Capítulo 27

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Jongho estaba acostumbrado a madrugar y ese día no era la excepción. Tenía que ir a buscar algo (o más bien alguien) al terminal de buses, no podía llegar tarde así que se levantó temprano para poder estar a tiempo en dicho lugar.

Solo se lavó la cara y se puso la misma ropa del día anterior que había dejado en la silla de su escritorio. Agarró su billetera y se acercó a la cama de su compañero de habitación para avisarle que saldría.

—Pss, Yeo. —Susurró moviendo el hombro del chico para despertarlo levemente. No se tuvo que esforzar mucho puesto que el informático tenía el sueño bastante liviano.

—¿Mmmh? —El castaño se removió entre las sábanas algo molesto por haber sido sacado de su plácido sueño.

—Tengo que salir a buscar a mi sobrino, ¿Podí poner la mesa pa que tome desayuno porfa? Gracias. —Sin esperar respuesta, salió de la habitación para dirigirse al terminal.

Yeosang quien seguía en cama, se levantó lentamente sintiendo como el frío de la mañana se pegaba a su piel, ocasionando que se erizara el vello de sus brazos por efecto del frío. Se dirigió a la cocina para poner agua a hervir y comenzar a preparar la mesa para cuando llegara el nuevo invitado.

—¿Y vo qué hací despierto tan temprano? —Wooyoung iba entrando en la cocina, cosa que sorprendió a Yeosang puesto que su amigo no era el mejor madrugador que conocía.

—Jongho me dijo que pusiera la mesa porque viene su sobrino. —Wooyoung abrió los ojos sorprendido y comenzó a sacar unas cosas de la despensa y el refrigerador para comenzar a preparar lo que Yeo supuso, un queque.

—Anda a bañarte mejor, yo veo aquí.—Y con eso, Yeo se retiró de la cocina y fue de vuelta a su habitación para agarrar ropa e ir al baño para darse una ducha.

Había pasado una hora y media aproximadamente desde que Jongho había salido, Mingi también se había despertado y enterado de la visita que se aproximaba, por lo que al igual que sus amigos que ya se encontraban en pie, se preparó para tomar desayuno junto con los demás.

Se hicieron las 8 de la mañana y la puerta de la entrada fue abierta, dejando ver a un niño de aproximadamente 10 años seguido de Jongho quien iba detrás de él. El niño medía aproximadamente 1,45, e iba vestido con una chaqueta deportiva, pantalones que los llevaba a mitad del trasero y cadenas brillantes decoraban su cuello. Todos miraron en dirección hacía la entrada esperando a que el menor se presentara, por otro lado Wooyoung se acercó hacía él para saludarlo.

—Oiga pariente, ¿Y quienes son estos weones? —Los presentes no sabían si reír o sentirse ofendidos. El niño tenía un acento sureño muy marcado pero no quitaba que los había insultado.

—Son mis amigos y no digas malas palabras sino te saldrá e tue tue. —Jognho reprendió a su sobrino y lo guió hasta la mesa donde estaban esperando Yeosang, Mingi y Wooyoung, que luego de ese comentario decidió sentarse.

Jongho dejó pan en la mesa que había comprado para desayunar junto con unas galletas. La mesa parecía un verdadero banquete, había pan fresco con distintas cosas para ponerle, queque preparado obviamente por Woo y galletas, Mingi deseaba que la mesa se viera así todos los días sin que tuviera que mover un dedo.

Comenzaron a comer con tranquilidad iniciando una pequeña conversación para conocer al sobrino de su amigo y saber por qué razón se quedaría durante una semana en la casa de ellos.

—¿Cómo te llamas niño? —preguntó amablemente Mingi hacia el niño.

—Byron pero me dicen el carepico. —la mesa estalló en risa ante el repentino y poco esperado apodo que el niño dijo que tenía. Wooyoung llegó a ahogarse con el café que estaba tomando.

Viviendo a lo chilensis | ATEEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora