Capítulo V

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"Jódete amor, pero jódete. Ya me cansé de que seas tú el que siempre me joda a mí." - Humberto Übermensch








El viernes por la mañana camino hacia Química Orgánica, mi primera clase. Hoy es el último día de clase antes de que comiencen las vacaciones de verano. Y antes de que me la pase en casa de mamá, encerrada todo el día. Estudiando.

Paso primero por la cafetería para comer algo, pues no tuve tiempo de desayunar. Me levanté tarde, porque el maldito monstruo no sonó esta mañana. Así lo odie es lo único que me despierta. Tengo un sueño bastante pesado. Me río interiormente.

- ¡Ana! - escucho que gritan mi nombre. Estoy haciendo la fila para pagar lo que me comeré. Miro hacia todos lados y veo a Lee corriendo hacia mí, levanto mi mano izquierda y la saludo. Le sonrío cuando llega junto a mí. Se inclina hacia mí y me da un abrazo. Cuando me suelta señala tras ella. Me inclino hacia un lado y miro lo que está señalando.

No lo puedo creer.

Justo por el camino por el que ella venía, está caminando hacia nosotras un chico demasiado caliente. Miro a Lee de nuevo, y ella se encoge de hombros. Miro de nuevo hacia el chico: cabello negro, ojos grises, y mide 1.83, supongo.

Ojos grises. Mierda.

- ¿Ese es Caleb? - le susurro a Lee. El chico ya se ha acercado a nosotras, así que ella no alcanza a responderme. Lee le sonríe, y él se inclina hacia ella y le besa la base de la cabeza. Luego pasa su brazo por su cintura. Él me mira y me sonríe

- Ana, Caleb. Caleb, Ana - dice Lee, presentándonos nerviosamente. Caleb y yo nos reímos del nerviosismo de Lee. Él estira su mano, y yo se la estrecho.

- Es un placer conocerte, Ana. Natalee me ha hablado mucho de ti - dice. Yo le sonrío, y meto algunas hebras de mi cabello detrás de mis orejas.

- Cosas buenas, espero - digo, disparándole una mirada a Lee. Ella se encoge de hombros, y yo entrecierro mis ojos. Caleb se ríe de nuestro intercambio.

- Caleb quería conocerlas a ti y a Kay, pero nos encontramos primero a Kay. Ella le dio una requisa, literalmente, a Caleb - dice Lee, rodando los ojos. Yo me río fuertemente. Típico de Kay. Caleb me imita, aunque se ha puesto fuertemente rojo. Bueno, bueno. No me esperaba que un chico como él se sonrojaría por algo así. Debe de estar bastante interesado en Lee. No lo culpo, en realidad.

- ¿Y no le advertiste al pobre chico, que Kay podría posiblemente hacer eso? - le pregunto a Lee. Ella abre los ojos como platos, y suelta una pequeña risita. Caleb le da la vuelta por la cintura haciendo que quede frente a él.

- ¿Tú sabías que ella posiblemente haría eso, Nat? - dice con incredulidad. Natalee se encoge de hombros, y le sonríe culpablemente.

- Yo sólo quería ver cómo te comportabas ante eso. Kay es la detectora de perdedores, con los cuales no debo salir. Siempre funciona, porque si se ponen todo macho alfa ante su inspección, no valen la pena. Pero tú en cambio, te portaste tímido, amor - dice ella. Él levanta una ceja, y ella le sonríe coquetamente. Ella se para en sus pies y le da un beso en los labios, que pronto se torna en algo que no quiero presenciar. Así que me aclaro la garganta. Caleb se separa rápidamente de Lee, y me da una mirada de disculpa. Yo niego con la cabeza.

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