perder el tiempo Mingi hizo lo mismo esperando llegar lo antes posible al departamento, estaba caliente y no lo escondía.

Viviendo a lo chilensis | ATEEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora