09

1.1K 78 22
                                    

09 | Cosas que deseaba decirte.

La melodía dejó de sonar en todo el estudio. Las caras de cada persona presente en aquel lugar representaban distintas opiniones y pensamientos; felicidad, dolor, tristeza, conmoción y aburrimiento.

—Esto...—Matias habló con una sonrisa—Esto, es realmente, increible—Miranda sonrió genuinamente por primera vez en días, estaba orgullosa de lo que había hecho en una tarde de tristeza—Miranda, esto es tremendo. Desolador, crudo, real y por sobre todo, lleno de amor.

Luego de la visita inesperada de Julian, la chica pasó por una semana entera con una sensación de culpa, tristeza y confusión que no la dejaba respirar, era una incomodidad en el pecho a la que no le encontraba una razón. Tenia un novio, amigos y a su papá -a la distancia, pero lo tenía- para apoyarse y disfrutar, entonces ¿Por qué su cabeza se detenía en ese momento compartido una noche de miercoles? Siquiera habían hablado por más de cinco minutos.

Era bueno para aparentar preocuparse por ella, la engañó por un minuto.

Aunque se preguntaba por qué, la confusión la mantiene despierta por la noche.

—Gracias. ¿No es demasiado triste?—La pregunta salió de sus labios sin pensar. Tenía miedo de aburrir a la gente que escuchaba su música llena de vómito de palabras angustiantes—No quería algo que deprima a la gente pero en realidad en lo único que pude escribir.

—Si es triste, pero el ritmo es perfecto. Tiene tu toque, tu esencia y eso es lo que vale—La rubia asintió—Tampoco podes dejar de hablar de lo que sentís, si lo haces va a ser muy comercial y todos van a darse cuenta—La chica asintió en silencio—Es lo tuyo con algo que nos va a llevar a buenos números.

Números. Números. Números. Es todo en lo que pensaban, todo lo que tenían en cuenta. No importaba cómo se sentía, que pensaba ni que decía. Era un objeto de la industria siendo usado para producir.

—¿Entonces ya podemos empezar a hacer la otra parte? Ya tengo la idea de una portada, el nombre para la canción, un inicio para el próximo disco—Miranda ignoró lo último dicho.

Nadie contestó, Matias se quedó completamente en silencio causando un suspenso tormentoso en la chica. Siendo sincera, hacer este albúm era su único guardavidas ahora. Ni siquiera Gastón podía rescatarla de esta tormenta.

—Si Miranda. Podemos—El chillido de la rubia hizo sonreír a todos. Encontró algo en que concentrarse y una manera de poder -en realidad, intentar- sacar de su sistema a Julian.

Su manager salió de la pequeña sala, dejando sola junto a los productores. Miranda no quería parar, no podía parar. Recorrió el lugar con sus ojos, los instrumentos sonando dentro de su cabeza.

—¿Pablo?—La rubia llamó al productor—¿Podemos arrancar con esto?—Extendió su mano, dándole su pequeño celular dónde las notas estaban llenas de ideas que escribía durante la madrugada—Tengo pensado en hacerla sonar cómo una canción de Singular, que es mi primer disco. Quiero que tenga un instrumental medio de ensueño, no sé si me explico. Y quiero resaltar mi voz, quiero que suene atrevida, con un estilo sensual. Quiero que destaque entre todas.

—Podemos hacer eso—Asintió Pablo mientras comenzaba a jugar con el piano a su lado—¿La letra empieza así?—Preguntó señalando la pantalla de celular, a lo que la chica asintió—Empecemos entonces.

Luego de estar casi tres horas creando la canción que Miranda tenía en mente, se retiraron del estudio creyendo que quizás por hoy era mucho. En un momento la mente de la rubia se había estancado y no podía pensar más en escribir una palabra, aunque lograron terminarla. 

POPULAR ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora